La vida siempre recompensa. Tarde o temprano, pero siempre da la alegría esperada. Y, esta vez, fue para el portero Felipe Amaya, quien salió campeón con L.Á. Firpo, el pasado sábado, en la final ante Alianza FC. Fue artífice del triunfo, luego de tapar un penalti (0-0, 5-4) y dar así la corona 11 a los pamperos, en el torneo Apertura 2025.

Su triunfo llega a los 37 años, siendo portero titular de los toros, y permitiendo así a su carrera levantar un triunfo ansiado por su persona. Esto porque ya había sido campeón, pero fue hace 20 años, con Vista Hermosa. En aquel momento, en el Apertura 2005, Amaya era un joven de 17 años, que incluso no jugaba como titular. Era el tercer arquero de los morazánicos.

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Sin embargo, aunque probó las mieles de ese cetro con los de Gotera, le faltaba el sabor de ser el meta titular. Pero no solo lo fue porque sí, lo fue atajando un disparo de 12 pasos que, a la postre, fue la diferencia para poder dar el campeonato a los de Usulután.

En imágenes de archivo de EDH Deportes, se puede ver a aquel Amaya juvenil, con un estado físico distinto. Pero con la misma esencia de jugador que busca el éxito. Y que, esta vez, lo alcanzó y con sufrimiento. Los penales lo llevaron al extremo, a estar al costado de la cancha caminando, ansioso, inquieto, tapando su rostro con una toalla, dando la espalda y poniéndose de rodilla ante los cobros de sus compañeros.

Sin embargo, cada uno de los colegas de su plantel, lo acuerparon. Lo incentivaron y lo impulsaron a seguir, y en cada disparo efectivo que hicieron lo abrazaron y el brindaron confianza. La primera parte ya la había hecho, con el primer cobro de los albos, lo demás lo siguieron haciendo los compañeros, pero lo motivaron a cada paso y el triunfo fue de todos.

Al ser consultado a Amaya sobre estos muchos años que valieron la pena, respondió: «La verdad que hace mucho tiempo. Yo estuve con aquel Vista Hermosa, que fue campeón. No pude jugar, porque era un chico en ese entonces. Pero aquí estoy, ahora se me da la oportunidad de jugar una final y nos llevamos un título increíble».

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Esa experiencia que creció en Felipe ahora la dejó reflejada en el penal que tapó. Y dijo: «Ya ratitos andamos en esto, y sabíamos que en los penales mis compañeros los iban a anotar. Y uno tenían que fallar ellos y lo fallaron». Una figura, un héroe taurino.

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ASÍ, VIVIÓ LA FINAL EN LOS PENALES: