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Crece en Europa el temor al radicalismo islámico

El gobierno italiano acusó a Zulfiqar Khan de “fanatismo ideológico” y exaltar el terrorismo de Hamás, un fuerte resentimiento antioccidental y antisemita.

NOTA DEL DÍA

Un Imán (clérigo musulmán) que tenía cuarenta años de vivir en Italia comenzó a invocar la guerra contra «los infieles», que obviamente son la inmensa mayoría de italianos y europeos, por lo que la primera ministra Georgia Meloni de inmediato lo deportó a su país de origen, Pakistán.

El gobierno italiano acusó a  Zulfiqar Khan de “fanatismo ideológico” y exaltar el terrorismo de Hamás, un fuerte resentimiento antioccidental y antisemita y por una retórica homófoba y antifeminista.

Meloni ha impulsado proyectos de ley que limitan los lugares de culto a musulmanes e incluso el uso de velos en las niñas y mujeres en las escuelas, de la misma manera que lo están haciendo en Francia y Reino Unido.

Europa vive una creciente predisposición a la inmigración musulmana, sobre todo por sus corrientes radicales que promueven el terrorismo y que buscan imponer sus costumbres por sobre las ancestrales tradiciones cristianas. 

El 11 de septiembre se cumplieron 24 años del ataque a las Torres Gemelas.

Nueva York recordó a las cerca de 3,000 víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, más los del ataque al World Trade Center de 1993, con el acto anual en el que se mencionan los nombres de los fallecidos y se guardan varios minutos de silencio, reservado a los familiares y a cargos institucionales.

La conmemoración fue opacada por el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, durante un mitin y presuntamente a manos de un estadounidense de 22 años, miembro de una familia protestante conservadora.

El ataque de septiembre de 2001 fue una salvaje agresión fraguada por musulmanes residentes en Alemania y que es parte de sus ataques «a los infieles», a lo que se suman las bandas de yihadistas, los mismos grupos de enloquecidos que destruyeron las ruinas de Palmira, el Oasis sobre el desierto antes de llegar al camino de Roma.

La reina Xenobia, en el 267 después de Cristo, había rechazado estar bajo dominio de los romanos, por lo que una legión la derrocó, fue capturada y, más tarde, asesinada en Roma.

Las ruinas perduraron como un recuerdo a su memoria, pero las bandas de enloquecidos del ISIS la han casi destruido, en igual forma como destruyeron a cañonazos los Budas de Kandahar, pese a que líderes religiosos musulmanes intentaron detener ese horror, señalando que esas enormes figuras antecedían la fundación del Islam por Mahoma.

Pero nada cura a los que están mal de la cabeza a causa de fanatismos…

En Madras, al sur de la India, hay una Iglesia cristiana donde, según la tradición, descansan los restos del apóstol Tomás, quien tocó las llagas de Nuestro Señor para asegurarse de que era el Cristo resucitado, lo que lo convierte en el Santo Patrono de los abogados…

Al sur de la India se conservan tres o cuatro efigies de Buda, que asombran por su casi sublime serenidad, un reflejo de paz interna, que deja imborrables recuerdos.

Ceylán es una isla verde y acogedora pese a dejar de ser protectorado británico

El sur de la India es bastante árido, lo que contrasta con el verdor de la isla al frente, Ceylán o Sri Lanka, uno de los países más interesantes del Asia hasta que dejó de ser protectorado británico y que ahora sufre una especie de guerra interna pues los Tamiles del sur pretenden formar su propia «nación», justo donde se cultiva uno de los tés más aromáticos del mundo.

A medida que el viajero va acercándose a las plantaciones de té, tiene la sensación de irse sumergiendo en una tasa de la aromática bebida.

De ellos recordamos un consejo: cuando uno se siente acalorado, para refrescarse lo más apropiado es una taza de té, ya que hace que la sangre fluya hacia el interior del cuerpo, refrescando el exterior.

Hubo un Rey de Ceylán que alrededor del Siglo Ocho de nuestra era se dio a la tarea de formar lagos en todo el territorio, dejando un legado imperecedero a los pobladores, lo que por más que se pide al régimen salvadoreño hacer, no mueven un dedo.

En esos lagos los ingleses construyeron casas de descanso para su personal, lo que ahora sirve para alojar turistas que buscan un descanso grato, a lo que se agrega otra de las maravillas que engalanan Colombo, la capital: un parque botánico donde miles de especies vegetales se cultivan y en el que se venden semillas para llevarlas a otros países.

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