En el corazón del Centro Histórico de San Salvador, ese que luce atestado a fin de año en medio de luces multicolores y la magia de la Navidad, surgió un cuento infantil, en el hogar de una mujer luchadora y un laborioso zapatero este 2025.

La autora es una de tres hermanos. Su nombre es Tessa Hernández, una joven de 21 años que durante su época escolar aprendió a hacerse «pequeñita» para sobrevivir al bullying sistemático de sus compañeros.

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Mientras otros niños jugaban en los pasillos, ella buscaba refugio entre estanterías, devorando cada libro que llegaba a sus manos para escapar de los constantes ataques. Así lo compartió recientemente en una conversación, en medio de un convivio navideño de la comunidad religiosa en la que se congrega.

Llegó ahí respaldada por las servidoras de su iglesia para comercializar su primer escrito público, «Estrellita pequeñita»; el resto de su obra sigue protegido bajo la privacidad que le garantiza su cuenta en la app Wattpad, una plataforma social en línea para leer y escribir historias originales, que funciona como una biblioteca digital gratuita.

Tessa afirma que casi todo lo que ha escrito son fanfics de sus lecturas favoritas. Aún no se anima a liberar sus letras. Fanfics son historias creadas por aficionados que utilizan personajes, escenarios o tramas de una obra original, como punto de partida para desarrollar nuevas narrativas, y muy comunes en dicha app. Ella lo disfruta mucho.

Con el apoyo de su madre -quien se dedica a cuidar a una sobreviviente de cáncer en la occidental Santa Ana- llegó a la celebración con la esperanza de vender algunos ejemplares. Y si bien la venta ha continuado poco a poco, aún falta mucho por hacer.

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El cuento surgió sin mayores peculiaridades, y ella asegura que la historia detrás del relato no tiene nada de glamurosa. Sin embargo, al confesar cómo entró al universo de la lectura, su cuento de Navidad reveló matices únicos, que descubren las luces y sombras en la vida de su autora.

La narración -que nació por sugerencia de una de las servidoras de su iglesia- tiene como protagonista a Lía, una estrella pequeñita en un firmamento plagado de luces grandes y redonditas.

Al compararse a esas otras estrellas centellantes, Lía se percibe muy chiquita e incapaz de brillar como las otras. Aún dentro de sus inseguridades, la estrellita se abraza a sí misma y trata de dar lo mejor de sí para poder ser luz.

Finalmente, el Creador del universo se le revela y la anima a seguir intentando, tras elegirla para cumplir con una importante misión. Lía no se considera suficiente para realizar ese trabajo.

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Sin embargo, su Dios le recuerda que dentro de ella late una inmensa capacidad de amar, pese a la oscuridad que la rodea. «Tu luz es perfecta», se lee en el cuento.

Convencida de que ES lo que su Dios le ha manifestado, sigue esforzándose y acepta su misión. Es así que Lía se transforma en una estrellita muy luminosa que guía a pastores y reyes hasta el lugar donde ha nacido El Salvador del Mundo.

A través de Lía, una estrella «pequeñita» que teme que su luz sea insuficiente, de alguna forma Tessa narra de forma sublime su propia lucha contra la invisibilidad y el miedo.

LUZ VICTORIOSA

Después de escuchar parte de la infancia de Tessa, es imposible no asociarla con el relato infantil que ha sacado a la luz. 

Primero, retrata a Lía como un punto de luz que juega a esconderse entre las nubes. Para una víctima de acoso en El Salvador o en cualquier parte del mundo, «esconderse» no es un juego, es una estrategia de supervivencia frente a la hostilidad del entorno escolar.

El relato describe la luz de Lía como un «destello suavecito», comparándola con el susurro de un niño. Pareciera ser la representación perfecta de la pérdida de confianza que sufren las víctimas de bullying, quienes, según la piscología, temen alzar la voz por miedo a las represalias.

En cierto momento, Lía llega a dudar de su propósito, pensando que su luz «no sirve para nada». Este podría ser el eco de los insultos y el menosprecio que Tessa tuvo que procesar en soledad mientras se resguardaba en la biblioteca.

Luego, en un gesto de profunda ternura, la estrellita pequeñita se aprieta a sí misma como en un abrazo. En la vida real, los libros fueron como ese abrazo para Tessa, recordándole que «hacer todo con amor es lo correcto» a pesar del entorno agresivo.

Según el sitio web de Planeta de Libros, la lectura -como cualquier expresión del arte- ofrecen una diversidad de beneficios para desarrollar la personalidad de forma integral y, por supuesto, para combatir las secuelas del acoso. 

La historia da un giro cuando Lía recibe un mensaje de esperanza: «Tu luz es perfecta… no importa el tamaño». Esta sería la transformación que Tessa busca hoy, apoyada por su comunidad y su deseo de estudiar Psicología en la UES para ayudar a otros a encontrar su propio brillo.

Ahora bien, Tessa la escritora, al igual que Lía, ha decidido que es hora de brillar más fuerte que nunca. Y su cuento es un recordatorio para cada niño y niña en El Salvador que se siente «pequeñito»: tu voz tiene poder y tu luz puede guiar al mundo hacia un lugar más bonito.

Si deseas contactarte con esta joven escritora o más información sobre el cuento puedes escribirle al correo electrónico <hernandeztessa08@gmail.com>.