El Cafetalón, un ambiente entre hielo y feria para divertirse este fin de año
La pista de hielo y juegos mecánicos son las principales atracciones que estarán disponibles hasta el 11 de enero para finalizar el 2025 y recibir el 2026 en el Cafetalón.
La superficie de hielo se mantiene a una temperatura aproximada de 17 grados centígrados bajo cero, a través de una maquinaria para mantener la temperatura las 24 horas del día. Foto EDH/Emerson Del Cid
La pista de hielo instalada en el parque El Cafetalón, en Santa Tecla, se ha convertido en una de las principales opciones recreativas durante la temporada navideña. Foto EDH/Emerson Del CidEl espacio está diseñado para recibir tanto a personas con experiencia en patinaje como a quienes lo hacen por primera vez. Foto EDH/Emerson Del CidEntre quienes no tienen experiencia se apoyan para pasar un buen rato sobre le hielo. Foto EDH/Emerson Del CidTambién hay guias que enseñan las nociones básicas para patinar. Foto EDH/Emerson Del CidTanto pequeños como grandes disfrutan de este espacio. Foto EDH/Emerson Del CidAlgunos que no saben patinar piden que sean empujados sobre las ballenitas guía que tienen disponibles. Foto EDH/Emerson Del CidLa superficie de hielo se mantiene a una temperatura aproximada de 17 grados centígrados bajo cero, a través de una maquinaria para mantener la temperatura las 24 horas del día. Foto EDH/Emerson Del CidLa pista funciona desde las 10:00 de la mañana hasta las 2:00 de la madrugada y estará disponible hasta el 11 de enero. Foto EDH/Emerson Del CidEl costo de ingreso es de $5.50 por persona, lo que incluye el uso de patines y un tiempo de permanencia de entre 15 a 20 minutos. Foto EDH/Emerson Del CidEn el atractivo en el Cafetalón también incluye una serie de juegos mecánicos disponibles para los turistas. Foto EDH/Emerson Del CidJuegos como el Gusanito, Helicopteros, Shaker, Carros Chocones, tornado, barco pirata y otros que oscilan precios entre dos y tres dólares por persona. Foto EDH/Emerson Del CidTambién hay juegos mecánicos de altura para sacar algunos gritos de los turistas extremos. Foto EDH/Emerson Del Cid
