Mijaíl Kasiánov, exprimer ministro del país, muy crítico con la guerra en Ucrania y que abandonó Rusia poco después del inicio de la contienda, fue incluido por el régimen del criminal de guerra Putin en una lista de presuntos “extremistas y terroristas”. 

Además, fueron incluidos en la lista la jurista Elena Lukianova, el editor jefe de ‘Nóvaya Gazeta Europa’, Kiril Martínov, así como el economista Serguéi Guríev. Su pecado: ser parte del Comité Anti Bélico de Rusia, institución contra la que fue abierta una causa penal el mes pasado, pero el régimen los acusa de “crear una organización terrorista y planear la toma del poder”. 

Es el mismo mecanismo que Putin aplica a quien ve como peligros potenciales o simplemente que no piensan como él, como le sucedió al dirigente opositor Segei Navalny, quien escapó de morir envenenado, pero fue enviado a una cárcel en Siberia, donde murió en circunstancias extrañas, aunque es válido suponer que fue asesinado.

El régimen de Putin no se conformó con esto sino que mandó a apresar a cuatro abogados por haber osado defender a Navalni en el juicio amañado del que fue víctima. 

La paranoia por sus crímenes hace a los dictadores acabar incluso con sus más cercanos aliados, como en su momento Chávez con sus compañeros de armas, u Ortega, con exguerrilleros sandinistas incondicionales que incluso expusieron sus vidas para sacar de una cárcel somocista.

En otros casos se llega a extremos como que diputados rusos presentaron este lunes ante la Duma o cámara de diputados un proyecto de ley que rebaja la edad penal por actos de sabotaje a los 14 años, algo que se aplica para delitos de terrorismo. 

Tal y como contempla el documento, el proyecto incluye castigos como la cadena perpetua por «incitar a menores a participar en sabotajes» e «involucrar a menores en actividades terroristas». 

Kasianov fue primer ministro de Putin entre 2000 y 2004, pero un año después se pasó a la oposición y criticó activamente al régimen. 

En junio de 2022, poco después del inicio de la invasión de Ucrania, Kasiánov abandonó Rusia, para no ir a la cárcel o correr la suerte de quienes cuestionan la guerra que le está costando cientos de miles de vidas y gastos inútiles al pueblo ruso. 

La “adicción” de Putin por la guerra 

El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó este lunes la «obstinación» y la «adicción» de Rusia por continuar la guerra en Ucrania cuando «todo está dispuesto para la paz» y «se niega a aceptarla». «Rusia ha optado por la guerra», subrayó.

La guerra ha costado ya más de un millón de bajas, según observadores y especialistas.

Los costos de la guerra en Ucrania son enormes, incluyendo pérdidas humanas (más de 150,000 vidas perdidas y millones de desplazados), devastación económica (la reconstrucción podría costar más de $486 mil millones) y un aumento masivo del gasto militar para ambos bandos. 

Los costos de la guerra para Rusia incluyen enormes gastos militares, pérdidas significativas en el PIB, destrucción de capital financiero y un deterioro del nivel de vida de sus ciudadanos. Se estima que los costos militares directos han ascendido a más de $200 mil millones desde 2022, mientras que la economía rusa ha sufrido pérdidas de entre $81 mil y $104 mil millones solo en 2022. 

Macron advirtió que por la obstinación e intransigencia de Putin de someter a Ucrania, se producen “estos inaceptables ataques contra civiles e infraestructura energética crítica”.

El mandatario galo la define como “una forma de adicción rusa a la guerra”, ante la cual Francia y Europa mantiene la firme determinación y constancia en el compromiso con la paz”. 

Macron denunció que la intensificación de los ataques rusos contra la infraestructura energética de Ucrania es «una prueba más de esta agresión y cinismo», y los condenó «enérgicamente», así como los dirigidos contra los civiles. 

Como dijo Macron, Ucrania es la primera línea de defensa de Europa, pues el deseo expansionista de Putin no se queda en su vecino, sino en rearmar la despanchurrada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y luego una segunda “cortina de hierro” en Europa. 

Ucrania es la primera línea de defensa de Europa, ciertamente, y del mundo libre…