San Salvador 8/10/2025
Nancy Verónica Mejía Cruz de 32 años murió soterrada luego que un deslizamiento de tierra sepultara su casa de laminas.
Foto EDH / Miguel Lemus
Nancy Verónica Mejía Cruz, de 32 años, murió soterrada el 7 de octubre de 2025 luego de que un deslizamiento de tierra sepultara su casa de láminas en Ciudad Delgado. |Foto EDH / Miguel LemusEl padre de Nancy muestra una de las últimas fotografías que le hizo a la joven. |Foto EDH / Miguel LemusNancy, quien vivía con dificultades del habla, murió soterrada mientras dormía junto a su madre y su padrastro, quienes lograron sobrevivir, aunque con el dolor de no poder salvarla. |Foto EDH / Miguel LemusVitelia, una vecina de la familia afectada, muestra el lugar donde vivía Nancy con su familia. La tragedia ocurrió en la colonia Cuscatlán y comunidad La Pilona, en Ciudad Delgado. |Foto EDH / Miguel LemusEl deslizamiento de tierra arrastró llantas, piedras y lodo. Cayó justamente en el lugar donde Nancy Verónica dormía. Foto EDH / Miguel LemusEsto es lo que queda de la habitación de Nancy Verónica luego de que el talud sepultara parte de su casa. |Foto EDH / Miguel LemusAlgunas de sus pertenencias quedaron entre lodo. Foto EDH / Miguel LemusAlgunas de sus prendas de vestir podían verse en lo que queda de su casa. |Foto EDH / Miguel LemusUnos anteojos en el lugar en el que murió la joven. |Foto EDH / Miguel LemusFoto EDH / Miguel LemusSegún los familiares, la mayor dificultad fue recuperar el cuerpo, ya que Nancy quedó atrapada bajo una llanta de grandes dimensiones.| Foto EDH / Miguel LemusLa ropa recién lavada de la joven aún permanece tendida en el lugar. |Foto EDH / Miguel LemusVista de la colonia Cuscatlán, comunidad La Pilona, en Ciudad Delgado. |Foto EDH / Miguel LemusUn muro improvisado de llantas colapsó debido a la saturación del terreno por las fuertes lluvias, cayendo directamente sobre una vivienda de lámina y madera.| Foto EDH / Miguel Lemus Según familiares, a eso de las 4:30 de la madrugada del 7 de octubre, en medio de la lluvia, escucharon un fuerte estruendo: primero cayó una lámina, luego vino el derrumbe del muro de llantas apiladas.|Foto EDH / Miguel Lemus
