Motocicletas y bicicletas eléctricas: el desafío invisible de la seguridad vial en el país
Más de cien mil motocicletas estarían circulando aún en El Salvador a pesar de estar fuera del sistema, de acuerdo a ASAMOTO. La inseguridad vial aumenta por el auge de las bicicletas eléctricas, cuyos conductores podrían no estar capacitados al no tener que contar con licencia
El parque vehicular oficial de motocicletas en el país es de 665,372; sin embargo, a criterio del presidente de la Asociación Salvadoreña de Motociclistas (ASAMOTO), Hermes Bonilla, la cifra podría ascender a las 800,000 porque hay un buen número que está fuera del sistema y continúan circulando, principalmente, en las zonas rurales.
Las estimaciones de Bonilla indican que cerca de 134,628 motocicletas circulan sin contar con placa y la respectiva tarjeta.
El vicepresidente de la asociación y gerente de formación técnica de la iniciativa Movilidad Segura y Sostenible (MOVES El Salvador), Fidel Medrano, también se mostró preocupado por la circulación, que ha ido en aumento, de las denominas bicicletas eléctricas que no necesitan placas para circulación y tampoco las personas que las conducen no requieren de licencia, al no estar legislado en el Reglamento General de Tránsito y Seguridad Vial.
Dicha cifra será adicional al estimado inicialmente.
Medrano reconoció que este tipo de vehículos, al igual que los scooter, merecen su respectivo espacio pero que representan un riesgo si no se hace bajo un esquema ordenado.
“Hoy los tiempos son diferentes y tenemos que vigilar la seguridad vial de ellos y de los que ya estamos formando parte”, recomendó el vicepresidente de la asociación.
Mientras que Bonilla explicó que algunas, según la póliza de importación, sí requieren de placa, “pero la mayoría que se está vendiendo como juguete, el problema es que están entrando a la calle y entonces ellos (conductores) están como sin saber qué reglas hay. Son un vehículo con el cual hay que tener cuidado”.
Después de los automóviles, las motocicletas son las más utilizadas por los salvadoreños para desplazarse. Esta imagen es en el bulevar del Ejército en Soyapango| Foto EDH / Francisco Rubio
La dependiente de un negocio donde comercializan bicicletas eléctricas, en el departamento de Ahuachapán, confirmó que para conducirlas, no se requiere licencia ni uso de placas.
“Al tener pedales no lo van a parar los policías”, señaló mientras daba las especificaciones de uno de estos vehículos.
Dijo que su precio ronda los $400, tiene capacidad de llevar 250 libras y las baterías alcanzan una autonomía máxima de 45 kilómetros.
Cuando la carga de las cuatro baterías que llevan se termina, su conductor puede hacer uso del modo de pedal para continuar su recorrido.
Las baterías se cargan con el sistema eléctrico del hogar.
«Hay una serie de motos de más de media hora de uso, en la duración de batería, que esas se han vendido como bicicletas y las bicicletas no requieren placas”
Hermes Bonilla ASAMOTO
El Observatorio Nacional de Seguridad Vial reporta un parque vehicular de 1,971,014 de los cuales únicamente 620 tiene registro que son eléctricos, sin especificar si se trata de vehículos de cuatro ruedas o de otro tipo.
Mientras que los vehículos híbridos ascienden a 1,883; es decir apenas un 0.10% del parque vehicular de El Salvador.
Educación
Medrano señaló que la educación vial de los conductores de todo tipo de vehículo, incluyendo las bicicletas eléctricas, es importante porque son parte del tráfico, por lo que deben de conocer cuáles son sus derechos y obligaciones.
Reconoció que actualmente no hay manera de conocer si las personas que están conduciendo este tipo de vehículos han recibido alguna capacitación.
“Hay reglas para la seguridad vial, empezando por un casco. Si yo voy a utilizar uno de estos vehículos, es obligatorio que usemos un casco. ¿Por qué? porque si yo tengo un siniestro, me golpeo la cabeza en la orilla de una acera, puedo fallecer. Lo que queremos es asegurar la seguridad, valga la redundancia, de ellos y de los demás que estamos alrededor”, reflexionó.
En términos generales, en el país han ido en aumento los siniestros viales respecto al año pasado.
En el 2024 hubo 54 accidentes viales cada día; mientras que para este año ascendió a 59.
Los siniestros de motocicletas también experimentan un comportamiento similar ya que el año pasado se contabilizaron a diario diez hechos y para el 2025 se elevaron a doce.
El promedio diario de lesionados pasó de nueve a once, respectivamente.
El incremento del parque vehicular correspondiente a motocicletas también ha generado que los siniestros viales en este tipo de vehículos vayan al alza. Foto EDH/Cortesía
Bonilla señaló que “toda la vida estamos apagando el incendio y no estamos buscando evitar el incendio”, en referencia a que se requiere de educación vial para prevenir dichos hechos.
Parte de la educación vial que ASAMOTO y MOVES brindan a los motociclistas es utilizar el freno delantero.
Nueve de cada diez conductores de este tipo de vehículo no sabe frenar con dicho dispositivo delantero. Además enseñan a conducir a una velocidad adecuada.
“Siempre en nuestras capacitaciones les enseñamos a la gente, primero, que la moto no es peligrosa, el peligroso es quien la conduce”
Fidel Medrano MOVES El Salvador
Entre enero y agosto de este año fueron emitidas 193,552 licencias de conducir; de las cuales 43,511 fueron entregadas a motociclistas.
Para Medrano, los motociclistas deben de entender que una licencia no los hace un buen conductor; sino que implica cumplir la ley.
En un informe sobre seguridad vial de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), su director, Jarbas Barbosa, reconoció que “a pesar de los esfuerzos realizados”, las cifras siguen siendo inaceptables.
Además de que la seguridad vial no es solo un tema de infraestructura o legislación; sino que es cuestión de vida o muerte para millones de personas.
“La seguridad vial sigue siendo un importante desafío para la salud pública en la región… Es crucial que los países implementen medidas integrales para proteger a todos los usuarios de las vías, especialmente a los más vulnerables”, afirmó Barbosa.
El informe de la OPS indicó que en la región de las Américas, desde 2009 hasta 2021, las muertes de motociclistas, peatones y ciclistas pasaron del 39% al 47% del total de muertes por siniestros viales.
Mientras que en el 2021, los motociclistas representaron el 27% de las muertes, los peatones el 17% y los ciclistas el 3%; datos que contrastan con la leve disminución observada en la mortalidad de los ocupantes de vehículos de motor de cuatro ruedas.