El espíritu navideño se adelantará este año en el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), donde mañana, jueves 27 de noviembre, se celebrará el concierto Navidades Vicentinas I, un evento dedicado a la interpretación de villancicos coloniales compuestos por músicos salvadoreños del departamento de San Vicente entre los siglos XVIII y XX.

El recital estará a cargo de la Orquesta María de Baratta, acompañada por las reconocidas solistas Rosvita Duarte, soprano, y Claudia Acosta, mezzosoprano, quienes darán vida a un repertorio cuidadosamente rescatado y transcrito para su ejecución contemporánea.

La propuesta musical incluye diez obras que forman parte del Fondo de Músicos Vicentinos (FMV), una colección patrimonial de enorme valor histórico y cultural que ha permanecido resguardada durante décadas y que ahora puede ser consultada en las instalaciones del MUPI. La selección de las piezas de este concierto destaca por su rareza, su profundidad religiosa y su valor documental, pues retrata las prácticas musicales y las tradiciones navideñas antes de la globalización de las celebraciones decembrinas.

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La Orquesta María de Baratta, reconocida por su compromiso con el rescate de la identidad sonora salvadoreña, se une al MUPI en esta iniciativa como parte de una alianza que busca reforzar el trabajo de preservación, estudio y difusión de la música histórica del país. La propuesta se alinea con la filosofía artística de la orquesta, centrada tanto en la recuperación de las tradiciones musicales autóctonas como en la ejecución académica y rigurosa de repertorios antiguos.

Ángel Duarte Novoa, curador de acervos musicales del MUPI, quien también participó en el proceso de clasificación, paleografía y transcripción de las composiciones, explicó que este recital busca dar a conocer un acervo musical poco explorado.

“Este concierto en un hito en la historia musical del país. Son villancicos navideños dedicados al niño Dios, entre ellos uno de 1790, de José Teodoro De Pino, que era un compositor, asumimos, guatemalteco. Son tres obras realmente ‘coloniales’ anteriores a 1821 las que se presentarán. Los otros dos villancicos son de 1811 y de 1813”, explica Duarte Novoa.

“Se trata de un concierto monográfico, con el cual se busca promover el rescate del acervo de música histórica salvadoreña. En este caso, se trata de un repertorio de villancicos, los cuales han sido paleografiados y transcritos para que ahora los podamos escuchar en la interpretación de una orquesta. Estos villancicos retratan la forma en que nuestros pueblos celebraban la Navidad desde antes de la narrativa global y comercial en la actualidad. Tres de estas piezas pertenecen a la época colonial”, comentó Duarte.

Un legado musical muy valioso

El Fondo de Músicos Vicentinos, del que provienen las obras seleccionadas para este recital, está constituido por más de 700 piezas musicales pertenecientes al archivo profesional de Luis Miranda Silva, músico destacado en el ámbito eclesiástico y social de San Vicente. La colección, compuesta casi en su totalidad por manuscritos, fue preservada durante décadas por la familia Miranda y posteriormente donada al MUPI gracias a la mediación del investigador Álvaro González Soriano. Su llegada al museo representó un hito en el rescate de la memoria sonora del país, ya que reúne materiales que abarcan más de un siglo de tradiciones musicales.

El repertorio del FMV ofrece un panorama amplio del quehacer musical salvadoreño de los siglos XVIII al XX. La mayoría de las obras fueron compuestas para ceremonias y celebraciones de la Iglesia católica, incluyendo misas, salmos, responsos fúnebres, cantos marianos, alabados y marchas procesionales.

Gran parte de las piezas refleja el papel central que la música desempeñó en la vida religiosa y cotidiana de las comunidades salvadoreñas de la época. Se conservan también valses, mazurcas y obras destinadas a bandas militares, lo que demuestra la diversidad de géneros que circulaban en el país en aquel entonces.

Aunque la colección no contiene sinfonías ni conciertos de gran formato, sí incluye obras que destacan por su complejidad instrumental, con arreglos que incorporan trompas, timbales y el oficleido, un instrumento de viento-metal de uso poco habitual en el repertorio salvadoreño moderno. Del mismo modo, se encuentran alrededor de quince obras de compositores universales como Verdi, Waldteufel, Strauss, Chueca y Juventino Rosas, cuyas partituras fueron adaptadas de manera anónima para su ejecución por orquestas locales y bandas de la época.

Un significado especial

El rescate de este archivo ha sido posible gracias al trabajo conjunto de especialistas, músicos, historiadores y estudiantes. Ángel Duarte Novoa, junto al personal del MUPI y estudiantes de la Universidad José Matías Delgado, llevó a cabo la lectura paleográfica y la transcripción digital de las partituras. Este proceso fue indispensable para que la Orquesta María de Baratta pudiera interpretar las obras en formato orquestal actual.

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La importancia de este concierto radica no solo en su valor artístico, sino también en su aporte al reconocimiento de una memoria cultural que ha permanecido en silencio durante décadas. La ejecución de estas obras permite comprender cómo se construyó la identidad musical salvadoreña, cuáles influencias estuvieron presentes en distintas épocas y cómo la tradición religiosa moldeó buena parte del repertorio musical histórico.

Navidades Vicentinas I también tiene un significado especial para el MUPI, pues inaugura oficialmente las actividades de conmemoración de su treinta aniversario, que se cumplirá entre 2025 y 2026. Desde su fundación en 1996, el museo ha trabajado en la promoción de las memorias colectivas, la investigación histórica y la preservación del patrimonio cultural. Este concierto se suma a los esfuerzos de la institución por promover una visión amplia de la identidad nacional que incluya su dimensión sonora y musical.

Los visitantes podrán disfrutar de esta experiencia en un espacio íntimo y cargado de historia. El Museo de la Palabra y la Imagen está ubicado en la 27 Avenida Norte, Urbanización La Esperanza #1140, en San Salvador. La actividad promete convertirse en un punto de encuentro entre la comunidad académica, los amantes de la música antigua y el público general interesado en redescubrir tesoros musicales que forman parte esencial de la memoria cultural salvadoreña.

Con este recital, el MUPI y la Orquesta María de Baratta reafirman su compromiso con la preservación del patrimonio musical del país, ofreciendo una oportunidad única para escuchar obras que, pese a haber sido compuestas hace más de un siglo, continúan resonando con la esencia y la sensibilidad de la identidad salvadoreña. Los villancicos vicentinos, nacidos en contextos comunitarios, religiosos y artísticos muy distintos a los actuales, vuelven a cobrar vida en un escenario que busca honrar el pasado y proyectarlo hacia las nuevas generaciones.