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Sala Aura, un colorido tributo a Fernando Llort, su esposa y su valioso legado

La nueva sala de exposición, ubicada en el corazón del taller El Árbol de Dios, abrió sus puertas para celebrar la vida, obra y amor compartido del maestro Llort y su esposa, Aura Stella.

Sala Aura, Fernando Llort

La magia y el color del arte de Fernando Llort, el artista salvadoreño más emblemático del siglo XX, vuelven a brillar en la recién inaugurada Sala Aura, un espacio dedicado a honrar su legado y el de su esposa, Aura Stella, con quien compartió no solo su taller y sus sueños, sino una visión profunda del arte como herramienta de paz y comunidad.

El nuevo recinto se encuentra dentro del taller El Árbol de Dios, ubicado en la colonia Escalón, un lugar que por varios años ha sido sinónimo de creatividad y cultura.

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Con esta sala, la familia Llort busca mantener viva la esencia del maestro, permitiendo que visitantes nacionales y extranjeros se acerquen a su obra y experimenten de primera mano el espíritu de su arte.

Sala Aura, Fernando Llort
Una de las piezas expuestas en Sala Aura. Foto: El Árbol de Dios

En la Sala Aura, los visitantes pueden admirar una colección de piezas originales que reflejan la filosofía de Llort: la conexión entre el ser humano, la naturaleza y la espiritualidad.

Cada figura, color y símbolo es una invitación a mirar el mundo con esperanza y alegría, valores que el artista promovió incansablemente.

A través de este espacio se pretende que las personas puedan tener una experiencia más cercana con Fernando Llort y todo su legado, conociendo sus orígenes, transitando por su historia, sus pensamientos, su filosofía, su universo, sus raíces, su espiritualidad, viendo y percibiendo de cerca donde trabajaba, sus herramientas, materiales, su “Mundo”, sintiendo esa ‘aura’ mágica que lo envolvía y transmitía a través de sus ‘dibujitos”.

Sala Aura, Fernando Llort
Momento del acto de inauguración de la Sala Aura, Fernando Llort. Foto: El Árbol de Dios

Además de recorrer la exposición, el público tiene la oportunidad de participar en talleres, crear sus propias piezas, visitar la galería y adquirir artesanías inspiradas en su estilo inconfundible.

Nacido en San Salvador en 1949, Fernando Llort Choussy estudió arquitectura y teología, pero fue en el arte donde encontró su verdadera vocación. Tras una estancia en Europa y México, regresó al país en los años setenta para fundar la comunidad artística de La Palma, Chalatenango, donde impulsó un movimiento cultural que transformó la zona. Con su guía, decenas de artesanos aprendieron técnicas que combinaban madera, colores vibrantes y símbolos inspirados en la vida rural salvadoreña.

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Su estilo, una mezcla de ingenuidad, simbolismo y folclor, se convirtió en un emblema nacional. La fachada de la catedral Metropolitana de San Salvador, decorada con sus famosos mosaicos, fue uno de sus trabajos más reconocidos, aunque años después las piezas fueron retiradas. Sin embargo, su legado sigue intacto en cada taller, mural y artesanía que reproduce su lenguaje visual.

Sala Aura, Fernando Llort
Juan Pablo Llort, hijo del artista Fernando Llort. Foto: El Árbol de Dios

La Sala Aura no solo recuerda su aporte artístico, sino también la historia de amor que compartió con Aura Stella, quien fue su musa, compañera y parte fundamental del proyecto de vida que ambos construyeron. El espacio, además, promueve el arte participativo, una de las mayores enseñanzas del maestro: que el arte no debe ser exclusivo, sino una experiencia colectiva.

Con esta nueva sala, el espíritu de Fernando Llort continúa floreciendo, invitando a todos a mirar la vida con los ojos del color, la esperanza y la fe en el poder transformador del arte.

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