El cineasta Luc Besson presenta un Drácula inédito, romántico y profundamente humano, en una superproducción que fusiona horror, pasión y estética gótica en la bella época parisina.
El cineasta Luc Besson presenta un Drácula inédito, romántico y profundamente humano, en una superproducción que fusiona horror, pasión y estética gótica en la bella época parisina.
El legendario vampiro regresa a la pantalla grande bajo la dirección de Luc Besson, quien propone una versión alejada del terror clásico y más cercana a un drama romántico. “Drácula: una historia de amor”, protagonizada por Caleb Landry Jones, Christoph Waltz, Matilda De Angelis y Zoë Bleu, sitúa la historia en el París de la bella época, priorizando la pasión y la tragedia sobre el miedo puro, según detalló “Infobae”.
La trama, inspirada en la novela de Bram Stoker pero con cambios sustanciales, convierte al conde en un personaje marcado por la pérdida. Su obsesión: encontrar a la reencarnación de su esposa Elisabeta. Tras 400 años de espera, Drácula ve en Mina —idéntica a su amada— la oportunidad de cerrar un ciclo, valiéndose incluso de un misterioso perfume para atraerla y desafiar al destino.
Caleb Landry Jones encarna a un vampiro trágico y encantador, mientras Christoph Waltz interpreta a un sacerdote que aporta el contrapunto racional y espiritual, confrontando la obsesión del protagonista. Este personaje, pragmático y devoto, introduce una dimensión ética y filosófica en la lucha entre lo humano y lo sobrenatural. Por su parte, Matilda De Angelis y Zoë Bleu enriquecen la narrativa con matices que exploran la redención y la oscuridad emocional.
Besson escribió el guion pensando exclusivamente en Jones. “Le dije: ‘estarías genial como Drácula’. Entonces pensé: ‘¿sabes qué? Voy a escribirlo’”, relató el director, según recopila “Infobae”. Este enfoque personal se traduce en una visión renovada, donde el vampiro no solo es un monstruo, sino un ser complejo, cargado de anhelos y contradicciones.
La producción, una de las más costosas del cine francés reciente, tuvo un presupuesto de 49,5 millones de dólares. El rodaje incluyó escenarios naturales en Finlandia y decorados de más de 4.000 metros cuadrados en los estudios Darkmatters de París, recreando un imponente castillo de Transilvania. La propuesta visual combina paisajes góticos, vestuarios suntuosos y una atmósfera que mezcla horror, romance y humor negro.
Con “Drácula: una historia de amor”, Besson desafía más de un siglo de adaptaciones del mito, manteniendo su esencia pero reformulándola desde la óptica del amor y la reencarnación. La película se estrenó el pasado 30 de julio en Francia, pero en El Salvador, a la fecha en que se publica la nota, está disponible a través de la plataforma de streaming MUBI.
Este artículo fue redactado con asistencia de IA
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