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“Demon Slayer” convierte el cine en un campo de batalla

Dos estrenos imperdibles llegan a la pantalla grande este día: acción épica y terror sobrenatural. Dos propuestas que, aunque muy distintas, comparten un mismo objetivo: mantener a los cinéfilos al borde de sus asientos.

“Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba el castillo Infinito”. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / IMDb

La cartelera de cine se renueva a partir de este día con dos propuestas que prometen conquistar a públicos muy distintos: la esperada “Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba el castillo Infinito”, que marca el inicio del desenlace de una de las sagas más exitosas del anime, y “Beezel”, una aterradora historia que explora el horror de una criatura insaciable escondida en un sótano maldito.

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Mientras los fanáticos del anime se preparan para presenciar la batalla definitiva de Tanjiro Kamado contra los demonios más poderosos, los amantes del terror tendrán una nueva pesadilla en pantalla con “Beezel”, un relato lleno de sangre, posesiones y un monstruo que nunca se sacia.

“Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba el castillo Infinito”

“Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba el castillo Infinito”. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / IMDb
“Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba el castillo Infinito”. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / IMDb

La espera de millones de fanáticos llegó a su fin. «Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba el castillo Infinito» aterriza este día en las salas de cine del país con la primera parte de una trilogía destinada a cerrar uno de los animes más influyentes de la última década.

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Desde su estreno, la historia de Tanjiro Kamado y su lucha contra los demonios ha capturado a audiencias en todo el mundo. Con la animación impecable del estudio ufotable, batallas intensas y un universo narrativo rico en personajes memorables, la franquicia se convirtió en fenómeno global, rompiendo récords de taquilla con entregas anteriores como Mugen Train.

En esta nueva película, la trama coloca a Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke en una situación desesperada. El temible Muzan Kibutsuji, líder supremo de los demonios, irrumpe en la mansión Ubuyashiki, dejando a los cazadores de demonios en una posición crítica. El giro más impactante ocurre cuando todos son arrastrados al Castillo Infinito, un espacio distorsionado que obedece a la voluntad de Muzan, lleno de pasillos interminables, trampas y sombras que se convierten en armas letales.

Dentro de este escenario, los protagonistas deberán enfrentarse a los demonios más poderosos jamás vistos, con combates que prometen ser tan emocionantes como devastadores. Una de las secuencias más esperadas por los fanáticos es la batalla entre Shinobu Kocho, la Pilar del Insecto, y el demonio Douma, cuya capacidad de manipular el hielo desafía la estrategia y resistencia de la cazadora. Shinobu demostrará que la fuerza física no lo es todo: su habilidad para crear venenos letales se convertirá en un factor decisivo en el enfrentamiento.

Más allá de las peleas, la película plantea una gran carga emocional. Tanjiro deberá confrontar no solo a sus enemigos, sino también sus miedos, el recuerdo de su familia perdida y el peso de ser uno de los últimos rayos de esperanza para la humanidad. El destino del Cuerpo de Exterminio de Demonios pende de un hilo, y cada movimiento en el Castillo Infinito puede significar la diferencia entre la supervivencia y la aniquilación.

“Beezel”

"Beezel". Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / IMDb
«Beezel». Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / IMDb

El cine de terror presenta «Beezel», dirigida por Aaron Fradkin. Esta cinta apuesta por una atmósfera opresiva y perturbadora que juega con un miedo muy antiguo: lo que acecha en el sótano.

La historia se centra en Beezel, una criatura monstruosa que habita en el subsuelo de una casa y que sobrevive devorando carne humana. Con un hambre insaciable y el poder de manipular las mentes de quienes habitan en la vivienda, Beezel se convierte en el verdadero dueño del hogar, condenando a cada familia que entra en él a un destino trágico.

"Beezel".

Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / IMDb
«Beezel». Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / IMDb

El relato comienza en 1966 con la familia Weems. Harold, el padre, pierde a su esposa y a su hijo cuando ambos son sacrificados a la bestia. Desesperado por probar su inocencia ante un mundo que lo señalaba como asesino, Harold documenta los horrores ocurridos en el sótano: cuerpos en estado de descomposición, huesos infestados de gusanos y escenas que ningún humano podría haber causado. Sin embargo, su obsesión y la manipulación de Beezel lo llevan a convertirse en cómplice del monstruo, arrastrando consigo a su nueva esposa y a un documentalista al que pretendía sacrificar.

La maldición se perpetúa con el paso del tiempo. Décadas más tarde, la señora Weems, envejecida y corrompida por la criatura, continúa alimentándola con cada enfermera que llega a cuidarla. El ciclo se repite hasta 2003, cuando Naomi, una de las cuidadoras, descubre la verdad demasiado tarde y termina devorada en el sótano.

El horror se renueva diez años después, cuando Lucas, hijo de la señora Weems, regresa a la casa con su esposa con la intención de venderla. Pero la criatura fija su atención en la mujer, manipulándola hasta poseerla. Ella termina dando a luz a un hijo monstruoso que pronto es devorado por Beezel, fortaleciendo aún más a la bestia.

La película culmina con la llegada de nuevos inquilinos, una familia inocente que desconoce el oscuro secreto que se esconde bajo sus pies. Los espectadores, en cambio, son conscientes de que el ciclo continuará, generando un final tan inquietante como inevitable.

Más allá del gore explícito, «Beezel» juega con la idea del horror heredado, de cómo una maldición puede transmitirse de generación en generación, atrapando a los personajes en un destino imposible de romper. Es una metáfora de los miedos que se heredan en las familias, pero llevada a un extremo macabro y visceral.

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