El parque vehicular ya supera los 2 millones de unidades. Año con año la cantidad de vehículos ha ido en aumento, lo que conlleva varias dificultades para conductores y usuarios.
En Los Próceres transitan más de 86,078 automóviles al día, sin contar pick ups y motos. | Foto EDH /Lissette Monterrosa
La cantidad de vehículos que circulan en El Salvador ha llegado a los 2 millones 8 mil 156 en 2025. Un incremento que desde 2015, cuando habían 925 mil 448, ha venido variando entre el 7 % y 9 %, según las cifras hasta el 1 de diciembre pasado del Observatorio Nacional de Seguridad Vial.
De esa cantidad, un millón 325 mil 475 son carros (tipo sedán, camiones, buses, microbuses, entre otros), equivalentes al 66 %, y 682 mil 680 son motocicletas, es decir, el 34 %.
Solo en el distrito de San Salvador se concentra la mayor cantidad de vehículos, con 244 mil 358 unidades. Le siguen el distrito de San Miguel con 95 mil 957 y Soyapango con un registro de 85 mil 448.
En medio de esos números están los conductores y usuarios del transporte público que día a día se sortean entre el congestionamiento, el bullicio de los cláxones, semáforos en mal estado, baches y la desesperación.
“El tráfico afecta bastante al estrés. Yo vivo lejos de mi trabajo y es una hora de camino de ida y otra hora de vuelta”, afirma Diego M., un joven conductor que vive en Santa Tecla.
“Hay personas que pasan hasta seis horas en el tráfico todos los días en ir y regresar de sus trabajos, eso afecta la salud mental y física. A mí me afecta en cuanto a tiempo, energía y en lo económico”, lamenta Armando C., otro conductor de vehículo.
“La cantidad de vehículos es una situación dura de vivir porque hace que uno pasa más tiempo en el tráfico y tiene efectos en su salud por el tiempo que uno no puede dedicarle a dormir bien”.
De acuerdo con las estadísticas de dicho Observatorio, 2024 cerró con 1 millón 874 mil 301 vehículos circulando por las calles salvadoreñas, pero a casi un año después, al 1 de diciembre de 2025, se sumaron 548 mil 825 automotores.
El bulevar Los Próceres, en el sector del Árbol de La Paz a la 49a Avenida Sur es el que más tránsito de vehículos tiene. | Foto EDH / Lissette Monterrosa
“Ya no cabemos, las calles no están diseñadas para la carga vehicular que hay, además los semáforos no están bien sincronizados y eso no ayuda”, añade Evelyn L. una joven que al igual que otras tantas personas debe bregar con el tráfico capitalino.
“Creo que las empresas y gobierno le deben dar más transporte a sus empleados, así ellos ya no tendrían que usar vehículos particulares”, sugiere Rodrigo A., un trabajador que viaja desde Quezaltepeque para ir a su trabajo en San Salvador.
A criterio del especialista en transporte y municipalismo, Andrés Espinoza, “lo que más preocupa es que parece que a nadie le preocupa. En solo cinco años más vamos a tener más de 3 millones de vehículos, si seguimos esta tasa de crecimiento anual o, seguramente, vamos a necesitar el doble de calles que tenemos ahora”.
Por su parte, el coordinador del programa Sin Bicicleta no hay Planeta del CESTA, Jesús López, señala que “las entradas a San Salvador están colapsadas, lo mismo pasa en las calles que son de entrada para Santa Ana, San Miguel, Usulután”. Una realidad preocupante para dicha organización ambientalista por las implicaciones que trae para la calidad de vida de las personas, la movilidad y el medio ambiente.
Propuestas ante la carga vehicular
Por ello, CESTA plantea la necesidad de implementar el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo para “disminuir el parque vial, reducir los impactos de los gases de efecto invernadero mediante el uso de este transporte más económico y accesible”, propone López.
Después de los automóviles, las motocicletas son las más utilizadas por los salvadoreños para desplazarse. Esta imagen es en el bulevar del Ejército en Soyapango| Foto EDH / Archivo
“El reto es enorme. Esto no es un problema de Gobierno, sino de Estado. Una de las soluciones ya no debe ser seguir privilegiando el vehículo privado. Aplaudo el plan del metrocable pues por lo menos se está discutiendo el problema”, opina Espinoza.
A finales de septiembre el Ministerio de Obras Públicas anunció que iniciaría la construcción del primer metrocable en San Salvador, un proyecto que intentará aliviar el tráfico vehicular en la capital, una alternativa distinta a los buses y al vehículo privado.
“Sí hay que mejorar la infraestructura vial, pero primero hay que controlar el parque vial, lo otro es mejorar el sistema de transporte público”, exhorta López.
Otra de las medidas “inmediatas”, a juicio del especialista en transporte, podría ser escalonar los horarios de entrada a los centros escolares, de los trabajadores públicos y luego de empleados del sector privado para descongestionar las calles en las horas pico.
“Hay que dignificar al usuario”, finaliza el especialista.
Entre discusiones, opiniones, debates y planes gubernamentales, los usuarios y conductores, que deben sortearse en el tráfico diario esperan que las verdaderas soluciones lleguen y que el transitar ya no sea una odisea.
