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«Cartas a tía Margoth», un regalo de Navidad que revela el universo de Ricardo Lindo

El Museo de la Palabra y la Imagen (Mupi) lanza un tesoro epistolar que desvela el alma del poeta Ricardo Lindo. Reunidas por primera vez, las cartas navideñas dedicadas a su tía Margoth son un testimonio de amor, fantasía y el humanismo profundo del escritor salvadoreño.

Escritor, pintor e investigador salvadoreño Ricardo Lindo Fuentes

El pasado reciente de la cultura salvadoreña se tiñó de nostalgia y celebración durante el lanzamiento del libro “Cartas a tía Margoth”, una obra póstuma que el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI) ha traído a la luz para revelar la faceta más tierna y creativa del inclasificable poeta, narrador e investigador Ricardo Lindo Fuentes.

En la presentación no solo se honró la palabra y el humanismo del escritor, también se reunió a quienes fueron sus confidentes y compañeros de viaje, tanto en la aventura literaria como en el laberinto de sus propias voces.

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La obra es el resultado de un anhelo de su primo, el diplomático Francisco Altschuls, quien soñaba con compartir este compendio de gestos simples y profundos con el mundo.

Como bien expresó Carlos Henríquez Consalvi, director del Mupi esa noche: “Celebramos la magia de los gestos simples, de esas cartas que, escritas con amor, siguen llegando —tantos años después— a tocar nuestros corazones”.

Portada del libro "Cartas a tía Margoth" de Ricardo Lindo
Portada del libro «Cartas a tía Margoth» de Ricardo Lindo, a la venta en el Museo de la Palabra y la imagen (Mupi). Foto: cortesía Mupi
Escritor, pintor e investigador salvadoreño Ricardo Lindo Fuentes
La tía Margoth, a quien Ricardo Lindo le obsequiaba cada Navidad un texto con un dibujo o una pintura. Foto: cortesía del Mupi

EL REGALO

Cada Navidad, Ricardo Lindo cultivaba una tradición entrañable. Mientras otros compraban regalos, él tomaba lápiz y papel para crear un obsequio único para su tía Margoth: un dibujo, un poema, un cuento, o una pequeña obra de teatro.

Estas misivas, que ahora se reúnen en el libro lanzado por el Mupi, son pequeñas ventanas a su mundo interior, un universo donde la inocencia convivía con la sabiduría, la ironía con la belleza y la fantasía con una verdad que él mismo evocó: «Más bellas son las cosas evocadas que aquellas que palpamos con las manos».

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Es en estas cartas donde el poeta imaginó lugares míticos como la Atlántida, dejando constancia de un alma que constantemente buscaba trascender lo palpable.

La hermana menor de Ricardo, Astrid Lindo Fuentes, compartió una emotiva semblanza con los asistentes a la presentación, destacando la infancia marcada por el desarraigo.

Lanzamiento del libro "Cartas a tía Margoth" de Ricardo Lindo
La hermana menor de Ricardo Lindo, Astrid (d), durante su intervención en el lanzamiento del libro. A la izquierda, mirándola, Roberto Salomón. Foto: cortesía del Mupi

Siendo hijo del célebre poeta Hugo Lindo, el escritor creció en una casa donde la poesía era parte del aire, con visitantes ilustres y paredes tapizadas por obras de arte de maestros nacionales de la talla de Carlos Cañas y Salarrué, entre otros.

Pero fue la influencia materna, de la abuela María y la tía Margoth, la que nutriría su imaginación, esa palabra que, según sus hermanos, tiene “mucho trabajo que hacer” cuando se habla de Ricardo.

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Desde muy pequeño, Ricardo fue un «niño especial» que tejía cuentos. Tenía amigos imaginarios —duendes— y creaba títeres para montar funciones de guiñol. Sus primeros años estuvieron marcados por la emigración familiar, comenzando en 1953 con el traslado a Chile.

A los diez años en Santiago, su vocación fue innegable: fundó el Club Cultural Alonso García, un espacio donde se desarrollaban competencias culturales. Y con solo 14 años, ya publicaba poemas en la revista de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile.

Escritor, pintor e investigador salvadoreño Ricardo Lindo Fuentes
Ricardo Lindo en sus primeros años, posando con su hermana mayor. Foto: cortesía Mupi

Los jardines de la abuela María y la tía Margot fueron el “vivero para la imaginación” que alimentó su alma viajera.

POETA TOTAL

El director de teatro Roberto Salomón, amigo de la infancia y juventud de Lindo, atesora anécdotas que ilustran la personalidad compleja e inclasificable de quien fue un amigo muy especial.

Salomón describió a Lindo como un “poeta total” y un ser de profundas contradicciones: un hombre de gran rigor intelectual, pero al mismo tiempo, de un desorden notorio.

Escritor, pintor e investigador salvadoreño Ricardo Lindo Fuentes
Un joven Ricardo Lindo junto al poeta y diplomático chileno Juan Guzmán Cruchaga. Foto: cortesía del Mupi

El director del Teatro Luis Poma reveló que Ricardo se definía a sí mismo como un «diletante» (en el mejor sentido), alguien que investigaba distintos campos —teatro, poesía, narrativa— con la misma pasión. Era un «flaneur» que dejaba que el azar guiara sus descubrimientos.

El azar, de hecho, fue crucial en el inicio de su amistad, cuando Salomón conoció a Ricardo Lindo en Madrid en 1971, justo fuera de la oficina del entonces embajador de El Salvador, Hugo Lindo.

Salomón también hizo énfasis en que Ricardo fue producto de “sus voces”, unas voces internas, a veces dolorosas, que lo impulsaron a crear una obra admirable, como la fundación de la revista Ars, hecha en un periodo de gran vulnerabilidad personal.

A pesar de sus viajes a España y París, Ricardo Lindo siempre mantuvo un vínculo incondicional con sus seres queridos. La publicación de “Cartas a tía Margoth” es el último homenaje a esos ángeles protectores —su madre, su abuela María y su tía Margoth— que lo acompañaron hasta el final.

Escritor, pintor e investigador salvadoreño Ricardo Lindo Fuentes
Ricardo Lindo con su mamá en 2009. Foto: cortesía del Mupi
Escritor, pintor e investigador salvadoreño Ricardo Lindo Fuentes
Ricardo Lindo bebé en brazos de su madre. Foto: cortesía del Mupi

VOCACIÓN DE MEMORIA

Pero el libro “Cartas a tía Margoth” no es solo una obra literaria, sino también un artefacto de la memoria. Es un espejo que refleja la verdad fragmentada de un artista, «con todo el sentido de la palabra», que navegó entre la fantasía de sus cuentos y el compromiso histórico como investigador y cronista de su época.

Para quienes buscan sumergirse en la sensibilidad de los grandes referentes de la literatura salvadoreña, o para quienes desean explorar la génesis de un artista tan singular como Ricardo Lindo, esta obra es un regalo navideño ideal. Es una celebración de la palabra, el color y la identidad.

El libro está disponible para su adquisición en las instalaciones del Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), ubicado en 27 Av. Norte, 1140. Urb. La Esperanza entre 19 y 21 calle poniente, San Salvador.

Al adquirirlo, los lectores no solo se llevan una porción de la inclasificable intimidad del poeta, sino que apoyan la misión del Mupi de preservar la memoria histórica y cultural de El Salvador.

Escritor, pintor e investigador salvadoreño Ricardo Lindo Fuentes
Ricardo Lindo (d) junto al director del Mupi, Carlos Henríquez Consalvi, «Santiago». Foto: cortesía del Mupi
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