En el barrio La Merced, sobre la 8.ª calle Oriente, en el Centro Histórico hay una antigua casa que para algunos no pasa inadvertida, es la número 322. |Foto EDH / Miguel Lemus Los detalles arquitectónicos denotan la antigüedad del inmueble. |Foto EDH / Miguel LemusLa imponente casa del Centro Histórico de San Salvador esconde historias de antaño y ruidos inexplicables que desafían la rutina de sus ocupantes. |Foto EDH / Miguel LemusEsta imponente casona de dos niveles ha transformado sus históricos salones y cuartos en talleres de oficio. A pesar de los años la casa se mantiene en pie y llamó tanto la atención porque el Ministerio de Cultura la declaró un Bien Cultural. |Foto EDH / Miguel LemusEstos espacios hoy funcionan como bodegas de los negocios, el cielo falso ya se encuentra desprendido. |Foto EDH / Miguel LemusEste es el pasillo que conduce a la parte superior de la casa; sin embargo, los trabajadores prefieren no subir debido a los «sustos», según comentan. |Foto EDH / Miguel LemusVista del pasillo de la planta alta donde se encuentran cuatro habitaciones, y dónde se escuchan ruidos extraños. |Foto EDH / Miguel LemusAlgunos mencionan haber visto sombras ocasionales o percibido aromas a hierbas que surgen y se desvanecen sin una explicación clara, pero ya están acostumbrados, mencionan. |Foto EDH / Miguel LemusSeñalan que nadie se atrevería a permanecer solo durante la noche por temor a supuestas apariciones. |Foto EDH / Miguel LemusEn la planta baja, hay unos diez cuartos. Muchos están cerrados, pero otros son ahora talleres y negocios: un local se dedica a hacer y vender vitrales y ventanas de vidrio. |Foto EDH / Miguel LemusEn las partes exteriores del patio el piso a cedido ante las inclemencias del tiempo. |Foto EDH / Miguel LemusEsta casa, que está cerca de la famosa Cuesta de Palo Verde, donde comenzó a surgir la ciudad capital, fue construida a principios del siglo XX como parte de una serie de elegantes residencias de dos niveles de la zona. |Foto EDH / Miguel LemusTiene una fachada recta de dos pisos, con seis grandes huecos para puertas y ventanas en cada nivel. |Foto EDH / Miguel LemusEs de madera, sus paredes y el techo tienen una cubierta de lámina metálica y detalles calados probablemente a mano. |Foto EDH / Miguel LemusEn la parte superior se encuentra una hilera de balcones con barandas de hierro, desde los cuales se aprecian otras antiguas casonas. |Foto EDH / Miguel LemusHasta hace unos años estaba tapada por pequeños negocios de repuestos y venta de artículos de segunda mano, pero tras quitarlos ahora se aprecia su gran fachada. |Foto EDH / Miguel Lemus
