Light
Dark

El arte textil salvadoreño que conquista los mercados asiáticos y europeos

En un pequeño taller lleno de hilos, texturas y bocetos de diseño, Daniela Rivas convierte la tradición artesanal salvadoreña en arte contemporáneo.

Daniela Rivas , microempresaria thumbnail

Daniela Rivas es salvadoreña y arquitecta de profesión, pero su verdadera pasión, nació entre colores y tejidos. «Siempre quise hacer algo propio, algo que uniera la técnica con lo humano, lo hecho a mano con el diseño actual», cuenta.

Así nació Navir, una empresa dedicada al arte textil y a la creación de piezas decorativas hechas artesanalmente por mujeres salvadoreñas.

Cada una de las piezas que produce entre tapices, murales y esculturas tejidas, combina técnicas ancestrales con un diseño contemporáneo que dialoga con la arquitectura moderna. 

Desde 2020, cuando Daniela decidió emprender solo con una idea y una máquina de coser, la joven fue sumando esfuerzos y talento.

Primero se unió una artesana, luego otras más, hasta conformar un pequeño equipo de mujeres que hoy trabaja junto a ella en su taller, además de colaborar con artesanos de diferentes pueblos del país.

«Buscamos resignificar el lujo de una forma artesanal», explica la joven empresaria, cuyos trabajos ya cruzaron varias fronteras.

Desde 2021, Navir exporta sus piezas a Francia, Italia, España, México, Argentina e incluso destinos lejanos como Filipinas y Tailandia. También ha encontrado clientes en América Central, el Caribe y Estados Unidos.

«Queremos seguir expandiéndonos. Lo hecho a mano tiene un valor enorme en el mundo, especialmente cuando se combina con diseño y autenticidad», afirma entusiasmada.

«Exportar no es fácil, pero se puede»

Daniela, se emociona al recordar cómo se decidió a llevar sus trabajos fuera del territorio. «No ha sido fácil», admite, sobre todo porque tiene que cumplir los estándares internacionales. 

Una de las principales dificultades ha sido el costo de los envíos internacionales, por el peso y la delicadeza de sus obras. 

También, aprender por cuenta propia los procesos de exportación, a lo que ha dedicado horas enteras leyendo, informándose y acudiendo a consultas con expertos en el tema.

 «El empaque es crucial, porque de eso depende que la obra llegue intacta y el cliente quede satisfecho», asegura.

Pese a los retos, Daniela considera que exportar ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado para su negocio.

 «Mi consejo para otros emprendedores es que no tengan miedo a vender en el exterior, que se acerquen a las instituciones que brindan asesoría, porque uno puede tener un gran producto, pero necesita guía para abrirse al mundo», concluye. 

Suscríbete a El Diario de Hoy
Patrocinado por Taboola