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Expresidente francés Sarkozy: Una «pesadilla» la prisión

«Ha sido duro y agotador», dijo Sarkozy al calificar su experiencia en prisión que sólo fue soportable, agregó, porque el personal penitenciario le ayudó.

«Una pesadilla». Así califica el expresidente francés Nicolas Sarkozy su estancia en la prisión parisina de La Santé durante sólo 20 días tras ser condenado a cinco años de cárcel por corrupción.

Sarkozy ha sido favorecido por un fallo del Tribunal de Apelación de París, que le permitió salir del presidio, pero debe permanecer bajo control judicial y no puede salir del país.

El que fuera jefe de Estado de Francia entre 2007 y 2012 había sido condenado el pasado septiembre a 5 años de cárcel por haber dejado que sus principales colaboradores negociaran con responsables del régimen de Muamar Gadafi para obtener dinero para la campaña de las elecciones presidenciales de 2007, que ganó.

«Ha sido duro y agotador», dijo Sarkozy al calificar su experiencia en prisión que sólo fue soportable, agregó, porque el personal penitenciario le ayudó.

Esta es una de las razones de por qué desgobernantes y dictadores como el venezolano Nicolás Maduro o el nicaragüense Daniel Ortega no quieren dejar el poder, además de que no poder vivir sin sus privilegios y sin decidir sobre vida y muerte de sus pueblos.

El dictador venezolano grita que «lucha por su país» y por el «legado de Bolívar y Chávez», pero realmente debe de aterrarle ser perseguido por la Corte Penal Internacional, ir a una cárcel, errar por el mundo buscando asilos o volver a una vida de chofer de buses.

Maduro ha ofrecido una serie de tratos a Estados Unidos con tal de que cese la amenaza de captura por una recompensa de 50 millones de dólares o una posible invasión a Venezuela. Mientras tanto, muestra una frágil confianza en su entorno, como en su momento la mostró Manuel Noriega en Panamá antes de caer en manos de los estadounidenses que invadieron Panamá en 1989.

En ambos casos, una de las razones poderosas es la vinculación con el tráfico de drogas, además de la represión y la corrupción.

Por ahora, Maduro pone a entrenarse militarmente a pobres venezolanos apenas alimentados o, al contrario, obesos que no pueden ejercitarse ni desplazarse con facilidad.

«Maduro se va, con negociación o sin ella»

El tiempo de Nicolás Maduro ha terminado, pero aún puede dejar el poder pacíficamente, declaró a la premio Nobel de la Paz venezolana María Corina Machado en una entrevista con AFP. 

Machado dijo que Maduro podría obtener garantías personales si cediera el poder pacíficamente. «Si continúa resistiéndose, las consecuencias serán enteramente de su responsabilidad… Con negociación o sin ella, (Maduro) abandonará el poder», vaticinó la dirigente opositora. 

El régimen de Maduro ha llevado a los venezolanos a niveles de pobreza al punto de buscar comida entre la basura y el éxodo de ocho millones de personas, sobre todo hacia los Estados Unidos.

Estados Unidos ha movido al Caribe una fuerza importante de barcos y portaaviones que hace posible una invasión de Venezuela, pero se ha limitado por ahora a bombardear lanchas que asegura que llevan droga procedente del país sudamericano, específicamente del Cártel de los Soles, en el que involucra a Maduro y su camarilla.

Sin embargo, Estados Unidos, que parecía inicialmente decidido a invadir, ahora parece más inclinado a presionar y desesperar políticamente a Maduro para que salga por su pie.

El destino de Maduro será el mismo de su camarilla, comenzando por Cabello, Padrino, los militares, diputados, policía política, que quizá no vuelvan a vivir tranquilos mandando a reprimir a su pueblo y viviendo en la opulencia, sino que tengan que huir permanentemente o pasar el resto de sus vidas tras las rejas.

Los pueblos oprimidos no olvidan. Por eso le pasaron una mortal factura al exdictador rumano Nicolae Ceacescu y al libio Muamar Gadafi.

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