En su locura, Putin no da marcha atrás por cuestiones de «imagen», contando con el apoyo de los chinos de que Putin «no puede perder la guerra…»
En su locura, Putin no da marcha atrás por cuestiones de «imagen», contando con el apoyo de los chinos de que Putin «no puede perder la guerra…»
🗒️NOTA DEL DÍA
La cumbre Estados Unidos/ Europa inicia hoy en Washington con la asistencia del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el valiente líder que la última vez que estuvo en la Casa Blanca recibió un trato denigrante y fue invitado a salir del recinto.
Pero esta vez Zelenski estará respaldado por los líderes de la Unión Europea, la OTAN, Alemania, Francia y Reino Unido.
El objetivo de la reunión no puede ser más claro: dar fin a la agresión rusa y de su enloquecido dictador Vladimir Putin, finalizar la matanza a gran escala de personas inocentes —entre ellas miles de miles de niños— y la destrucción indiscriminada de infraestructura, así como secuestro constante de niños y adolescentes que los rusos se llevan con el objetivo de indoctrinarlos con odio hacia Ucrania, además de poner freno a la muerte de militares tanto ucranianos como los rusos.
Siguiendo el viejo símil del «parto de los montes» cuando después de muchos truenos y rugidos lo único que sale a luz es un ratoncito, en la cacareada cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin, el pasado viernes, no hubo nada de importancia real, salvo que el criminal de guerra ruso fue el único ganancioso: no le impusieron un cese al fuego, lo que le permite continuar enviado a decenas de miles cada mes a la muerte.
El consuelo de Trump es decir que ya no procurará un alto al fuego, sino un «acuerdo de paz» que, obviamente, implicará la cesión de territorio ucraniano, algo que Kiev no aceptará. Putin quiere las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk para poner fin a la guerra, según el Financial Times.
Ucrania y los europeos esperaban que Trump sellara un alto el fuego con su par ruso. Pero no fue así. Además de Crimea, anexada por Rusia en 2014, el ejército ruso ocupa aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, en cuatro regiones del sur y el este (Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia).
En su locura, Putin no da marcha atrás por cuestiones de «imagen», contando con el apoyo de los chinos de que Putin «no puede perder la guerra…». Reunirse con las madres de los rusos que mueren o quedan lisiados en combate es un ritual que Putin tiene que hacer cada cierto tiempo, diciéndoles que las víctimas de su insania se han sacrificado «defendiendo a Rusia», «la Madre Rusia» como se dice desde hace cientos de años.
Las bajas de rusos son de alrededor de un millón, entre lisiados y se dice que doscientos cincuenta mil muertos, entre los cuales se cuentan los mercenarios del grupo «Wagner» de Pregozhin, norcoreanos, hindúes y los que literalmente mordieron el anzuelo hasta darse cuenta, muy tarde, del error cometido al caer en combate, ya que obviamente los no-rusos van primero en los encuentros más peligrosos.
Putin ha venido aplicando la regla que, entre otros, aplico Hitler: las decisiones importantes se consultan con el líder, el «führer princip»: en su momento Putin reunió a los importantes empresarios rusos y les dijo que mientras le obedezcan podrán continuar en sus negocios sin ser objeto de más restricciones que las establecidas por la ley.
En Rusia se sabe que el menor distanciamiento puede conducir a la muerte cayendo desde una ventana o largas condenas en los gulags de Siberia, donde a duras penas se come y se vive, como lo describió Alejandro Soltzhenizyn en su estremecedora obra «Un día en la vida de Iván Denisovich», galardonada con el Premio Nobel de Literatura…
El viernes, Putin obtuvo lo que quería: continuar la agresión contra Ucrania, no ser forzado a detener la carnicería… Sin embargo, no cuenta que más y más naciones están asqueadas de la situación, amenazando con cortar sus compras de trigo, gas y otros carburantes si no se pone fin a una guerra que amenaza a muchas naciones de Europa ya que «el sueño» del desquiciado es reconstruir al «imperio» formado por Stalin, la despanchurrada Unión Soviética.
Es más que claro que el mundo no puede continuar tolerando la brutal y desquiciada guerra de Putin contra Ucrania y la muerte día a día de personas inocentes…
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