IEl conocimiento es la consciencia de la realidad. Y esta, es la suma de las leyes que gobiernan la naturaleza y de las causas de donde ellas surgen
Proverbio egipcio
El 6 de agosto de 2015 se inauguró el nuevo Canal de Suez. Fue un día festivo en todo Egipto y la población salió a las calles a manifestar su orgullo con sincera expresión de júbilo. En todas las ciudades y pueblos hubo celebraciones, y si bien se presentaba como la inauguración del nuevo canal de Suez, la verdad es que se trataba de su ampliación
Sea como fuere, no cabe duda de que se trata de una obra mayor, pues:
⦁ El cruce diario del número de barcos pasó de 47 a 97.
⦁ El tiempo de travesía se redujo de 18 a 11 horas.
⦁ La profundidad llegó a 24 metros.
⦁ La ampliación fue de 72 kilómetros.
⦁ Se necesitaron 12 meses para realizar la obra, trabajando 24 horas al día los 7 días de la semana.
⦁ El costo fue de 8,200 millones de dólares.
⦁ En la ampliación participaron empresas de los Países Bajos, Bélgica, los Estados Unidos, y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros, pero con las subcontrataciones el número total superó las 80.
Vale recodar que cuando primero se inauguró el canal en 1869:
⦁ La distancia entre Europa y la India se recortó en 7 mil kilómetros.
⦁ El tiempo de navegación se redujo seis días.
⦁ La obra demoró diez años.
⦁ La construcción costó la vida a 100 mil del millón de trabajadores que lo excavaron.
⦁ El Reino Unido, la potencia indiscutible de la época, en un primer momento no veía la obra con buenos ojos, pero para 1875 ya había adquirido el 44% de las acciones egipcias de la Compañía del Canal de Suez.
En 2015, la ceremonia de inauguración fue en Suez, y el presidente de Francia, François Hollande, fue invitado de honor. Asistieron reyes, miembros y consejeros de casas reales, presidentes, primeros ministros, vicepresidentes, delegaciones de miembros de congresos, presidentes de parlamentos, ministros, viceministros y embajadores. La presencia de tantos dignatarios en la ceremonia, y el hecho que la semana anterior el secretario de Estado de los Estados Unidos hubiera estado en Egipto en el marco de un diálogo estratégico, confirmó el fin del aislamiento internacional del país y marcó su regreso a la comunidad internacional.
El aislamiento se debió a la inestabilidad política en años anteriores y, particularmente, al golpe de Estado de 3 de julio de 2013 que derrocó al presidente electo Mohamed Morsi, y a las violaciones a los derechos humanos que le siguieron y que no se limitaron a los miembros de la Hermandad Musulmana, pues se extendieron a críticos y opositores que no tenían nada que ver con aquella organización político-religiosa, pero que querían un sistema más abierto. Sin embargo, los desafíos estratégicos en la región hicieron que todo aquello quedara atrás.
El partido del depuesto presidente Morsi era Libertad y Justicia, establecido por la Hermandad Musulmana, uno de los movimientos más antiguos en el mundo árabe, fundado en 1928 por Hassan al-Banna para “recuperar valores perdidos” por la influencia del poder británico y lograr la independencia de Egipto. Resumía todo en una frase: “el islam es la solución”. En todo caso, el 23 de septiembre de 2013, un Tribunal de El Cairo proscribió a la Hermandad Musulmana, y en las elecciones de 26 a 28 de mayo de 2014, el Mariscal Abdel Fattah el-Sisi fue electo presidente con 93% de los votos; fue juramentado el 8 de junio de ese mismo año.
El presidente llegó a la ceremonia a bordo del yate Al-Mahroussa, la primera embarcación en cruzar el canal en1869 con el Jedive Ismail Pasha a bordo. El Sultán Otomano Abdülaziz I, desde la Sublime Puerta lo había nombrado Jedive (virrey de Egipto) en 1867. En 2015, detrás del Al-Mahroussa navegaban varias fregatas y numerosos buques en un impresionante desfile naval, mientras que los cielos los surcaban cazas de la Fuerza Aérea egipcia. Según los expertos que nunca faltan en las ceremonias, se trataba de ocho F-16 de fabricación estadounidense y tres Rafale de manufactura francesa. En todo caso, durante los preámbulos de la ceremonia los invitados tuvimos el susto de nuestras vidas cuando uno de esos cazas, quién sabe cuál, sobrevoló el lugar a bajísima altura y necesitamos varios minutos para recuperar la audición; resultó ser la única parte desatinada de la coreografía del evento.
En corros de la ceremonia, algunos invitados comentaron que Francia ya había entregado a Egipto 3 de 24 Rafale que le había vendido, la primera venta en el extranjero de estos aparatos pese a los esfuerzos hercúleos de años, pues era el precio que los Estados Unidos había hecho pagar por haberse opuesto a la invasión de Irak en 2003.
Los invitados que no éramos miembros de casas reales, ni presidentes, ni primeros ministros, llegamos desde El Cairo en autobuses organizados por el ministerio de Asuntos Exteriores. Lo que más llamó la atención durante el trayecto fue la cantidad de anillos de seguridad que hubo que pasar, y la cantidad de militares y policías a lo largo del camino. Según el decir de algunas personas en nuestro autobús, 20 mil militares y policías habrían sido movilizados para proporcionar seguridad durante el evento, pero algunos pasajeros comentaron que ese despliegue les causaba intranquilidad porque les parecía una clara manifestación de profundo nerviosismo. Estaban claramente conscientes de que en el Sinaí había habido mucha violencia la actividad terrorista del grupo Al Wilayat Sina (que significa Provincia del Sinaí), afiliado al Estado Islámico.
Egipto es un país importante, el más poblado del mundo árabe, con un millón de kilómetros cuadrados de extensión, sobre dos continentes, África y Asia, ubicado en el extremo oriental del Mar Mediterráneo y con una larga costa sobre el Mar Rojo. En 2015, su economía era de 940 mil millones de dólares, medida en PPA (paridad de poder adquisitivo).
Abogado y exdiplomático.