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Realismo mágico del dulce anhelo

“Nadie ha entrado a su cabaña mientras usted estuvo ausente” -aclaran los del hostal al viajero poeta que dice haber escuchado el nombre y el llanto de una invisible mujer en ella. “A veces la soledad o la inspiración poética pueden hacernos escuchar voces en el viento o en el vacío” -aclara el turista de paso. De paso, como suele ocurrir con el vuelo de las ilusiones. “Pido disculpas por mis dudas. Aquellos que hacemos versos a la vida solemos ver, vivir, escuchar o decir cosas que no comprenden los demás, sino nuestro ángel imaginario. El mismo que ríe cuando reímos, llora cuando lloramos o evocamos dulces imposibles. Por igual, solemos decir imágenes que pocos escuchan o no comprenden. Como decir los versos a la libertad, la paz o al amor. Pero, igual, da lo mismo. Cada loco con su tema, como dice el adagio popular. Sobre todo cuando estamos locos de amor. Es el llamado realismo mágico del dulce anhelo, que suelen vivir poetas y amantes” -termina diciendo el turista de la selva en brumas. Uno de aquellos románticos cuyo oficio no sólo exalta lo hermoso o maravilloso de la vida, sino también la misma escondida dulzura en el dolor de ser humano, frágil y pasajero. Como el sueño que escapa al despertar por un rayo de sol o el golpe de la realidad. “La llave del armario está dentro de ti -dijo la brisa. Ve y ábrelo de nuevo para que surga de él tu anhelo y se …

“Nadie ha entrado a su cabaña mientras usted estuvo ausente” -aclaran los del hostal al viajero poeta que dice haber escuchado el nombre y el llanto de una invisible mujer en ella. “A veces la soledad o la inspiración poética pueden hacernos escuchar voces en el viento o en el vacío” -aclara el turista de paso. De paso, como suele ocurrir con el vuelo de las ilusiones. “Pido disculpas por mis dudas. Aquellos que hacemos versos a la vida solemos ver, vivir, escuchar o decir cosas que no comprenden los demás, sino nuestro ángel imaginario. El mismo que ríe cuando reímos, llora cuando lloramos o evocamos dulces imposibles. Por igual, solemos decir imágenes que pocos escuchan o no comprenden. Como decir los versos a la libertad, la paz o al amor. Pero, igual, da lo mismo. Cada loco con su tema, como dice el adagio popular. Sobre todo cuando estamos locos de amor. Es el llamado realismo mágico del dulce anhelo, que suelen vivir poetas y amantes” -termina diciendo el turista de la selva en brumas. Uno de aquellos románticos cuyo oficio no sólo exalta lo hermoso o maravilloso de la vida, sino también la misma escondida dulzura en el dolor de ser humano, frágil y pasajero. Como el sueño que escapa al despertar por un rayo de sol o el golpe de la realidad. “La llave del armario está dentro de ti -dijo la brisa. Ve y ábrelo de nuevo para que surga de él tu anhelo y se vuelva realidad. El prodigio maravilloso resplandece dentro de un alma de pino verde. Allá al medio de una selva en vuelo.” (XIII) De: “La Selva Umbría que Aprendió a Volar” ® de C.B.

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