La Organización de las Naciones Unidas declaró el fin de semana oficialmente la hambruna en Gaza y que 500,000 personas se encuentran en una situación «catastrófica».

Tras meses de advertencias sobre una hambruna en el territorio devastado por la guerra, la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), organismo de la ONU con sede en Roma, confirmó que una hambruna está en curso.

Naciones Unidas ha reclamado también los “bombardeos indiscriminados de Israel” y los combates en Gaza tanto tanto sobre objetivos militares al igual que viviendas, mercados y hospitales, lo que ha llevado a procesar al primer ministro israelí  Netanyahu por genocidio, pero también a dirigentes milicianos palestinos.

Israel ha rechazado la declaración y los demás señalamientos, asegurando que estos responden a las «mentiras de Hamás blanqueadas por organizaciones con intereses particulares”. Por otro lado, la organización terrorista Hamas aún mantiene rehenes sin devolverlos a sus familias.

Los abominables sucesos, la implacable destrucción de infraestructura y la evidente intención de anexionar a Israel la franja de Gaza vienen después de la masacre de miles, violaciones y torturas y el secuestro de israelíes y extranjeros, el 7 de octubre de 2023, a manos de terroristas salidos de Gaza. Ciertamente, no se puede combatir el mal con mal.

Una semana antes, estos grupos marcharon por las calles de Gaza exhibiendo sus armas de asalto, misiles y lanzacohetes, probablemente anticipando el horror que sobrevendría.

La actual catástrofe de Gaza trae a memoria la destrucción de Alemania y las millones de víctimas causados por los bombardeos ordenados por el expresidente Truman, el hombre que ordenó bombardear con artefactos atómicos Hiroshima y Nagasaki.

En Hiroshima puede verse la sombra de una persona que literalmente «se evaporó» al caer la bomba atómica el 6 de agosto de 1945, al igual que otras macabras señales de esas satánicas agresiones.

Por ahora y debido al éxodo de los palestinos a Egipto, el dictador El Sisi ha dicho que tal cosa cruza una línea roja, señalando que ello conduciría a una guerra más amplia y más mortal.

Las fotografías de niños palestinos famélicos, además de los muchos bebés que han muerto por no poder tomar agua, de familias que tienen días de no comer, de las turbamultas que se forman cuando llega ayuda humanitaria, son un horror que conmueve y despierta profunda compasión, como la historia de un pobre niño de doce años que murió cuando un paquete de alimentos literalmente cayó sobre su cuerpecito.

La insensibilidad quedó en evidencia cuando un barco con alimentos y en el cual iba la adolescente sueca Greta Thurnberg fue detenido y forzado a volver atrás. 

Greta fue llevada a Francia, desde donde voló hacia Suecia. Pero negar el desembarco demuestra una terrible deshumanización, como el mantener aún a decenas de secuestrados en las guaridas de Hamas en Gaza.

Israelíes y palestinos coexisten en paz en el Hemisferio Occidental 

La mayoría de palestinos que viven a lo ancho y largo del Hemisferio Occidental descienden de palestinos, principalmente cristianos, que emigraron a estas tierras.

Hace muchos años quien escribe estuvo en Palestina, donde la gente le acogió con cordialidad y solo ocasionalmente se refería a los judíos como hostiles, pero pudo ver como los palestinos habían destruido el «Valle de Josephat», dando vuelta y rompiendo lápidas.

Hasta el 2023, palestinos pasaban a trabajar tranquilamente con sus permisos de Belén a Jerusalén, separadas por colosales murallas.

Ha habido esfuerzos de mantener la convivencia, pero las tensiones han surgido con la locura de los grupos terroristas, patrocinados por los ayatolas iraníes llegados al poder a la caída del Sha en 1979, así como financiados por Saddam Hussein antes de caer en 2003. 

Hussein le pagaba 12,000 dólares a cada familia que mandaba a uno de sus hijos a “inmolarse” haciéndose estallar en Jerusalén o Tel Aviv, con la promesa de ser recibidos por “Ala” y sus odaliscas en el cielo musulmán.

Gaza es el territorio donde Trump dijo que quiere construir una “riviera”, pero nada es posible mientras los cañones sigan rugiendo y se busque expulsar a la población.