Igual que la espiga frágil ante el viento feroz, aquellos que luchan por vencer ante el destino adverso… Así la fiera; así la hierba; así la flor. Así el mundo entero contra el destino y la Historia. Así el amor, luchando triunfal contra el olvido. Así el guerrero, caído pero no vencido, alzando su mirada a las alturas, se erguirá triunfal a las estrellas. También el fruto, luego de pasar el huracán, madurará. Así tu gloria de alcanzar la victoria a costa del dolor y la lluvia celeste de tus ojos. Igualmente el bien y el hombre universal contra el mal y la perfidia. Batiendo tenaz su vuelo en las alturas el cernícalo de bandas habrá de vencer al fiero vendaval. Será la misma lid del hombre contra el tiempo en la conquista del hoy, del ayer y el porvenir. (Si es que éstos existen por sí mismos) o son -como el mismo tiempo- uno sólo; temporal ilusión de la verdad. Entonces el ayer y el porvenir serán tan sólo parte de un presente-eternidad y lo único cierto en nuestras manos. Finalmente, el deshojar del calendario será el caer del follaje otoñal para volver mañana a verle reverdecer en primavera. Del viento y de la espiga frágil tan sólo quedará un rumor en fuga y el oro del grano del trigal sobre el suelo en la llanura. Recuerda que para despertar en el amanecer de un sueño, antes hay que vencer la noche oscura de la seca realidad. .”(Libros Balaguer: Librería UCA; La Casita y Amazon).