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A 30 años de la reforma educativa de 1995

Quizá el mayor problema de todas las reformas educativas que se han emprendido es la falta de visión de largo plazo o la ausencia de políticas de Estado.

La reforma educativa puesta en marcha de 1995 fue parte del proceso de reconstrucción social que surgió después de los Acuerdos de Paz de 1992. La arquitecta de esta transformación fue la destacada psicóloga Cecilia Gallardo. Con el apoyo de mentes brillantes y técnicos de primer nivel: Gilberto Aguilar Avilés, Joaquín Samayoa, Fernando Reimers, Jorge Castrillo, Agustín Fernández, Miriam Basso, Carlos King, Reina Gladis de Galdámez, Mario Nóchez, Edmundo Salas, Adalberto Campos, José Luis Guzmán, Héctor Lindo, Knut Walter, entre muchos otros.

Reformas educativas como tal se conocían tres: la de 1887 en el gobierno del General F. Menéndez bajo la dirección de la misión colombiana; la de 1940 en el gobierno del General M. Hernández Martínez bajo la dirección de M.L. Escamilla, L.S. Cáceres, C. Castro y C. Monterrosa; y la de 1968 en el gobierno del General F. Sánchez Hernández bajo la dirección de W. Béneke. La de 1995 era la cuarta y la última.

Quizá el mayor problema de todas las reformas educativas que se han emprendido es la falta de visión de largo plazo o la ausencia de políticas de Estado. De hecho, la del 95 contó con un Plan Decenal, pero en 1999 surgió el nuevo plan “Desafíos de la educación para el nuevo milenio” de la Ministra Evelyn Jacir, y todo volvió a comenzar; luego siguieron los planes: 2021, Vamos a la escuela, El Salvador Educado, Torogoz, Mi Nueva escuela… Políticas de gobierno.

Veamos los antecedentes…

En 1990 comienza el PAIN (Programa de Atención Integral al Niño) bajo los modelos de «Escuela Nueva», mientras USAID finalizaba los diagnósticos del sistema educativo – dentro del programa CAEFTS (Central American Education Field Technical Support)- que darían vida al programa SABE (Solidificación del Alcance de la Educación Básica). A inicios de 1991 se decide formalmente establecer este proyecto titulado «Ampliación de Servicios Educativos», con este modelo surgen las Asociaciones Comunales Educativas (ACE) y en julio de 1991 se crea el programa EDUCO (Educación con Participación de la Comunidad).

Entre octubre y diciembre de 1993, se llevó a cabo un importante diagnóstico del sector educativo bajo la coordinación del destacado profesor de Harvard Fernando Reimers con académicos y especialistas del país. El estudio estuvo coordinado por el Instituto Harvard para el Desarrollo Internacional (HIID) y contó con la colaboración de dos contrapartes nacionales: FEPADE (Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo) y la UCA (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas).

Ya para el año 1995 se nombró la Comisión Nacional de Educación, Ciencia y Desarrollo, conformada por prestigiosos educadores, académicos, religiosos, políticos y empresarios: un grupo de líderes con ideas plurales y con una gran capacidad de apertura y diálogo. Un factor a destacar fue que la Ministra Gallardo incorporó a actores críticos de todos los sectores, iglesias, empresarios, académicos e incluso líderes y comandantes de la izquierda de la época.

Asimismo, se desarrollaron los “Talleres de valorización de la Educación (Consulta 95)» y los “Foros consultivos con amplios sectores de la sociedad: Estudiantes, docentes jubilados, padres y madres, alcaldes, sector privado, universidades, Sindicato Gremial de Maestros de El Salvador (SIMES), La Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños 21 de Junio (ANDES), el Consejo Salvadoreño de Universidades Privadas de El Salvador (COSUPES), el Centro de Investigación y Tecnología (CENITEC), la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (FEPADE), la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), la Fundación 16 de Enero (F16), La Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y el Ministerio de Educación (MINED).

Por otro lado, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) a través de su Departamento de Estudios Económicos y Sociales (DEES), contribuyó con una investigación titulada “El Salvador: Reforma Educativa, Análisis del Proceso de Descentralización” (1998)

Sobre estos cimientos se diseñaron decisiones relevantes entre 1995 y 1998:

1.- Los ejes de la reforma: 1) Ampliación de la Cobertura; 2) Mejoramiento de la Calidad; 3) Modernización Institucional y 4) Formación en Valores.

2.- Un plan decenal que aspiraba a: “La Educación debe elevarse a su más alta prioridad y constituirse en una política de nación, no de un partido, ni de un gobierno, sino de los salvadoreños”; “Proporcionar recursos suficientes en los presupuestos, de manera que el sector educación cuente con los medios necesarios que requiere la inversión en capital humano”; “Lograr un sistema educativo de calidad, acceso universal, equitativo y con eficiencia”; “Ampliar la participación de los maestros, padres de familia, alumnos y comunidad en general en los procesos educativos”; “Formar integralmente en valores humanos, éticos y cívicos, para la comunidad educativa”.

3.- Los fundamentos curriculares de la educación nacional, sobre la base psicopedagógica de un modelo: “constructivista, humanista y socialmente comprometidos”, con sus fuentes filosóficas, epistemológicas, psicológicas, sociológicas y biológicas, y la respectiva operación curricular macro, meso y micro.

4.- Libros de texto de alta calidad editorial: Historia de El Salvador (Tomos I y II) e Historia Natural y ecológica (Tomos I y II) y colección Cipotes, entre otra cantidad de libros de texto, libretas de apresto y otros materiales didácticos;

5.- Jornadas de renovación curricular y capacitación para docentes y Directores;

6.- Las reformas de las 3 principales leyes educativas: a) La Ley de Educación Superior (que integraba los 3 subsistemas calificación, evaluación y acreditación); b) La Ley General de educación; y 3) La Ley de la Carrera Docente;

7.- El diseño y aplicación de la Prueba estandarizada PAES –siendo el único país de la región que contaba con este tipo de instrumentos en la época- con el acompañamiento técnico de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).

8.- El programa de Valores humanos, cívicos y éticos, a través de un calendario anual y con participación de los principales medios de comunicación del país y universidades, y el programa «Yo practico valores en mi hogar, Escuela y Comunidad».

9.- Desburocratización administrativa de los servicios y modernización del Ministerio de Educación a través de Direcciones Nacionales y programas descentralizados para transferencias a Asociaciones Comunales Escolares (ACE), Consejos Directivos Escolares (CDE) y Consejos Educativos Católicos Escolares (CECE).

10.- Otros programas y proyectos vinculados a la reforma: Escuela Saludable; la reforma de Educación Superior, que implicó el cierre de universidades “garaje”; creación de CONCULTURA; Programa de Alfabetización y Educación Básica de Adultos en El Salvador (PAEBA); entre otros.

¿Qué es una reforma educativa…? Algo bastante complejo como pudimos leer; algo más que un eslogan, promesas al aire u ocurrencias de funcionarios de confianza. Un conjunto de cambios, modificaciones y transformaciones de un sistema educativo –consensuado o con administración de disensos- con el fin de mejorar su calidad, pertinencia y equidad. 

Algunos dicen que los pandilleros fueron hijos de esta reforma, a lo que habría que contestar que también el presidente, casi todo su gabinete y muchos jóvenes exitosos igual lo son…; el problema de la descomposición social es más complejo y está asociado a la falta de oportunidades, a la migración y otros problemas históricos.

Pese a todo lo anterior, la base de cualquier reforma es la “dignificación de los docentes”, algo que siempre estuvo pendiente desde 1995 y que lo sigue estando…

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Director Editorial / oscar.picardo@altamiranomedia.com 

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