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Profesor despedido ahora vende pan y café en parque de Usulután

Docente con más de 25 años de trayectoria en Usulután se reinventó como emprendedor tras notificarle su despido.

José Félix Rivas Guzmán trabajó por más de 25 años como profesor. Foto / Edwin García

Con reportes de Edwin García

José Félix Rivas Guzmán, docente con 25 años de experiencia, trabajaba hasta hace menos de un mes en el Centro Escolar Jardines del Río, en el distrito de Santa María, Usulután, pero el Ministerio de Educación le notificó su despido, quedando a poco años de su jubilación.

Tras el despido, que según relató sucedió bajo la excusa de supresión de plaza y la imposición de una “renuncia voluntaria forzosa”, José Guzmán decidió emprender un nuevo camino y ahora vende café y pan dulce en el parque de su comunidad.

«El 31 de julio del presente año fue llamado su servidor, así como muchos docentes para poderle, para decirles que su plaza estaba suprimida«, comentó.

El docente dijo que ese día se encontraban en una reunión de planificación cuando le informaron de debía de ir a la Dirección Departamental bajo una «misión oficial».

Sin embargo, cuando llegó le dieron la noticia. «No tenía más, o sea tenía dos opciones: una firmar una hojita que era de una cantidad mínima (de dinero) y la otra hojita que era la renuncia voluntaria, pero esa renuncia voluntaria es renuncia voluntaria forzosa», señaló.

Él asegura que quienes se han enterado de su despido lo han llegado a buscar para comprarle pan y café. Foto / Edwin García
Él asegura que quienes se han enterado de su despido lo han llegado a buscar para comprarle pan y café. Foto / Edwin García

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Además, mencionó que este año, impartió seis materias a estudiantes de noveno grado. En dicho centro escolar hay unos 250 alumnos. Él recuerda con cariño al personal docente y estudiantes a pesar de la forma en que fue cesado de sus funciones.

Guzmán señaló que el despido, que afectó a él y a otros docentes, generó angustia tanto en su vida como en la de su familia, y aunque buscó apoyo a través de instancias oficiales, aún no ha recibido respuesta del Ministerio de Educación.

A pesar de la situación, el docente se ha adaptado a su emprendimiento, ofreciendo café de diferentes marcas y variedad de pan dulce desde temprano hasta media tarde todos los días.

“Todo se le deja a Dios. Poco a poco vamos caminando y sosteniendo el hogar con esto”, afirmó Guzmán, quien se ha unido a otros colegas que también han iniciado negocios tras perder su empleo.

«Desde las seis de la mañana hasta los dos de la tarde estamos por acá sirviendo del público todos los días de lunes a domingo aquí estamos por lo menos para llevar sustento al hogar«, dijo.

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