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“Queremos decirle a la población que puede tener un suicida en casa y no se ha dado cuenta”

En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, el presidente de la Fundación Vida por Vida recalcó la necesidad de hablar de prevención.

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En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, conmemorado cada 10 de septiembre, cada vez más organizaciones salvadoreñas buscan visibilizar el tema y concientizar a la población sobre la necesidad de brindar ayuda profesional de forma oportuna. 

Se estima que actualmente El Salvador tiene la tasa más alta de suicidios en Centroamérica. 

“Nosotros queremos que septiembre sea el mes de la prevención del suicidio, como lo es el cáncer de mama en octubre. Porque en El Salvador es un problema, las últimas cifras señalan más de 700 personas al año (mueren por suicidio), casi dos al día”, detalló el presidente de la Fundación Vida por Vida, Alexander Sifontes.

Registros presentados por el Instituto de Medicina Legal en El Salvador señalan que en el 2018 hubo 476 suicidios y en 2021 ocurrieron otros 418 casos.

“No hay cifras oficiales para este año. Sabemos que hay un subregistro, sabemos que eso incrementa al doble la cifra de víctimas porque hay gente que calla los casos, las personas esconden a sus suicidas”, por el temor a ser discriminados, detalló Sifuentes durante un conversatorio. 

Cuando una persona muere por suicidio hay  un aproximado de 150 personas que se encuentran a su alrededor, entre ellos   familia, amigos y compañeros, que se ven impactados emocionalmente.

Cuando hay una muerte en esas circunstancias es considerada “la peor tragedia” que puede ocurrir en salud mental, por lo que destacan la importancia de visibilizar esta situación a través de dedicar septiembre a la prevención,  justo un mes antes de celebrar el Día de la Salud Mental, en octubre. 

Los especialistas sostienen que en la actualidad “no existe conciencia” real sobre el tema y se tiende a desestimar las señales de alerta que las personas pueden expresar en su entorno diario. 

La Fundación Vida por Vida está enfocada en trabajar con las personas con depresión. “Queremos decirle a la población que puede tener un suicida en casa y no se ha dado cuenta”, agregó el presidente de la fundación. 

Actualmente 16 de cada 100 salvadoreños tuvo pensamientos suicidas por diferentes motivos, según los resultados de la octava Encuesta de Humor Social y Político dirigida por la Universidad Francisco Gavidia (UFG).

Sifontes sostiene que es necesario desarrollar políticas de educación para la población debido a que existe una falta de simpatía generalizada cuando las personas o jóvenes expresan la necesidad de ayuda. 

“Mucha gente se ve feliz en redes sociales, pero después se suicidan”, señaló el presidente de la fundación.

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Estudiantes de psicología miembros de la Unidad de Bienestar Universitario participaron en un conversatorio para concientizar la necesidad de hablar sobre Salud Mental. Foto EDH/Abigail Parada

Los hombres son los más afectados 

Históricamente el grupo más vulnerable a desarrollar una depresión y conducta suicida han sido los hombres; según los expertos este problema se desarrolla durante las primeras etapas de la vida adulta, entre los 18 y 35 años. 

Francisco Araniba, médico especialista en psiquiatría y salud mental, sostiene que la salud mental, factores biológicos, psicosocial influyen en la vida de los pacientes. 

“Hoy tenemos un factor social bien importante que incide en la salud mental de los pacientes y es el acceso a la información”, dijo el especialista argumentando que en los últimos años se ha visto un importante incremento de “suicidio en la población infantil y adolescentes”.  

Araniba sostiene que es necesario “cambiar la narrativa sobre el suicidio, no debe de ser algo estigmatizante, algo que debamos esconder, sino algo que se deba de hablar, que se deba de de discutir” para prevenirlo.

Previamente se consideraba que hablar sobre este tema podría provocar un efecto dominó entre los sectores vulnerables incentivándolos a actuar; sin embargo, en la actualidad los expertos señalan que es necesario discutir esta problemática y darle importancia a cualquier señal de ayuda que las personas puedan externar. 

Signos de alarma

Uno de los escenarios más repetitivos que los expertos han observado en las personas con tendencia suicida es el aislamiento prolongado, la pérdida de interés en temas que antes eran de su agrado.

“Observamos el caso de una menor, era aficionada a una caricatura y tenía de todo en su colección. La niña empezó a regalar sus juguetes, las cosas que le gustaban. A los días, la niña de 15 años se quitó la vida”, relató Sifuentes argumentando que todas las personas hemos experimentado cierto grado de depresión en la vida, pero “el problema es cuando se convierte en algo latente y usted permite que le cambie el cerebro, porque una idea puede cambiar sus conexiones de forma permanente”.

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Francisco Araniva, médico especialista en psiquiatría y salud mental. Foto EDH/Abigail Parada

Falta de atención integral

La Fundación Vida por Vida recalcó la necesidad de reestructurar planes de atención en salud mental para que estos puedan abordarse el tema de una forma más integral iniciando con las personas que experimentan depresión.

Sifuentes explicó que se han realizado esfuerzos gubernamentales para incluir un psicólogo en las escuelas públicas ya que los menores se encuentran entre los grupos vulnerables, pero que estos no han sido suficientes. 

El presidente de la fundación señaló que no existen los recursos para atender a las personas que ya presentan tendencias suicidas y que, según casos observados, en el sistema de salud los tiempos de espera para recibir atención son demasiado prolongados; además, algunos pacientes pueden llegar a ser medicados, pero no a recibir la atención que necesitan para superar el problema. 

“Hemos atendido niños desde los 10 años”

La Unidad de Atención Psicosocial de Cruz Roja Salvadoreña, señaló que en lo que va del año ha brindado atención en más de 40 casos. 

Tania Monge, coordinadora de la unidad, detalló con preocupación que las atenciones en salud mental han sido solicitadas para niños y niñas desde los 10 años, quienes presentan trastornos de salud mental.

Uno de los factores que puede incidir en la salud mental de los menores es no contar con “una red de apoyo familiar, en la mayoría de casos esto afecta drásticamente en la ideación suicida”, señaló Monge. 

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