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Carencias en unidades de salud Concepción y Zacamil

El Diario de Hoy hizo un recorrido en estas unidades de salud del área metropolitana de San Salvador y comprobó las vicisitudes. El gremio médico considera que se ha descuidado la prevención y el primer contacto del paciente con el sistema de salud.

Unidad de salud

«Andaba la presión alta, me vine a la unidad de salud para ver si me daban medicamentos. Hace un mes que los promotores de salud llegaron a la casa comunal, pero no andaban medicamento para la presión. Una vecina me ha estado dando, pero hoy me siento mal». Así ilustró una paciente de la tercera edad el motivo de su visita un martes de octubre a la unidad de salud Concepción, situada en la 5a. Calle Oriente, centro de San Salvador. La mujer reside en la colonia Santa Cecilia, de la capital.

Ella resiente que ya no cuentan con los ECO que acercaban los servicios de salud a las comunidades. «Antes había un ECO. Ahí atendían a gente hasta de la comunidad El Progreso, pero de ahí lo quitaron. Ahora llegan los promotores cada cierto tiempo, pero ya tienen días que no han llegado», expone.

Su caso ilustra el panorama del primer nivel de atención en el país, de acuerdo con los señalamientos y reclamos de especialistas y el gremio médico, organizaciones y sindicatos del sector, quienes lo califican como «un descuido en la atención en centros de salud y policlínicas que funcionan como la puerta de entrada al sistema sanitario».

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El Diario de Hoy hizo un recorrido en dos unidades médicas el 21 de octubre y confirmó las carencias y la saturación.

Por ejemplo, en la Unidad de Salud de la colonia Zacamil, una paciente esperaba retirar su medicamento para la hipertensión. La mujer, que prefirió omitir su nombre, dijo que le han recetado Enalapril (antihipertensivo). Esperó. Pero ese día no se lo despacharon.

Otra usuaria, que toma los medicamentos Irbesartán y Cardiobloc para controlar la hipertensión, también se fue con las manos vacías en una misma mañana. «Solo lo están dando (el medicamento) los fines de semana, porque solo Fosalud tiene», explicó a este medio (ver crónica completa en siguiente página).

Mientras en la unidad de salud Concepción el tiempo de espera se extiende entre cuatro y cinco horas. «Estamos bien limitados con los médicos. Todas las unidades de salud estamos igual», explica la doctora encargada de selección a quienes hacen fila esperando afuera de la unidad, al interior ya no hay espacio «van a esperar los que están adentro y los que están afuera», añade. La incomodidad de los pacientes se empieza a notar, algunos optan por retirarse otros deciden quedarse ante la necesidad de ser atendidos.

Causas

Los profesionales médicos consultados resumen las causas de las carencias así: despidos injustificados, escasez de medicamentos, falta de médicos en la atención primaria, cierre de ECOS familiares, traslados arbitrarios y procesos de jubilación forzosa que llevan a un desmantelamiento del Sistema Nacional Integrado de Salud, el cual afecta también al primer nivel de atención.

Este nivel es vital también para la promoción de la salud, pues busca evitar que los padecimientos se compliquen. En este punto también se enfatiza la prevención, explica el doctor Iván Solano Leiva, presidente del Colegio Médico de El Salvador (COLMEDES).

El «desmantelamiento del primer nivel de atención», como lo califica el gremio, se evidencia a través de varias carencias, como la falta de personal.

Unidad de Salud Zacamil atencion pacientes
Unidad de Salud Zacamil atención pacientes en instalaciones con daños. Foto EDH/

Para Solano Leiva, si no se prioriza la prevención en el primer nivel de salud, las enfermedades se agravan, lo que conlleva a más costos para el sistema de salud. Esto empuja a los pacientes a buscar atención, ya a un nivel de emergencia, en el tercer nivel (hospitales), en muchos casos con un cuadro grave de salud, lo que supone una sobrecarga al sistema.

De acuerdo a la Ley del Sistema Básico de Salud Integral, los establecimientos que conforman el primer nivel de atención son: las unidades de salud, casas de la salud y los centros rurales de salud y nutrición. Entre sus funciones están «prevenir las enfermedades y sus complicaciones, con los recursos y tecnologías apropiadas y tratar oportunamente las enfermedades de la población con equidad y calidad».

El gremio denuncia, además, el acoso laboral, intimidación y amenazas de despido al personal de salud. Estas condiciones, junto con la ausencia injustificada del escalafón de salud y la imposición de salarios tope, provocan que profesionales jóvenes migren en búsqueda de mejores oportunidades, explican.

Hasta junio de este año, más de 50 Equipos Comunitarios de Salud (ECOS familiares) fueron cerrados en el lapso de un año, denunció el Foro Nacional de Salud.

Para el gremio, esto representa un retroceso en materia de prevención y promoción de la salud, principalmente en las zonas rurales, donde el traslado a las unidades médicas supone un reto mayor para la población de escasos recursos.

La principal preocupación de agrupaciones como el Foro Nacional de Salud (FNS) y el Movimiento por la Salud «Dr. Salvador Allende» / ALAMES El Salvador es el debilitamiento de la atención primaria, considerada la puerta de entrada al sistema, la primera barrera de atención y, por lo tanto, clave en la prevención de enfermedades.

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«El primer nivel de atención ya presentaba un déficit de personal, que anteriormente era cubierto por estudiantes de año social. Esta situación se ha agravado con despidos, jubilaciones, renuncias de promotores de salud, y procesos viciados de jubilación forzada. Además, se han cerrado los Equipos Comunitarios de Salud (ECOS), fundamentales en este nivel», explica Morena Murillo, del FNS.

Colegio Médico pide priorizar inversión en prevención

Por su parte, el Colegio Médico no esconde su preocupación sobre la distribución de los fondos para Salud contemplados en el proyecto de Ley de Presupuesto de 2026.

Para el próximo año, habrá una asignación total de $1,325 millones para el área de Salud, lo que implica un aumento del 12.3 % en comparación con el ejercicio fiscal anterior, según el Ministerio de Hacienda.

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«Solo el 20% del presupuesto de salud para 2026 se destina a la atención primaria, lo que se traduce en más o menos $267.5 millones», sostiene Solano Leiva.

Si bien el presupuesto total asignado a Salud para el otro año refleja un aumento respecto de 2025, a juicio del Colegio Médico, la distribución de fondos para el nivel primario de atención es insuficiente.

En 2025, al primer nivel sanitario se le asignaron $234,753,269, lo que representó un 19.9% del presupuesto total. Mientras que para 2026, el primer nivel tendrá $267,435,735, lo que representa el 20.18% del total del presupuesto.

COLMEDES afirma que ese 20% representa poco comparado con la prioridad que debería tener la atención primaria.

A juicio del profesional, la gestión actual prioriza la atención terciaria (hospitales) y la adquisición de tecnología costosa, como tomógrafos avanzados y robots.

«¿Cuál ha sido el mensaje? ‘No se preocupe si hay epidemia de dengue, estamos preparados para recibirlos aquí en los hospitales’. Esto es menos costo-efectivo y prioriza la curación sobre la prevención», añade Solano.

Al analizar las cifras presupuestarias, el doctor Leiva resalta una partida de aproximadamente $180 millones financiados por préstamos para programas de la primera infancia, como Nacer con Cariño y Crecer Juntos, gestionados por un equipo separado del Ministerio de Salud (MINSAL).

COLMEDES también lamenta lo que considera como el olvido de programas enfocados en el adulto mayor de 60 años en la asignación presupuestaria. «No estoy en desacuerdo de que a los niños y a los adolescentes se les dé prioridad. Pero también es cierto que al adulto mayor, hay una gran diferencia, aquí (documento) no está escrito directamente en un presupuesto asignado a la población adulta mayor, sino que le incluyen en otro rubro».

Además, advierte la falta de transparencia, al señalar que el proyecto de presupuesto no tiene una partida explícita para la recién creada Red Nacional de Hospitales, que califica como ente autónomo «con suprapoderes sobre el MINSAL». A la gremial le llama la atención este punto por posibles rubros «escondidos».

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La falta de un Plan Nacional de Salud, opina, es considerado el «pecado original» del país en el área de salud, lo que impide una planificación a corto, mediano y largo plazo.

Ante la crisis que refieren, tanto el gremio como el FNS instan al gobierno a establecer un diálogo con el sector salud y sus asesores para abordar la grave situación en los territorios y construir políticas de salud con impacto positivo. Solicitan además reactivar los ECOS familiares hasta cubrir todo el país, evitar el acoso laboral, y garantizar salarios y prestaciones dignas al personal de salud salvadoreño.

Asimismo, proponen proveer de insumos y medicamentos, priorizando la producción nacional, y aumentar la transparencia en las compras públicas.

La representante de FNS advierte que la situación en el sector es crítica y que la falta de atención podría generar una política de «o pagas o te mueres», llevando a la gente a pagar servicios privados como último recurso.

Prioridad 2026

Según el proyecto de presupuesto 2026, la priorización de los fondos del Ministerio de Salud será para «garantizar el acceso y cobertura de servicios de salud dirigidos a la primera infancia, niñez, adolescencia; y mujer, en todos los niveles de atención, reducir la mortalidad, morbilidad y los factores de riesgo asociados a las enfermedades crónicas no transmisibles, a través del Centro de Enfermedades no Transmisibles».

Además de «ampliar y fortalecer el acceso y cobertura de los servicios de salud, con énfasis en la prevención de las enfermedades infecciosas y epidémicas; y la detección temprana de las enfermedades no transmisibles».

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