Vendiendo fruta, lavando ropa o limpiando casas así se pasan los días de Lisbeth una menor de 13 años en Santiago Nonualco, quién vive con su abuela y dos hermanos menores. 

“Le ayudo a mi abuela a trabajar porque mis papás no están”, con esas palabras Lisbeth explica porque está convencida que al ser la mayor de tres hermanos carga con la responsabilidad de trabajar para aportar económicamente al hogar.

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A su escasa edad reconoce que los ingresos que genera no son insuficientes, pero “nos ayudan para alimentarnos”, debido a que su abuela no tiene un empleo permanente. 

La menor se encuentra cursando 6° grado en una escuela pública de su localidad y reconoce que asistir con regularidad puede tornarse una tarea pesada debido a la distancia que debe caminar, aunque existen otras instituciones más cercanas su abuela  ha decidido cambiarla de centro escolar en repetidas ocasiones al ser presionada por los docentes para enviar a los tres niños a clases diariamente. 

La menor actualmente es beneficiaria de un curso de inglés gratuito impartido en su comunidad con el cual espera optar a mejores oportunidades en el futuro. 

Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), en 2024 la población salvadoreña de cero a 18 años rondaba 1,573,047. Lisbeth está en el segmento de 10 a 14 años, un grupo de edad compuesto por 242,611 niñas.