La falta de compensación económica por parte del Gobierno, la reducción de usuarios, las bajas ganancias y los elevados costos de operación, podrían provocar que 386 unidades del transporte colectivo, de todo el país, entre microbuses y autobuses, salgan de circulación a partir de enero de 2026.

Estas son el 40% de un total de 967 que cumplen su tiempo de vida útil para circular por las carreteras salvadoreñas, según la Mesa Nacional de Transporte.

Dicha cifra se sumará a las 241 unidades que fueron sacadas de circulación durante el 2025 debido a que los concesionarios de las líneas no tuvieron capacidad económica de adquirir unidades recientes para ponerlas operar en las diferentes rutas del país. De esa cifra,144 fueron autobuses y 97 microbuses, según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial.

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Las 241 unidades que fueron sacadas de circulación para este año representan un aumento a las que tuvieron la misma suerte en el 2024, cuando la cifra fue de 128.

Uno de los miembros de la Mesa Nacional de Transporte, Lucio Vásquez, reconoció que la situación de las más de doscientas unidades provocó que dejaran de atender, durante el año que termina, a un estimado de 100,000 usuarios.

Las declaraciones las dio antes de que la Asamblea Legislativa aprobara, el 23 de diciembre, las Disposiciones Transitorias para la Sustitución de Vehículos, Refrenda de Permisos, Cambio de Concesionario y Permisionarios, Ampliación de Plazo de Contratos de Concesión y Adopción de Medidas Provisionales, que otorga 18 meses para la sustitución de las unidades de transporte público de pasajeros que cumplieron 20 años en 2024 y 2025 o los cumplen en 2026.

El empresario señaló que a partir de enero de 2026 hay 967 unidades de diferentes rutas que terminan su vida útil.

El tiempo de vida útil permitido para las unidades del transporte público es de 20 años, de acuerdo con el Artículo 34 de la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial. 

“El análisis que nosotros hacemos del comportamiento de estas 967 unidades es que un 40% no se están sustituyendo. Entonces, ahí puede sacar usted el dato de cuánto se van a acumular (y) que van a dejar de prestar el servicio a partir de enero del 2026”, dijo Vásquez a El Diario de Hoy, previo a la prórroga que mantendrá algunas de esas unidades circulando.

El empresario señaló, además, que el Gobierno mantiene una deuda de $18 millones en concepto de compensación económica para el 100% de las unidades del transporte colectivo.

Estas ascienden a 9,676 unidades, entre microbuses y autobuses, de acuerdo a datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial.

La última ocasión que recibieron dichas transferencias fue en mayo de 2025. En ese mes, además, recibieron $12 millones de dólares y coincidió con la gratuidad del transporte debido a problemas presentados en la construcción de la carretera de Los Chorros.

La compensación que otorga el Estado es de $250 mensuales por microbús y $500 mensuales por autobús.

Vásquez calificó como una crisis la situación que enfrentan ya que la compensación económica forma parte de los costos de operación, que en la actualidad no pueden cubrir porque, incluso, la tarifa que cobran por los servicios está congelada desde hace dos décadas.

La Asamblea Legislativa aprobó, a mediados de agosto de este año, la prórroga a la Ley Transitoria para la Estabilización de las Tarifas del Servicio de Transporte Público de Pasajeros tipo Colectivo y Masivo, que extiende tanto el subsidio al transporte como la vigencia de las cajas únicas registradas en el sistema.

Dicha prórroga mantiene, hasta el 31 de diciembre de 2026, las tarifas actuales ($0.20 para buses y $0.25 para microbuses en servicio ordinario).

“No es para nosotros el beneficio, es para que la población mantenga esas tarifas estables,  intocables desde hace más de 20 años”, señaló Vásquez.

A pesar de la deuda del Gobierno con los transportistas, la Dirección General de Transporte Terrestre, dependencia del Viceministerio de Transporte (VMT), anuncia periódicamente, en su sitio web, la habilitación del periodo de recepción de solicitudes de autorización de compensación económica.

Por ejemplo, el 17 de diciembre, informó que habilitó dicho proceso correspondiente al pago de diciembre de 2025.  Dicho proceso deberá de ser realizado entre el 5 al 9 de enero de 2026. Entre los requisitos que deben de cumplir los concesionarios está contar con sistema de GPS, revisión técnica vehicular, emisión de gases y solvencia de pago de esquelas, entre otros.

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“El problema es que la compensación para nosotros ya es un presupuesto diario de trabajo porque ya está contemplado en la operatividad que la ruta desempeña. Porque la movilidad que nosotros tenemos ahorita de usuarios es una cantidad que no alcanzamos a cubrir con todos los costos de operación”

Luis Regalado
Transportista

Mantenimiento

La falta de compensación económica y los bajos ingresos han obligado al sector a alargar los tiempos de mantenimiento de las unidades.

Si anteriormente un cambio de aceite era realizado a los 5,000 u 8,000 kilómetros ahora lo están extendiendo a los 10 y 12 mil kilómetros de recorrido; lo que no representa “sacrificar medidas de seguridad” pero sí acciones preventivas, reconoció Vásquez.

Otro de los miembros de la Mesa Nacional de Transporte, Luis Regalado, señaló que, “exagerando”, un autobús transporta 500 pasajeros al día, lo que representa $100 de ingresos (a $0.20 cada uno).

Sin embargo, la unidad requiere $70 en concepto de combustible para 7-8 viajes diarios; $25 para pagar motorista, más costos administrativo; otros $28 o $50 si el concesionario de la ruta tiene compromisos con la banca; $10 para mantenimiento de la unidad; y por lo menos $15 de ganancia para el propietario. Es decir que el costo de operación diario real por unidad asciende a $170, sin colocar imprevistos.

“Movemos 500 pasajeros y yo necesito $170 para tener un negocio por lo menos estable. Entonces, ¿cómo hago para recuperar esos $70 que estoy perdiendo a diario?”, cuestionó Regalado.

Al mismo tiempo que reconoció que “cada ruta tendría que ser autosostenible” y que hablar de la liberación de la tarifa al transporte público de pasajeros sería irresponsable de su parte. 

La reducción de pasajeros lo experimentaron a partir de 2020 cuando el mundo fue golpeado por la pandemia del coronavirus. Hasta antes de eso transportaban a más de 800 personas al día por unidad; representando una disminución, a la fecha, del 38%.

A eso se suma la competencia desleal en algunas zonas del país.

“Tiene que haber una mesa, no de plática, no de diálogo, una mesa de trabajo técnica para poder darle salida a este tema del transporte con personas que tengan la autoridad del presidente, porque aquí no vamos a hablar de otra persona. La autoridad del presidente a que pueda resolver el tema transporte y que puntualmente se toque lo medular, no andar con paño tibio o con pinturita, no, vamos a la realidad”, dijo Regalado a El Diario de Hoy.

La crisis que enfrentan dicen que también los ha llevado a tener una deuda que asciende a $230 millones. Estas son con instituciones financieras, familiares e incluso con usureros, a quienes recurren para solventar costos de operación.

Vásquez reconoció que otro factor por lo que se les ha complicado sustituir las unidades es por el alto valor de las mismas, incluso, usadas. Estas subieron su precio hasta un 100% respecto a hace una década. La escasez de estas en otros países también los ha afectado.

Una unidad que antes costaba alrededor de $15,000, ahora se valora entre $28,000 y $30,000, mientras que los precios de los buses, denominados como ‘chatos’, se han disparado hasta los $50,000 o $52,000, principalmente aquellos procedentes de Estados Unidos.

“Los compañeros deciden ya no invertir en el sector y dejar la línea prácticamente en el olvido, sin seguir operando y que por eso vemos que este año se han perdido 241 unidades, que ya no siguieron prestando el servicio. ¿Qué implica esto? Que 100,000 personas dejaron de recibir el servicio a nivel nacional. El problema es que va a venir a agravar más porque este año hay que cambiar 967 unidades”, dijo Vásquez.

Hay empresarios del transporte que han dejado perder las líneas por la falta de entrega de la compensación económica, los reducidos ingresos y a que la infraestructura vial no está en buenas condiciones, en algunos lugares del país, lo que daña las unidades.

La reducción en la cantidad del transporte colectivo  se viene registrando desde hace una década ya que para el 2015 había 10,530, entre microbuses y autobuses.

Es decir que a la fecha se han reducido 854 unidades, lo que contrasta con el aumento del parque vehicular que para el 2025 cerrará con más de 2,008,156.

Los empresarios “optaron por dejar ya en desuso la línea, ya perdieron el interés de seguir operando y esas líneas quedaron ahí bloqueadas, porque cuando usted llega a SERTRACEN y no cumple los tiempos que son de vida útil de las unidades y no sustituye en el tiempo correcto, entonces le bloquean la línea y ya no puede sustituir”, expresó Vásquez.