Pasar por el desierto en Tucson, Arizona, continúa siendo una opción para ingresar irregularmente a EE.UU. Autoridades fronterizas advierten sobre los peligros.
Pasar por el desierto en Tucson, Arizona, continúa siendo una opción para ingresar irregularmente a EE.UU. Autoridades fronterizas advierten sobre los peligros.

Caminar solos hasta por una semana, sin agua, sin comida, con el acecho de animales salvajes y con otras amenazas en el desierto de Tucson, que divide los Estados Unidos con México, son parte de los riesgos que casi cuatro mil personas decidieron tomar entre el 1 de octubre y el 12 de diciembre de 2025.
A pesar de la militarización de las fronteras y del refuerzo en los puntos fronterizos por parte de la administración de Donald Trump, decenas de migrantes deciden arriesgar su vida diariamente para lograr el aún anhelado “sueño americano”.
La cifra de encuentros (aprehensiones de migrantes en zonas fronterizas) en el sector de Tucson en el año fiscal 2026 (que inició el 1 de octubre de 2025) es hasta la fecha de 3,390. Muy por debajo de los 20,960 reportados en el mismo periodo del año fiscal pasado.
El Diario de Hoy recorrió una parte de las 262 millas de muro fronterizo que posee el sector de Tucson para constatar las amenazas a las que se enfrentan estas personas al tratar de entrar a suelo estadounidense.
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Los agentes fronterizos insisten en el peligro latente en el desierto. “Me ha tocado rescatar gente que llevan caminando una semana, para ese entonces ya no tienen agua, comida, los guías no los esperan. Los fallecidos han disminuido porque ya no hay tantas entradas, entonces es obvio que eso baja, si hay años que se ven más accidentes y muertes y más bien en el verano, caminar en el desierto no es nada fácil”, dijo uno de estos agentes.

Agregó que es común que los “coyotes” (traficantes) dejen solos a los migrantes en el recorrido hacia los Estados Unidos y que en ocasiones les quitan el agua y la comida.
“El coyote no se va a esperar por una persona que se lastime o se canse. Su trabajo es llegar con los que llegue, hay veces que nos ha tocado llegar por un rescate y les hacemos preguntas a la persona y nos dicen que venía con un grupo de 20 y que se cansó y que el coyote los dejó, a veces les quitan la mochila, el agua y ahí los dejan”, contó.
Dos rescatistas de la Unidad de Búsqueda, Trauma y Rescate (BORSTAR, por sus siglas en inglés) de la Patrulla Fronteriza de Tucson relataron parte de su trabajo en el desierto y comentaron que en muchas ocasiones la llamada de auxilio no llega a tiempo.
Óscar López, supervisor de BORSTAR, dijo que actualmente no realizan rescates constantemente, pero, que por lo general, estos los hacen en las montañas. Describe que un rescate puede durar entre 20 minutos hasta dos horas, dependiendo del lugar en el que se encuentre la persona que necesita auxilio.
Describieron que el último rescate lo realizaron la semana pasada cuando brindaron auxilio a un ciudadano en las montañas.

La llamada llega tarde
Otro de los riesgos que enfrentan los migrantes es quedarse incomunicados en medio del desierto. Los agentes fronterizos insisten en que si deciden emprender este viaje deben tener en cuenta la carga en sus dispositivos móviles.
Los rescatistas sostienen que en la mayoría de los casos que encuentran fallecidos en el desierto es porque la llamada llegó tarde. “Desafortunadamente siempre las llamadas llegan tarde, siempre los encontramos muy graves, casi muy cerca de la muerte, toma mucho tiempo llamar por ayuda y nos toca ver lo feo”, describió otro miembro de BORSTAR.
“Es común que no llamen o que alguien los dejó y que llamen por ayuda pero de aquí que lleguemos a veces es una hora o dos horas y han fallecido. Esto se mira más en el verano, la deshidratación”, mencionó López.
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Otra de las formas de pedir auxilio es a través de las torres instaladas a lo largo de la frontera. “En el desierto hay unas torres que tienen una luz azul, es una luz super brillante, hay un botón y mandan la señal para la estación. Y en esas mismas torres hay agua”, aseguró otro de los agentes.
Aunque afirmó que en la mayoría de llamadas de auxilio son realizadas a través de los celulares de las personas que se comunican al 911 y son remitidos a las unidades de la Patrulla Fronteriza.
De la misma forma en la que han bajado la cantidad de migrantes que cruzan el desierto también han disminuido los rescates. “En este verano si hemos visto menos rescates porque hubo menos personas que cruzaron irregularmente, comparado con el año 2023 y 2024”, sostuvo uno de los rescatistas.
En estos años, durante el verano atendían de dos a cinco rescates a diario y actualmente la cifra ha bajado a uno semanal. “Muchos de ellos estaban usando las torres y los agentes podían llegar a recogerlos, no estaban en áreas muy feas como las montañas”, mencionaron.
Durante el recorrido se consultó a las autoridades fronterizas sobre la cifra de fallecidos durante el último año en el desierto, pero no brindaron los datos.
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