Incertidumbre de pacientes del Rosales tras despido de personal de salud
Pacientes con insuficiencia renal fueron afectados con el despido de casi 2,000 trabajadores del Hospital Nacional Rosales. El personal médico que atiende estas patologías calcula que a diario son diagnosticados con esta enfermedad alrededor de siete personas.
Luis Quiñones recibía hemodiálisis en el Hospital Rosales desde 1998 y dice que nunca vio una crisis como la actual. "Hay pacientes que ahorita están malitos, no saben adónde ir", dice. | Foto EDH/Jorge Reyes
Luis Quiñones lleva casi una vida recibiendo hemodiálisis en el Hospital Nacional Rosales. Cuenta que desde 1998 ha recibido este tratamiento y asegura que nunca había enfrentado una incertidumbre como ahora con los recientes despidos en el sector salud.
«Hay pacientes que ahorita están malitos, no saben adónde ir, les dejé información de una hemodiálisis que tal vez se la pueden ir a hacer privada, pero así como está la situación económica algunos pueden y otros no», explicó Luis, quien relató que, como él, cientos de pacientes están pasando la misma situación.
Empleados despedidos que laboraban en el área de nefrología calculan que aproximadamente 27,000 pacientes reciben tratamiento de hemodiálisis y diálisis por parte de personal especializado del Rosales.
Luis cuestionó, además, que es una situación lamentable lo que está ocurriendo con este hospital y que los pacientes son los que sufren las consecuencias. «No nos brindaron información de dónde continuar el tratamiento, no dicen nada. Desde que empezaron los desalojos que mandaron al personal a otros hospitales nunca dicen nada», agregó.
José Guillermo Galeano tiene 25 años, padece de insuficiencia renal y tras los despidos en hospitales no ha podido continuar con su tratamiento de diálisis peritoneal. El joven pide ayuda para un trasplante de riñón. Foto cortesía / Carla Huellitas (Facebook).
Antonio Ortiz, un enfermero despedido y que estaba destacado en el área de nefrología del Rosales, calificó lo visto el 23 de diciembre, cuando fueron notificados repentinamente de sus remociones, como «una masacre», no solamente para los trabajadores, sino también para la población en general.
#EnDesarrollo | "Triste que pase esto (despidos) porque nosotros, ¿Qué culpa tenemos?", dijo Luis Quiñones, un paciente que por 28 años ha recibido hemodiálisis en el Hospital Rosales.
Además, aseguró que no se tomaron en cuenta las afectaciones de estos despidos en los pacientes con insuficiencia renal y de otras enfermedades crónicas.
Al llegar a un salón donde estaban alrededor de 30 personas, les comunicaban: “Se les informa que a partir de este momento están despedidos porque el Hospital Rosales desaparece. Les agradecemos por los años laborados y pasen con Recursos Humanos para ser indemnizados”. Foto EDH/Emerson Del Cid.
«Hablamos de unas 27,000 personas con insuficiencia renal. De estos pacientes a diario, según datos estadísticos, van apareciendo un promedio de entre siete y ocho pacientes nuevos que se van agregando ya al número que ya está con un tratamiento, contó Ortiz, luego de participar en una reunión informativa en la que recibieron asesoría legal para enfrentar este proceso.
El Diario de Hoy consultó al secretario de prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria, para conocer si el Gobierno tiene un plan contingencial para enfrentar toda esta situación, pero hasta el cierre de la nota no hubo respuesta.
#EnDesarrollo | Antonio Ortiz, uno de los despedidos, advirtió sobre las consecuencias por los cientos de despidos, "habrá mortandad de pacientes y luego nos van a querer culpar a nosotros", mencionó.
Una de las despedidas, quien pidió no ser identificada por temor a represalias, tenía más de 30 años de laborar en el hospital Rosales y debido a remodelaciones en este centro asistencial fue trasladada al hospital Saldaña.
En este lugar atendían a una parte de los pacientes con insuficiencia renal. Ella narró que fueron llamados a una reunión el pasado 23 de diciembre, pero que nadie se esperaba que ese día despidieran a tantos trabajadores.
Muchos trabajadores compartían su sentir de injusticia por la forma cómo fueron despedidos. Foto EDH/Emerson Del Cid
Dijo que ese mismo día a sus compañeros que se quedaron en el hospital les dieron la orden de desconectar a los pacientes que estuvieran recibiendo diálisis porque las que manejaban el equipo ya estaban destituidas.
“Ya no había gente quien desconectara a esos pacientes y ahí entra el caso quizás de un video que sale, en donde el paciente dice que lo desconectaron, pero no es en sí que los compañeros se hayan querido retirar o que los médicos se hayan querido retirar, es que les dijeron que estaban destituidos y entonces qué más iban a quedar haciendo ahí”, relató.
“Hasta donde yo tengo entendido los desconectaron y les dieron el alta, porque ese día cuando yo llegué al hospital a retirar mis cosas, llegué al servicio y ya solo solo vi la mitad del servicio, solo habían dos pacientes”, añadió.
Un grupo de unos 20 trabajadores cesados asistieron ayer a una reunión con representantes de la Coordinadora Nacional para la Defensa de la Salud del Pueblo Salvadoreño (CONADESA) para recibir asesoría sobre los despidos.
“No tengamos miedo”; “no debemos callarnos”; “debemos unirnos”, fueron algunos de los comentarios escuchados en la reunión. Una de las trabajadoras contó que este día fue al banco a informar sobre su despido debido a que ha realizado préstamos pero lo primero que le solicitaron fue una constancia sobre esto pero no existe.
Los exempleados aseguran que la comunicación de sus despidos fue únicamente verbal y les dieron un pequeño papel con el cálculo que le correspondía a cada trabajador de indemnización, pero no existe ningún documento oficial.