Las billeteras de criptomonedas continúan sin ser atractivas para la población tanto para los que residen en El Salvador como para los compatriotas radicados en otros países. Al menos así lo refleja un informe sobre remesas por parte del Banco Central de Reserva (BCR) que consignó que tuvieron una disminución del 36%, entre enero y octubre de este año.

Durante los primeros diez meses de este año, los compatriotas enviaron $45.9 millones a través del uso de billeteras digitales de criptomonedas.

La cifra representó $25.8 millones menos que en el mismo periodo del año anterior cuando se reportaron envíos por $71.7 millones.

Los $6.9 millones de marzo es la cifra más alta enviada a través de criptomonedas; le siguen los $5.7 millones de octubre pasado, que representó un incremento respecto a septiembre, cuando fueron $4.74 millones.

La cifra más baja fue la de $2.25 millones de febrero; seguido de enero, con $2.44 millones.

Ambos meses coinciden con la toma de posesión, en enero de este año, de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

De hecho también fueron los dos meses que el total de remesas enviadas tuvieron una significativa reducción debido a sus políticas antiinmigrantes.

Únicamente en el 2022 las remesas enviadas a través de criptomonedas superaron los $105.75 millones. Los otros años, la cifra fue muy inferior (ver gráfica).

Dicho incremento coincidió con que, en septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal.

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Pero a finales de enero pasado, la Asamblea Legislativa, dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas, retiró la calidad de moneda de curso legal del bitcóin y limitó el papel estatal en su uso y circulación.

Esto, además, luego que El Salvador alcanzó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero el Gobierno salvadoreño adquirió, a mediados de noviembre, más de 1,000 bitcoins y elevó, para entonces, sus reservas a más de 7,400 monedas, según datos de la Oficina Bitcóin.

“La narrativa oficial prometió envíos ‘sin comisión’, pero para la gente pesa más el miedo a perder dinero por error, la volatilidad percibida del bitcóin, la posibilidad de ser víctima de estafa. Ante la duda, prefieren pagar comisión, pero dormir tranquilos”

César Ríos,
Asociación Agenda Migrante El Salvador (AAMES)

El economista y ex presidente del BCR, Carlos Acevedo, señaló hace unos días, en una entrevista radial, que uno de los acuerdos entre el Gobierno y el FMI es que el primero deje de comprar bitcoin con dinero público.

Además que, en términos generales, “el ecosistema como el gobierno lo diseñó y lo pensó, eso ha fracasado sin duda ninguna porque la gente no lo utiliza”.

La población no encuentra atractivo el uso de las billeteras de criptomonedas. De hecho, los envíos de remesas, de enero a octubre de este año, fueron a través 168,000 operaciones, que fueron menos a las reportadas en el mismo periodo (276,000) de 2024.

“Es una moneda muy volátil; en enero coloqué $500 en una de las billeteras de criptomonedas, me tardé diez meses para ganar $100 y en un par de días perdí esa ganancia y  $46 de lo que invertí inicialmente. La tengo sólo para ver si gano algo de dinero; pero no la ocupo para ninguna otra transacción”, señaló Carlos Martínez, quien reside en Ahuachapán.

Él tiene varios familiares que radican en Estados Unidos; pero ninguno de ellos, reconoció, envían remesas a través de criptomonedas debido a la inseguridad que considera tiene su utilización y al desconocimiento de cómo funcionan las criptomonedas.

En el 2021, el gobierno promovió el uso de la billetera Chivo Wallet mencionando que, entre otros aspectos, enviar remesas no iba a requerir el pago de comisión.

Pero el director de la Asociación Agenda Migrante El Salvador (AAMES), César Ríos, señaló a El Diario de Hoy que las personas que envían remesas no es que “rechace la cero comisión”, sino que influye para su uso, la estructura familiar, el nivel de arraigo y la confianza, más que “el ahorro de unos dólares por envío”.

$8,206.4 millones de remesas

se reportaron de enero a octubre de este año. En el mismo periodo del 2024 fueron $6,940.6 millones.

“Yo diría que el factor central no es la comisión, sino la combinación de confianza, comprensión tecnológica y estructura familiar”, agregó.

Ríos dijo que existe una brecha generacional y tecnológica ya que quienes envían remesas siguen siendo, en gran medida, adultos de entre 35 y 60 años, que tienen, en algunos de los casos, bajos niveles de bancarización y que prefieren “lo conocido”: ventanilla, agencia de remesas y cajero. 

“Quien sí se anima a usar cripto suele ser el hogar donde hay hijos jóvenes que entienden la tecnología, ayudan a instalar la app y explican cómo convertir en efectivo. Si el migrante recién llegó, no tiene hijos o no tiene ese arraigo familiar, nadie le ‘traduce’ la tecnología y se queda con los mecanismos tradicionales”, expresó el experto en temas migratorios.

Otras situaciones que, a su criterio, no generan el incremento en el uso de criptomonedas en en el envío de las remesas es por desconfianza y mala experiencia, ya que al inicio de la billetera que impulsó el gobierno, hubo inconvenientes para ser utilizada y caídas de su sistema, lo que generó dudas sobre la seguridad.

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Precisó que el registro público de proveedores de servicios bitcóin del Banco Central de Reserva (BCR) consignó, a septiembre de 2025, 228 proveedores inscritos; pero únicamente 25 están “operando”. Es decir, alrededor del 11 % de dicho registro.

24.4 millones de operaciones

se realizaron en los primeros diez meses del año, en concepto de remesas. De enero a octubre de 2024 fueron 23.7 millones de operaciones.