En el país se está deconstruyendo el municipalismo, señala investigación

Un experto en el tema de municipalismo señala que las alcaldías podrían desaparecer y sus funciones ser retomadas por las gobernaciones.

De continuar el actual modelo municipal, podría generar un impacto en el aumento de la pobreza, de acuerdo a las dependencias de la FMO. Foto EDH/Archivo

El Salvador está atravesando un proceso de deconstrucción del municipalismo y centralización de algunos servicios en el Ejecutivo, lo que llevan a establecer la hipótesis de que, posiblemente, las alcaldías podrían desaparecer para implementarse un modelo donde sean las gobernaciones, a través de elecciones o no, las que administren los municipios. 

Así lo analiza el director del Centro de Investigación Multidisciplinario (CIMU) de la Facultad Multidisciplinaria de Occidente (FMOcc) de la Universidad de El Salvador (UES), Walter Fagoaga, la situación actual de las municipalidades.

Lo anterior luego que la Ley Especial para la Reestructuración Municipal fue aprobada por la Asamblea Legislativa, a mediados de 2023, con 67 votos, e implementada con los Concejos Municipales que entraron en función en 2024.

La ley denominó como distritos a los 262 municipios y estableció la creación de 44 municipios, agrupándolos por puntos cardinales.

El coordinador del Laboratorio de Opinión Pública del CIMU, Manuel Zometa, señaló que la decisión de implementar una reestructuración municipal fue “eminentemente política” con la intención de concentrar el poder en menos alcaldes debido a que al momento de aprobar la ley “la mayoría de alcaldías eran del partido oficial”.

“Dudo mucho que haya habido alguna especie de análisis técnico o algún tipo de consulta. Fue más un cambio, lo que le denominamos nosotros en el Centro, un cambio de paradigma. Se ha pasado de un municipalismo descentralizado a un municipalismo centralizado. Es decir, que los servicios municipales ahora van a ser proveídos por el Ejecutivo; pero al menos en este primer año la poca eficiencia que han tenido las instituciones del Ejecutivo donde se ha centralizado el servicio municipal no ha tenido un impacto, al menos lo suficientemente grande como para que la población sienta que ha habido una mejora con esa reestructuración”, señaló Zometa.

Tanto Zometa como Fagoaga hablan con propiedad debido a que desde hace varios años estudian la situación de las municipalidades en el occidente del país, incluso antes de la implementación de la Ley.

Municipios de la zona occidentalNota
Sonsonate Oeste4.65
Sonsonate Norte5.35
Sonsonate Este4.77
Sonsonate Centro5.47
Santa Ana Oeste 4.51
Santa Ana Norte4.97
Santa Ana Este5.3
Santa Ana Centro5.97
Ahuachapán Sur 5.25
Ahuachapán Norte5.95
Ahuachapán Centro6.01

El último estudio que realizaron fue el denominado Evaluación de la Gestión Pública del Occidente de El Salvador, que fue presentado en junio.

Esta establece que el 31.33% de la población encuestada respondió sentirse Indiferente al planteamiento de ¿Cuál es su nivel de satisfacción con respecto a la gestión municipal que tomó posesión a partir del 1° de mayo 2024?.

Un 25.66%  dijo sentirse Insatisfecho y sólo el 18.49% Satisfecho.

Mientras que al planteamiento sobre ¿Cómo evalúa las siguientes áreas de trabajo durante este primer año de gestión municipal?, el 35.50% calificó como Deficiente el Contacto y Acercamiento a la comunidad.

Un 34.19% calificó de Deficiente la Atracción de cooperación e inversión al municipio.

Sin solución

Fagoaga señaló que, de acuerdo a lo que han investigado, la ley no ha solucionado el problema previsto, que era la falta de desarrollo de los municipios.

A su criterio, la Ley se ha convertido en un “paliativo” ante un problema señalado de “ineficiencia de los municipios”; aunque reconoció que la reestructuración lo que hizo fue agravar los problemas de las municipalidades ya que algunos municipios crecieron en términos de distritos pero los recursos no corrieron la misma suerte.

“Por lo tanto, los municipios enfrentan retos bastantes importantes”, dijo.

Pero la ley también generó la reducción de espacios de participación ciudadana porque en algunos casos, el distrito principal está alejado de los demás que conforman el municipio.

Ejemplificó el caso de Santa Ana Oeste, donde la administración se estableció en el distrito de Chalchuapa; pero este no tiene calles directas para comunicarse con Candelaria de la Frontera, San Antonio Pajonal o Santiago de la Frontera, que están a más de una hora de camino de Chalchuapa.

La población debe cruzar Santa Ana Centro para llegar a este, o viceversa.

El mismo alcalde de Santa Ana Oeste, Jorge Castro, ha publicado en sus redes sociales que el distrito Santiago Pajonal se encuentra a una hora con cuarenta minutos de Chalchuapa.

“Somos 24/7 Ahorita a atender el distrito del Pajonal a 1 hora y 40 minutos de nuestro otro distrito Chalchuapa”, escribió el 25 de enero pasado.

Uno de los municipios con más distritos en el país es el de Chalatenango Sur que cuenta con veinte distritos.

Muy satisfecho
5.30%
Satisfecho
18.49%
Indiferente
31.33%
Insatisfecho
25.66%
Muy insatisfecho
13.19%
No responde6.03%

Sin elección

Además, la población de los distritos, en todo el país, no elige a la persona que estará al frente de este sino que son impuestos, lo que se suma al cierre de espacios de participación ciudadana.

Fagoaga hizo el planteamiento sobre realmente ¿cuánto las alcaldías están pesando en el territorio?. 

Esto debido a la reducción del 10% al 1.5% del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios (Fodes) y la creación de la Dirección de Obras Municipales (DOM) que se encargan de realizar las obras que anteriormente hacían las municipalidades, así como la Autoridad Nacional de Residuos Sólidos (ANDRES),  que se encarga de  la recolección de la basura. 

También fue creada la Dirección de Mercados Nacionales.

En contraste, desapareció el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL) que tuvo, entre sus funciones, el combate a la pobreza. 

Sus funciones fueron retomadas por el Ministerio de Desarrollo Local que ha tenido una “opacidad terrible y poca presencia”.

“La reducción de los municipios, para nosotros, no tuvo un criterio técnico, sino un contenido político electoral”, señaló Fagoaga, al mismo tiempo que reconoció que desarrollo no sólo es infraestructura sino que incluye emprendimiento, el tema de la cultura, y servicios básicos, que son aspectos que “quedaron olvidados”.

Planteó que se debe de revisar el modelo y regresarle a los municipios fondos para que implementen su desarrollo porque, de lo contrario, habrá un impacto en el aumento de la pobreza y la poca capacidad de los territorios para desarrollar productividad, bienestar y relaciones sociales adecuadas.

Evaluación

Zometa señaló que las alcaldías, históricamente, han sido mal evaluadas; pero la reestructuración de los municipios lo que provocó fue una acumulación de poder en menos alcaldes, específicamente en 44.

La calificación promedio que la población occidental da a la gestión municipal es de 5.28, según la  Evaluación de la Gestión Pública del Occidente de El Salvador.

Una de las principales quejas que plantea dicha evaluación es que los antiguos municipios que se han adjuntado a otros no conocen al alcalde y “mucho menos” al administrador del distrito.

Uno de los factores que, aparentemente, contribuye a esa baja calificación es el descontento de la población por el deficiente trabajo de las dependencias gubernamentales, como la DOM.

Pero Zometa aclaró que las personas desconocen que las obras municipales son ahora responsabilidad de ésta, entre otras direcciones, y ya no de las alcaldías.

“Poco a poco se están reduciendo los servicios municipales, pero la gente sigue reclamando y exigiendo a los alcaldes… La poca eficiencia que ha tenido la DOM está recayendo no sobre la DOM ni sobre el Ejecutivo, está recayendo sobre los alcaldes y esto es lo que ha cambiado la percepción. Y como en algunos de los municipios, la gente ni sabe quién es su alcalde, ni sabe quién es el que está a cargo”, razonó Zometa.

Agregó que los alcaldes están conscientes que el desgaste de la reestructuración municipal está recayendo sobre ellos porque la gente no ha identificado aún que el servicio proviene del Ejecutivo.

“Ellos asumen el costo de no poder responder y guardan silencio porque ni siquiera van y responden y dicen ‘miren, ya no es mi responsabilidad, ahora es cuestión del Ejecutivo’ porque eso podría ser considerado como una afronta al Ejecutivo. Entonces lo que están haciendo solamente es guardar silencio y asumir las consecuencias de estos reclamos que la población está haciendo”, concluyó.

¿Cuál es el futuro de los alcaldes?

“Estamos viendo una deconstrucción del municipalismo y lo que es la centralización. ¿Hacia dónde puede ir eso? Pues nosotros hemos planteado una hipótesis que posiblemente con todos los cambios que estamos viendo un modelo de gobernaciones. Y estas gobernaciones posiblemente pueden entrar a elecciones o no. Esa es una cuestión que quedaría en el tintero, pero sí está claro de que hay un modelo para deconstruir el concepto de municipios y crear territorios más complejos, mayor concentración de decisiones centralizadas y, por supuesto, un deterioro de lo que es municipalismo como concepto de organización política del territorio”

Walter Fagoaga
Centro de Investigación Multidisciplinario (CIMU)

“Soy de la idea que los municipios eventualmente van a desaparecer si se le sigue quitando las funciones. La administración de mercados ya se les quitó; que posteriormente se les quite la administración de los cementerios. Entonces, no veo ningún inconveniente, al menos desde esa perspectiva con la que yo no estoy de acuerdo. Pero no le vería ningún inconveniente con que se eliminen también a los a los ediles, que se se pase a una administración por parte de las gobernaciones.Yo creería que esa es la intención en última instancia porque va a carecer de sentido eventualmente tener alcaldes que no tengan mayores funciones o funciones relevantes”

Manuel Zometa, 
Laboratorio de Opinión Pública del CIMU
Cristian Díaz
Cristian Díaz