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El Salvador y la UES como referentes mundiales en descubrimiento de nueva especie de hongo

El Aspergillus uessalvadorensis, una especie de hongo que se descubrió en la Universidad de El Salvador (UES), ha sido registrado en bases de datos internacionales como la de MycoBank y el repositorio genético GenBank/NCBI.

Hongos Aspergillus uessalvadorensis UES

La ciencia en El Salvador alcanzó un nuevo hito con el reconocimiento oficial de la especie Aspergillus uessalvadorensis tras ser inscrita en las bases internacionales de MycoBank y en el repositorio genético GenBank/NCBI.

El MycoBank es una base de datos en línea que registra y documenta formalmente la nomenclatura de hongos, incluyendo nuevos nombres y combinaciones con sus descripciones. Por otro lado, GenBank es una base de datos pública de secuencias genéticas que almacena información de ADN, incluyendo la de los hongos, para su identificación y clasificación a través del análisis de su material genético, información que está disponible para su consulta en todo el mundo.

El descubrimiento fue liderado por el doctor Antonio Vásquez Hidalgo, médico, microbiólogo e investigador de la Universidad de El Salvador (UES), quien desde 2006 inició los estudios que confirmaron la existencia de un hongo único en el mundo.

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La nueva especie fue identificada en las semillas del Nacascol (Caesalpinia coriaria), árbol característico de la zona norte del país. Allí, el Aspergillus uessalvadorensis, cuyo nombre hace honor al lugar del descubrimiento, encuentra su hábitat natural alimentándose del sustrato de las semillas y generando un polvo negro con alto contenido de taninos (compuestos químicos naturales presentes en muchas plantas).

Antonio Vásquez Hidalgo Hongos Aspergillus uessalvadorensis UES
El doctor Antonio Vásquez Hidalgo es médico, microbiólogo, salubrista y un destacado investigador científico de la UES. | Foto: EDH/ Max Martínez (UES)

Este tinte fue el punto de partida de la investigación, explica el doctor Vásquez Hidalgo durante una entrevista, su potencial como tinte natural despertó el interés del científico.

«El Aspergillus uessalvadorensis es el único hongo en el mundo capaz de producir un colorante negro natural. Otros hongos pueden ser oscuros, pero no generan pigmento de esta tonalidad», explica el investigador.

El tinte de esta semilla se utiliza tradicionalmente para teñir barro, cuero y textiles, y es muy usado por los artesanos en la zona norte de El Salvador.

«Las primeras Aspergillus que se descubrieron en el mundo, fueron en el año 1800 (…) Todas las especies nos adaptamos al medio ambiente y otros factores biológicos, sociales etcétera, entonces, (estas) han venido pasando por una mutación o se convierten al final en otra especie. En Centroamérica han encontrado dos Aspergillus, uno en Costa Rica y uno en El Salvador, que es el más nuevo», explica el académico.

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Hongos Aspergillus uessalvadorensis UES
El tinte de la semilla se utiliza tradicionalmente para teñir barro, cuero y textiles. | Foto: EDH/ Max Martínez (UES)

La diferencia entre el Aspergillus uessalvadorensis y otras especies radica en que cuando se aísla da un pigmento negro, además se observan diferencias en la forma, esta variante de Aspergilus no tiene septos (especie de tabiques) en el conideoforo o hifas (palillo que sostiene la cabeza del hongo), otro distintivo es que las esporas son en forma de mazo o cactus con espinas.

Secuenciación genética

La secuenciación genética que permitió legitimar la especie se realizó en Corea del Sur donde se respaldó los estudios fenotípicos y genotípicos iniciados en la Facultad de Medicina de la UES.

«Entrar a estas bases de datos no es fácil, se lleva todo un proceso que me ha implicado tiempo, hay que cumplir con las condiciones y comprobar que ciertamente es una especie nueva. Llegar a la secuenciación también fue complicado, hice contacto con varios laboratorios en EE.UU. y otros lugares, pero los costos eran muy elevados», explica el investigador.

Hongos Aspergillus uessalvadorensis UES
Una de las variantes del Aspergillus uessalvadorensis es que las esporas son en forma de mazo o cactus con espinas. | Foto: EDH /Cortesía

El registro oficial en bases científicas internacionales representa un prestigio sin precedentes para El Salvador y para la universidad, al colocar al país en el mapa de este tipo de descubrimiento a nivel global.

El doctor Vásquez, con más de tres décadas de experiencia investigativa y reconocido con premios nacionales y en países como España, México, Suiza, Perú y Corea del Sur, destaca que este logro no es individual, sino colectivo.

«Cuando se menciona el nombre de la especie, aparece también El Salvador y la Universidad de El Salvador. Eso es un triunfo para toda la nación», expresa.

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Fases de la investigación

En 2006, la caracterización biológica del género Aspergillus hallado en semillas de Nacascol, fue el punto de partida formal del proyecto, la segunda investigación conlleva al descubrimiento en laboratorio de la nueva especie de hongo en las semillas.

Esto permitió en el año 2007 el registro notarial del hallazgo y en 2008 se inscribió en el Centro Nacional de Registro (CNR) y se publicó en el repositorio de la UES.

La tercera parte de la investigación consistió en la secuenciación. «Gracias a Dios en el 2024 lo logré con el apoyo de Corea», acota.

El doctor Vásquez añade que el siguiente paso de la investigación busca explorar los usos industriales del hongo, incluidas posibles aplicaciones en enzimas y proteínas con valor biotecnológico.

Hongos Aspergillus uessalvadorensis UES
El Aspergillus uessalvadorensis es el único hongo en el mundo capaz de producir un colorante negro natural. | Foto: EDH/Max Martínez (UES)

«Ahorita estoy en otro proceso de estudio de investigación con los coreanos, en la secuenciación podemos encontrar aflatoxina, podemos encontrar proteínas, podemos encontrar enzimas, todas esas pueden servir para uso industrial y sacar utilidades, es decir, aquí tenemos toda una fuente, lo que pasa es que hay que invertir tiempo y dinero», explica mientras acota que son al menos diez investigaciones las que darán continuidad al proyecto, una de estas en proceso, y de la cual se esperan resultados entre diciembre de este año y mayo de 2026.

«Esto es fascinante. A mí me gusta la investigación, cuando uno tiene un proyecto hay que continuar. Para los jóvenes podemos dejar un estímulo, un incentivo para la investigación, para no detenerse y seguir investigando», concluye.

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