Cientos de personas acompañaron ayer a la familia de Jessica Amanda Solís Castro, quien murió el pasado 6 de noviembre luego de recibir un impacto de bala cuando pasaba frente al Palacio Nacional, en San Salvador.
El hecho hasta la fecha sigue provocando indignación en la población salvadoreña y también dolor en la familia Solís Castro, quienes residen en el caserío Los Solises, cantón Los Chilamates, distrito Nueva Concepción, Chalatenango.
La misa de cuerpo presente fue oficiada por un capellán para militares, quien ofreció un acompañamiento a la familia doliente por la pérdida de Jessica. «No es fácil perder a un ser querido sobre todo en el corazón de un padre o de una madre», dijo el párroco durante el acto religioso.
«Queremos ofrendar esta eucaristía por don Manuelito, la niña Mary, padres de Jessica, por su familia y por todos aquellos que se hayan visto afectados por el deceso», añadió el cura.
Según diferentes reportes de prensa, a la vela llegaron representantes de la Policía Nacional Civil y entregaron un arreglo floral. Además, también se hicieron presentes miembros del ejército, quienes también ofrecieron un acompañamiento a la familia.
El viernes pasado, personas no identificadas colocaron un altar con flores y frases en el lugar en el que falleció Jessica. «No eras un número, tenías familia, un futuro». Ni una menos». «Jessica, no te olvidaremos». «Las mujeres no estamos más seguras», fueron algunas de las frases que distintas personas decidieron poner en la pared del Palacio Nacional.
“Estuvo en el lugar menos indicado” eran algunos de los comentarios que decían hombres, mujeres y todo aquel que se detenía por unos momentos en su trayecto a ver el altar. Foto EDH/Emerson Del Cid
Sin embargo, este altar fue removido por la noche por agentes de seguridad municipal.
En un recorrido realizado por El Diario de Hoy en la zona del homicidio existe una calma aparente. Personas que pasaban frente al Palacio Nacional señalaban el lugar en el que murió Jessica y murmuraban que ya no estaba el altar con las flores.
Comerciantes consultados dijeron que escucharon un impacto de bala pero jamás se imaginaron que se trataba de una homicidio, hasta que vieron el cuerpo de Jessica en el suelo.
El supuesto responsable de este hecho fue presentado por la Policía Nacional Civil (PNC). Según las autoridades, un soldado de la Fuerza Armada, identificado como Derman Fernando J. B., quien estaba destacado en el Centro Histórico, «accionó accidentalmente su arma de fuego, impactando a la víctima y ocasionándole la muerte de manera inmediata».
Por su parte, la Fuerza Armada Salvadoreña lamentó el hecho en el que Jessica Solís murió y reiteraron que el hecho fue accidental y que entregarán una compensación de $200,000 a los familiares de la víctima como muestra de solidaridad.
Aproximadamente a las 2:00 de la tarde el cuerpo de Jessica fue trasladado al cementerio de la localidad donde familiares y amigos dieron el último adiós a Solís Castro. La funeraria Guardado, que dio el servicio fúnebre, realizó una transmisión.
“Jessica era una mujer muy buena, ella no se metía con nadie y era una buena hija”, es como recuerdan familiares y amigos a Jessica Solís.
Yanci Solís, hermana de la víctima y testigo presencial, relató a su madre que ella gritaba que le ayudaran y nadie le hacía caso.
Según familiares cercanos, la víctima tenía un solo disparo en el cuello, lo que ocasionó la muerte de manera instantánea: «No tenía nada más que un disparo», aseguró un familiar cercano.
Se espera que en los próximos días sea presentado ante los tribunales el supuesto homicida de Jessica Solís.
