Entre tres a cinco años podría aumentarse la edad de jubilación, esta es una medida inminente, aseguró Patricio Pineda, experto en pensiones y principal líder de la Mesa por una Pensión Digna.

Pineda afirmó que los ajustes paramétricos, especialmente el incremento en la edad de jubilación, son prácticamente inevitables debido al envejecimiento de la población y a la presión financiera del sistema.

Señaló que, según las tendencias demográficas, las mujeres podrían enfrentar un aumento de hasta cinco años en la edad de retiro, pasando de 55 a 60 años, mientras que en el caso de los hombres el incremento podría oscilar entre dos y tres años.

“La población salvadoreña es cada vez más longeva y eso obliga a hacer ajustes. Las mujeres cotizan menos, ganan menos, pero viven más; los hombres participan más en el sistema y concentran la mayor parte de las pensiones. Esa combinación empuja a cambios en la edad”, explicó.

Según los últimos datos del Banco Mundial, la esperanza de vida en El Salvador está alrededor de los 73-75 años en general, con un promedio de 68 años para hombres y 76 para mujeres, por lo que ellas podrían resultar más afectadas con la reforma.

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No obstante, Pineda alertó que elevar la edad de jubilación sin mejorar las pensiones sería socialmente insostenible.

Actualmente, dijo, la tasa de reemplazo ronda apenas el 33 % del último salario, es decir el porcentaje del último salario o ingreso laboral que una persona recibe como pensión al jubilarse, por lo que cualquier reforma debería equilibrar el aumento de requisitos con mejores beneficios.

“Subir la edad sin subir la pensión sería inaceptable para los trabajadores”, enfatizó.

Además del ajuste en la edad, el dirigente previsional consideró probable un incremento en la tasa de cotización, aunque aún no está claro si recaerá sobre trabajadores, empleadores o ambos, ni en qué proporción.

“Es casi seguro que también se tocará la cotización; la incógnita es cuánto y de qué lado”, señaló.
Pineda insistió en que la reforma debe incluir medidas complementarias, como la revalorización gradual de los salarios, el fortalecimiento de la cobertura previsional y el uso responsable de los fondos, evitando seguir endeudando al sistema para financiar obligaciones del régimen antiguo.

Pineda también destacó la necesidad de cumplir con la rentabilidad prometida a los ahorros de los trabajadores.

“Estamos tarde con el estudio actuarial”

Pineda que participó en la entrevista Diálogo de Canal 21, explicó que el Ejecutivo se comprometió a presentar, un estudio actuarial que sirva como base técnica para una nueva reforma previsional.

La primera fecha para presentar este documento fue en junio, luego el gobierno pidió una prórroga para septiembre, sin embargo, Pineda señaló que hasta ahora no se ha hecho pública la información estadística ni el análisis previo comprometido desde septiembre, lo que genera dudas sobre la transparencia del proceso.

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Pineda, cuestionó que el Fondo no haya divulgado el estudio actuarial de pensiones, tampoco se ha aclarado porque no se cumplió el plazo para la divulgación de la data .

“Se supone que han estado trabajando en el estudio actuarial, estamos creyendo que todo se queda para última hora, y para hacer un estudio actuarial se necesitan cuatro meses y ya estamos tarde, porque el plazo se vence en febrero”, reflexionó Pineda.

“Primero va la data, luego el análisis y después el estudio actuarial. Sin datos públicos, el problema es la certeza de la información”, sostuvo.

De acuerdo con el representante de la Mesa, el propio discurso del ministro de Hacienda Jerson Posada, a inicios de diciembre, deja entrever que el estudio ya estaría avanzado, aunque sin un proceso amplio de consulta con los trabajadores.

“Entendemos que se está trabajando, pero todo se está dejando para última hora, y cuando eso pasa, las cosas se hacen a la carrera y mal”, advirtió.

El líder gremial finalmente, advirtió que el mayor riesgo del proceso es político. “Presentar una reforma que aumente edad y cotizaciones sin mejorar las pensiones, en un año previo a elecciones, generará un fuerte rechazo social. Por eso se necesita voluntad política, diálogo y una consulta real con los trabajadores”, concluyó.