Maestros y compañeros destacan el potencial de Jimena Rachel Martínez como futura profesional en psicología, una joven que perdió la visión por completo a los 15 años, pero que sigue estudiando
Maestros y compañeros destacan el potencial de Jimena Rachel Martínez como futura profesional en psicología, una joven que perdió la visión por completo a los 15 años, pero que sigue estudiando

Lo que un día fue un problema se ha convertido en una nueva oportunidad para superar e incluso ayudar a otros para Jimena Rachel Martínez Lemus, una joven de 23 años que perdió la visión por completo; sin embargo, eso no ha sido un obstáculo para ella en continuar con sus estudios, y ahora ha alcanzado el nivel superior al estudiar en la Universidad de Oriente (UNIVO), en la carrera de psicología.
Jimena relata que ahora que tiene esa discapacidad, ayuda de diferentes maneras a las personas que le rodean, sobre todo en brindarles palabras de ánimo a quienes se desvanecen emocionalmente por algún problema, ya que por su misma experiencia tuvo que superar la depresión debido a la pérdida de la visión.
«Eso me ha motivado a estudiar la carrera de psicología, porque siento que a través de ello puedo ayudar a otras personas que están atravesando algún tipo de proceso similar al mío o diferente», explicó Jimena.
Fue a los 15 años que la joven perdió la visión por completo, a consecuencia de una enfermedad progresiva llamada Toxoplasmosis, que desarrolló en sus ojos por una infección causada por un parásito, lo cual le fue detectado cuando era pequeña.

«Yo de pequeña ya tenía problemas visuales, pero era algo que no me afectaba porque eran problemas que con lentes uno se maneja bien, primero a mí me afectó nada más un ojo y luego se me pasó al otro y fue cuando ya perdí la vista totalmente, estaba recién empezando el bachillerato», narra la joven.
Sólo logró terminar su bachillerato general en el INJECAR en el año 2,022 y por dos años suspendió sus estudios debido al impacto emocional que le generó puesto que de un día para otro ya no podía ver, y en ese momento consideraba que esa situación ya no le permitiría poder estudiar; sus sueños de superarse se vieron truncados.
«Todo es un proceso, me tocó pasar el proceso de estar en depresión porque no fue fácil, primero de ver y luego ya no ver se me dificultó. Al principio para mí, al adquirir la discapacidad sí fue como que todo se me vino abajo, dije ‘ya no voy a poder seguir estudiando, ya no voy a hacer nada’. Pero luego mi familia, que siempre me apoya, me siguió motivando y me contaron que estaba una escuela especial donde enseñaban el método Braille, y fue cuando me motivé a ir a aprender», narra.
Un cambio de pensamiento le permitió seguir adelante, aprendió el método Braille junto a personas con discapacidad auditiva en la ciudad de San Miguel, proceso que inició durante la etapa de transición de su condición, e incluso se sometió a la prueba Avanzo, del Ministerio de Educación, bajo ese método para poder concluir el bachillerato general.
«Empecé en el año 2021 a aprender Braille, por eso fui quedando atrás, pero nunca es tarde», dice Jimena.
Para Jimena, con el sistema es un poco lenta la lectura; recuerda que cuando se sometió a la prueba Avanzo, una de las mayores dificultades fue ir memorizando; y si en algún momento se cansaba, los tutores que la asistieron le leían las preguntas, a lo que ella daba las respuestas.
Más tarde, Jimena se enteró por una Asociación de Ciegos que la UNIVO brindaba apoyo con becas a personas con discapacidad; hizo el intento y agradece a Dios y a la institución educativa que le abriera las puertas para continuar con sus estudios, ya que además de su situación como no vidente, sus recursos no le permitían costear estudios en el nivel superior.
A diario Jimena recorre las calles de la ciudad con su bastón, aborda una unidad del transporte colectivo que de su casa la lleva a la universidad y viceversa, y cuenta que maestros y compañeros de clase han sido amables con ella y le han apoyado en todos los aspectos posibles para que se desenvuelva igual que el resto de la clase.

«En las clases, ellos siempre nos proyectan lo que es material audiovisual para que yo pueda escuchar la información…Tengo una compañera que me ayuda a abordar el autobús y ya me voy sola para la casa, poco a poco he ido aprendiendo», mencionó la joven.
Jimena ha sabido enfrentar la situación con optimismo, cuenta que a futuro se proyecta como licenciada en psicología y aspira trabajar y alcanzar la dirección del Centro de Ciencia, para aplicar sus conocimientos.
«En psicología hay muchas áreas, la clínica, la educativa, la jurídica, la organización emocional. Entonces, ellos tienden a desarrollar más los demás sentidos en este caso el auditivo y verbal», explicó la docente Nubia Batres, coordinadora de la clínica psicológica de la UNIVO.
“He tenido la fortuna de tener, el segundo estudiante con discapacidad visual y me he encontrado con dos personas super intelectuales”, relató Batres, también docente de la asignatura de Teorías y Sistemas Psicológicos.
Jimena ha sido su estudiante a partir del segundo ciclo y cuenta que ella es una persona que a pesar de su discapacidad visual es bastante independiente, es participativa en las clases, además de ella, la docente cuenta que actualmente otros dos estudiantes no videntes cursan en la carrera de comunicaciones, por lo que los maestros que tienen en sus clases a estudiantes con este tipo de condición, deben adecuar sus clases para que ellos puedan tener mejor recepción, la mayoría son más verbales con audio visuales.
Rodrigo José Villatoro, compañero de estudios de Jimena, describe que el método Braille era totalmente desconocido para él, y que la interacción de la joven con sus compañeros y buena comunicación ha permitido que el grupo sea unido explicó.
Jimena actualmente sigue luchando por sus sueños, estudia por medio de una beca otorgada por la universidad y algunos maestros destacaron lo disciplinada que es en sus estudios, a parte que lleva muy buenas calificaciones. Para materias de tecnología se une a sus compañeros para desarrollar las tareas en clase.
Uris Arriaza, director del Instituto Nacional Joaquín Ernesto Cárdenas (INJECAR), destacó su desempeño como estudiante. Jimena es la segunda de tres jóvenes no videntes que se graduaron de la institución en los últimos diez años y que alcanza el nivel universitario.
La joven concluye su relato con un mensaje motivador para otros que están pasando alguna situación difícil en sus vidas, para que no se rindan, ya que siempre las cosas pasan por algo, sostiene. «Yo pienso que los obstáculos se los pone uno mismo creándose malos pensamientos, pero sí podemos salir adelante con la ayuda de Dios, nuestra familia, y siempre es muy importante tener redes de apoyo para que nos ayuden ahí», dijo.
.
La realidad en tus manos
Fundado en 1936 por Napoleón Viera Altamirano y Mercedes Madriz de Altamirano.
Facebook-f Instagram X-twitter11 Calle Oriente y Avenida Cuscatancingo No 271 San Salvador, El Salvador Tel.: (503) 2231-7777 Fax: (503) 2231-7869 (1 Cuadra al Norte de Alcaldía de San Salvador)
2025 – Todos los derechos reservados