Una nueva marca y no «tan buena», como reclamaron los aficionados salvadoreños en redes sociales. Esa es la que firmó la Selecta, este martes, después de la derrota ante Panamá (3-0), en el cierre de las eliminatorias mundialistas por la Concacaf.

La Azul llegó a cinco derrotas seguidas sin ganar. Es decir, cinco derrotas consecutivas, en esta última fase, de la mano del técnico Hernán Darío «Bolillo» Gómez. Fueron todas en el camino de lograr llegar al sueño mundialista que se esfumó.

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La Selecta perdió así ante Surinam (1-2), en el estadio Cuscatlán, el 8 de septiembre; contra los Canaleros (0-1), siempre en el Cusca, el 10 de octubre; frente a Guatemala (0-1), también en el Coloso, el 14 de octubre; ante los caribeños, en Paramaribo, con una goleada triste (4-0), el 13 de noviembre; y la última en el Rommel Fernández, de esta semana (18 de noviembre).

Según las estadísticas, los cuatro partidos sin ver triunfo no pasaban desde 1993, rumbo al Mundial de Estados Unidos 1994, como confirmó el periodista Guillermo Hernández, de Radio YSKL. Ahora, esa marca se superó.

El único partido que la Selección cuscatleca pudo ganar fue a los chapines, de visita, el pasado 4 de septiembre, de los últimos seis en disputa. Este triunfo dejó tres puntos, los únicos que ESA sumó, para ser última del Grupo «A», con solo dos goles a favor y 11 en contra.

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Incluso, la efectividad fue tan corta para los salvadoreños que el único nacional que vio puerta fue Harold Osorio en suelo chapín. Esto, porque el otro tanto fue un gol en propia meta del surinamés Anfernee Dijksteel. Con lo que se reafirmó la pobreza de fútbol para la Selecta, y el récord negativo con el que cerró esta etapa rumbo a Norteamérica 2026.