El Real Madrid expone este miércoles la crisis, en la que lo han instalado tres empates ligueros consecutivos y la pérdida del liderato, en San Mamés, ante un Athletic que empezó a reaccionar -ganó en la última jornada al Levante en Valencia-, en una temporada que no le va como quería.

Fue una victoria de alivio para el Athletic, al que le espera una semana con un calendario temible, con las visitas seguidas a ‘La Catedral’ de Real Madrid, Atlético de Madrid y PSG. Y eso después de tres salidas consecutivas que inició recibiendo una goleada en el Camp Nou (0-4).

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No obstante, los ‘leones’ reaccionaron ya en Praga siendo mejores que el local Slavia en Champions, aunque no pasó del empate 0-0, y ratificaron la mejoría en Valencia con un 0-2 que reflejó con claridad su superioridad sobre el Levante.

Los merengues se han desplomado lejos del Santiago Bernabéu. La gira de partidos por acoger un encuentro de la NFL en su estadio ha desatado el momento de mayor irregularidad desde la llegada del técnico tolosarra. Tres puntos de los 12 últimos en LaLiga dan forma a una mala dinámica que, extendiéndola a competición europea, deja un solo triunfo en los cinco últimos partidos.

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Tras empatar con Rayo Vallecano, Elche y Girona, equipos en otras luchas bien distintas a las del Real Madrid en LaLiga, la obligación aparece en San Mamés, un estadio de fuertes emociones. Xabi Alonso necesita reforzar su figura con un triunfo convincente, ya con un duelo señalado en el calendario a la vuelta de la esquina, el pulso con el Manchester City.

Las dudas sobre la gestión de la plantilla aparecen en los momentos de malos resultados y San Mamés irrumpe como un estadio en el que Xabi Alonso debe dar un golpe de entrenador. Tomar decisiones sin mirar los nombres, dado el bajo rendimiento de varios jugadores a los que el técnico no logra conducir a su mejor nivel.