En el juego por la Copa Centroamericana Concacaf 2025 hubo un soberano papelón por parte de Concacaf, el ente rector de nuestra región y organizador del certamen; esto, para el juego que libraron Real Estelí y Club Deportivo Águila.

Resulta que, según Concacaf, en Club Deportivo Águila estaba entre los suplentes el futbolista con el dorsal 46 llamado: Embape. Así como lo leyó.

El tal «Embape» recuerda lógicamente al francés Kylian Mbappé. Pero ¿no está muy grande en edad el futbolista aguilucho para llamarse así? Tiene ya 18 años.

El campeón del mundo con Francia apenas saltó a la fama mundial en 2016… sólo transcurrieron nueve años desde entonces… No cuadran en lo absoluto los tiempos para alguien quien ya tiene DUI en nuestras lindes.

Lo cierto, es que lo de «Embape», fue dado por la mismísima Concacaf en el listado de nombres participantes por cada equipo junto a la cuarteta arbitral y otros detalles concernientes al juego. Nadie más.

Es muy gracioso, ya que el registro del suplente (quien finalmente sí vio minutos con Águila ante el Real Estelí) fue consignado por Google como «Em Bape», peor aún. El falso nombre se viralizó.

El famoso motor de búsqueda que «todo lo sabe y nunca se equivoca» detalló que el susodicho futbolista jugó este pasado miércoles en CD Águila por Copa Centroamericana Concacaf 2025.

Otros más rigurosos con el tratamiento de la información comunicaron el nombre correcto del jugador ¿cómo se llama realmente el dichoso «Embape»?

Se trata de Eduardo Cruz, quien ingresó por Dixon Rivas para el segundo tiempo contra el Real Estelí en Nicaragua.

Cruz, con el dorsal 46, despertó la curiosidad y hasta el desconcierto en los respectivos canales de tevé con derecho oficiales para transmitir el juego copero entre nicaragüenses y salvadoreños.

El jugador hasta se hizo amonestar, lo cual hizo que la gráfica origen, cortesía de Concacaf, dejara constancia una vez más del llamativo error.

Lo de «Embape» hace recordar a muchos futbolistas portugueses, brasileños, caboverdianos, mozambiqueños, entre otros, quienes se ponen el mote, sobrenombre o apodo en sus dorsales de forma muy natural, tema antiquísimo.

Bueno, más que en sus espaldas, también hasta en las hojas oficiales que manejan los referís. Porque Kaká, Zico, Dunga, Rivaldo… no se llaman así en sus documentos de identidad.

¿Empezará Concacaf a admitir apodos en sus registros legítimos como a los futbolistas pertenecientes a la comunidad lusófona?

Lo más seguro, es que esto no se vuelva a repetir…