¡Colorín, colorado, este cuento se ha terminado! El futbolista y volante salvadoreño Pablo Punyed se despidió del Víkingur Reykjavík con victoria ante el Valur.

Punyed saltó a la cancha como titular y capitán del equipo que ya había sido campeón de forma anticipada hace unas semanas.

El compatriota disputó 67 minutos en la victoria por 2-0 ante el Valur.

Punyed, como era costumbre antes de su lesión, y también tras la misma, jugó como mediocentro defensivo; por delante de los centrales.

Según la web de FotMob tuvo un partido muy bueno, con una calificación de 7.5 de 10 posibles.

Como en los viejos tiempos, Pablo se dedicó a robar balones, aguantar el esférico y marcar el ritmo de la salida para los suyos.

Cuando fue sustituido hubo una gran ovación para él ya que se trataba de su inexorable adiós.

Punyed antes de salir del terreno de juego fue saludado tanto por compañeros como rivales, procedió a retirarse los guantes de sus manos, abrazó al jugador quien ingresó, a Solvi su entrenador y al resto del cuerpo técnico.

En un trapo que había colocado la afición local se leía una consigna producto de la ocasión: «Party hja Pablo».

Que del islandés se traduce como: «Fiesta en casa de Pablo».

La multitud coreó su apellido varios minutos luego de haberse producido el cambio, un momento muy especial en la carrera del salvadoreño.

Tras el pitazo final todo fue regocijo y hubo actos protocolarios para darle el «plato» al Víkingur que lo consagraba como campeón de la Úrvalsdeild 2025.

Punyed tuvo su momento para levantar el popular trofeo con una gorra puesta. Vaya manera de cerrar un ciclo con el Víkingur, desde lo más alto ¡Salud, Pablo!