Uno de los cerebros de L.Á. Firpo en la media de la final de 2001, ante Alianza FC, fue Guillermo Morán. Un jugador que llegó al equipo ese torneo, y que lo impulsó hasta llegar a aquel partido.

Morán vivió cosas buenas esa tarde y en el torneo: «El impacto de estar en un ambiente diferente, porque paso de un equipo (Atlético Marte) que estaba peleando de media tabla para abajo, hasta no descenso, a uno que al primer campeonato que llego me lleva a una final».

«El impacto, la emoción, el ruido, el bullicio de entrar a un escenario abarrotado, eso es motivación. Luego, la importancia del juego», contó.

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Y en lo deportivo, el volante vivió la otra cara de la moneda: «Jugué como titular, pero por golpes que recibí cerca de mi rodilla izquierda salí de cambio (60′), y es esa sensación personal de frustración, que estás en un momento soñado y ya no vas a poder culminar la obra. Fue frustrante».

«Como equipo, no haber ganado. Llegábamos con buen fútbol, íbamos con confianza y sabíamos que iba a ser duro. Pero teníamos la convicción de que lo podíamos sacar adelante. Queda ese sinsabor», dijo.

«Memo», actualmente técnico del área formativa de las escuelas en la Unidad de Deportes de San Salvador Sur y emprendedor, enfatizó en que «fue difícil, porque la famosa sequía se prolongó por mucho tiempo».

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Sobre la final 2025, mencionó: «Los equipos están en un buen momento. Firpo, el trabajo del cuerpo técnico ha dado buen rendimiento. Alianza, los últimos 10 años, ha sido exitoso, con jugadores de varias finales».

Y clave para ganar mencionó a «la credibilidad a las indicaciones» del DT y a «la convicción y el deseo».

ASÍ LO DIJO:

«Íbamos con confianza, pero sabíamos que iba a ser duro. Teníamos la convicción de sacarlo adelante. Fue frustrante»

Guillermo Morán, ex de L.Á. Firpo