En 2025, el fútbol salvadoreño se volvió a vestir de luto por la muerte de varios exponentes del deporte. Algunos más mediáticos que otros, pero todos dejaron parte de su vida en una cancha de fútbol que los recordará para siempre y vivirán en el corazón de los hinchas salvadoreños.

Hubo a quienes se les pudo despedir en su tierra natal, otros, hicieron el viaje a la eternidad también, pero lejos de nuestro país, adonde dejaron huella desde su impronta, su buen obrar dentro y fuera de los terrenos de juego.

La mayoría fueron a edades tardías, ya con un recorrido destacado en sus vidas tras haber formado familias y dejado un legado en el balompié sea a nivel de clubes, equipos, o a nivel de otras instituciones deportivas.

Una de esas estrellas del firmamento cuscatleco fue Norberto «Pájaro» Huezo, quien murió en el mes de marzo, lejos ya de la escena mediática. Hablar del «Ave Nacional» es referirnos a uno de los últimos enganches puros en nuestra historia.

Huezo fue parte del plantel que conformó la delegación salvadoreña para la Copa del Mundo FIFA de España 1982. Norberto surgió de las filas del extinto equipo de la Universidad de El Salvador, luego hizo lo propio en el también desaparecido ANTEL, más tarde en Atlético Marte y estuvo en el mismísimo Monterrey de México.

Militó en FAS y también en los equipos españoles de Palencia y Cartagena. En la América Central pasó por Herediano de Costa Rica, Deportivo Jalapa y Escuintla FC de Guatemala. Cojutepeque formó también parte de las instituciones adonde derrochó su fútbol.

Como entrenador dirigió a la Selección Nacional Sub 20 de 2007 a 2011. Luego fue panelista de programas de televisión nacional abierta.

Otro golpe fuerete para el fútbol fue la partida de Jaime Alberto «Chelona» Rodríguez, quien también figuró en el Mundial España 82. El defensor central vio su génesis futbolística en Juventud Olímpica, luego pasó por las filas de Alianza FC, más tarde en FAS.

Estuvo en Alemania, como también en México, adonde prestó sus servicio en el Club León y en el Atlas. Fue el primer salvadoreño en jugar para un equipo profesional de Finlandia, el KPV. Asimismo, repitió como pionero en el balompié de elite en Japón, adonde figuró para los conjuntos de NKK Soccer y Yokohama Flügels.

Fue auxiliar en la Selecta entre 2006 y 2008 y llegó a presidir el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (Indes), de 2009 a 2014. Desapareció de la escena mediática tras ser acusado y condenado por desviar fondos de dicha institución en 2019. Falleció en los Estados Unidos, pero sus restos fueron trasladados y sepultados en territorio cuscatleco.

También hubo otras figuras que trascendieron el plano terrenal, como René Andrés Ubau, destacado delantero que figuró en Chalatenango. Asimismo, algunos extranjeros con paso por equipos de Primera como el chileno Horacio Díaz Luco, con Águila, campeón de la Concacaf con el equipo emplumado. Otro de esos históricos fue el uruguayo Julio César «Pocho» Cortés, quien dirigió al Alianza y se hizo un nombre con base en su prestigio y calidad. Otro de los finados fue Carlos «el Ché» Sánchez, de Argentina.

Volviendo al azul y blanco, el fundador de la Asociación Pro Fútbol Playa, don Samuel Quirós Valladares, quien no sólo es sinónimo de éxito a nivel empresarial en El Salvador, también es un nombre clave para el desarrollo del fútbol playa en nuestro país.

Su interés, dedicación y preocupación por el desarrollo de dicha disciplina llevó a todo el litoral del país no sólo la práctica de la modalidad, sino también el sano esparcimiento y hasta la potenciación de nuevos valores gracias a la «Asociación Pro Fútbol Playa», una organización sin fines de lucro que en este 2025 cumplió una década de vida y apoyo total a niños y jóvenes.