El fútbol siempre regala sorpresas. Muchas agradables. Y, en Apopa, el torneo femenino que comenzó ayer mantiene activa a su más veterana futbolista. Se trata de la local Carolina Cifuentes Rabanales, quien tiene 76 años y juega en la posición de defensa.

Es la de mayor edad del torneo y está orgullosa, como todas las que juegan a su lado, de mantenerse activa. Esto porque lo que impone, además de respeto con el balón y con su edad, es ejemplo y sabiduría a la juventud.

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«Se siente bien estar activa, porque se sienten la fuerzas para correr y seguir jugando», declaró Cifuentes a El Diario de Hoy, quien además de jugar es cantante.

«Es mi deporte favorito, es sano y es una diversión para mi. Juego y veo en televisión los partidos», dijo la abuelita futbolera, quien está casada con Federico Moreno Cienfuegos, quien la apoya y tiene ya 75 años.

Para ella, la pasión por el deporte la tuvo de toda su vida, pero no pudo practicarlo a temprana edad, si no que se le dio ya adulta. Algo que sabe valorar.

«Ya de vieja lo empecé a practicar, no tuve la oportunidad desde mi niñez. Y, de joven, porque trabajaba solo en el campo con mis 16 hermanos. No fui ni al escuela», se sinceró la zaguera.

Para Carolina, ser parte de un equipo la hace sentir bien y recibe el cariño de la gente que llega a ver los mascones. «Me siento bien jugar entre ellas (cipotas), que son jóvenes, y la barra grita que yo juegue. Me animan y eso también me alegra», contó.

Para esta madrecita del fútbol salvadoreño, su aporte más allá de jugar en campo, de defender, de no tener a veces una posición definida, de no hacer goles, está en su sabiduría. Y en lo que da.

«Con la experiencia que yo les puedo dar a las muchachas cuando estoy jugando. Decirle a esas jóvenes que ellas sepan tirar el balón, que aprendan a poder patear directamente, a pasar el balón a sus compañeras», afirmó.

«Y no hago goles. Solo en ocasiones, cuando me llega el balón, doy los pases para gol», sostuvo.

Sobre hasta cuándo piensa retirarse o cómo se mira a futuro, por su edad ya mayor, fue clara en que no es algo que tenga en mente. De hecho, no piensa en un retiro, si no practicar el fútbol hasta que Dios lo permita.

«Hasta donde Dios me dé las fuerzas y la vida para seguir jugando, seguiré», cerró la maciza.

Los locales contaron que lo más importante de Caro es que tiene un «carácter de no rendirse» y pese a su edad «siempre corre y va con esfuerzo, garra y pasión». Lo importante para todos «no es como juega», si no «la actitud positiva» que tiene «de que todo se puede en la vida».