Chalchuapa suma un nuevo atractivo turístico con la inauguración de Villa Bethel, un paseo peatonal y recreacional que apuesta por el emprendimiento local y el esparcimiento familiar, en el distrito de Santa Ana Oeste.

El proyecto, ubicado en un complejo de una cuadra, está conformado por decena de locales comerciales y se ha convertido en un espacio que combina arte, gastronomía y convivencia comunitaria. Según explicó el alcalde de Santa Ana Oeste, Jorge Castro, el lugar anteriormente tenía una imagen muy distinta.

“En una parte de este lugar se ubicaban los baños públicos, que eran un desastre. Lo demás era un botadero de residuos de la alcaldía. Y decidimos transformar el lugar y hacer este paseo recreacional”, afirmó Castro.

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La remodelación fue ejecutada completamente por personal municipal, sin contratar empresas externas, con el objetivo de reducir costos.

“Tenemos que maximizar de alguna manera el dinero y la mejor manera es hacer los productos nosotros mismos”, añadió el edil.

Uno de los principales atractivos de Villa Bethel es el mosaico del piso, elaborado con piezas de cerámica quebradas en colores azul, blanco y amarillo. Estas fueron donadas por habitantes y algunas empresas locales. El diseño estuvo a cargo del empleado municipal Johnny Gómez, también artista del graffiti. Empleados de la alcaldía y voluntarios participaron en la colocación de las piezas, dando como resultado una cuadra visualmente llamativa.

Este sitio turístico de Chalchuapa adquiere otro aspecto en la noche, cuando las luces de lugar se encienden, propiciando un ambiente de ensueño.

La villa fue inaugurada recientemente y desde entonces ha registrado una alta afluencia de visitantes. El nombre Bethel, que en hebreo significa “la casa de Dios”, tiene un simbolismo religioso.

“Somos una alcaldía pobre y para hacer nuestros proyectos debemos agarrarnos de la mano de Dios”, expresó Castro.

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En Villa Bethel la entrada es gratuita; además, no se venden bebidas alcohólicas. Cuenta con varios puestos de comida y golosinas. Posee terrazas en la parte alta -comparadas por visitantes con el estilo de Santorini;, una pequeña fuente, mensajes cristianos en sus paredes y una iluminación nocturna que realza su encanto con 120 farolitos suspendidos de un frondoso árbol.

La obra tardó cuatro meses y medio y requirió una inversión de 195 mil dólares. Los establecimientos atienden de 2:00 de la tarde a medianoche.