Light
Dark

Risoterapia, la técnica para alcanzar el bienestar

La risa, más allá de ser un gesto espontáneo, se ha convertido en una herramienta terapéutica capaz de mejorar la salud física y emocional. La risoterapia, cada vez más respaldada por estudios científicos, abre un camino hacia el bienestar integral.

Risoterapia, la técnica para alcanzar el bienestar. Foto: Shutterstock

¿Cómo es que algo tan simple como reír podría tener efectos terapéuticos? La risoterapia, también llamada terapia de la risa o laughter therapy, ha experimentado un resurgimiento interesante en los últimos años.

Lo que antes se consideraba una curiosidad o un complemento emocional ahora atrae la atención de investigadores y profesionales de la salud por sus efectos medibles sobre la fisiología, la psicología y la calidad de vida de muchas personas.

Lee: Princesa Mette-Marit se somete a rehabilitación pulmonar

Según la revisión del Instituto español de Salud Carlos III la risoterapia es: “una intervención complementaria de tipo cognitivo-conductual que hace referencia a un conjunto de técnicas que utilizan la risa para obtener una serie de beneficios de salud.”

Aunque el humor, la risa y la alegría han sido valorados por culturas antiguas como parte de la vida saludable, es hasta ahora que la risoterapia ha empezado a consolidarse como una intervención formal en salud mental y bienestar solo en tiempos recientes.

En una entrevista reciente, la salvadoreña Normy de Morales, formadora experiencial- risoterapeuta y Coach, expresó impresiones valiosas que coinciden en buena parte con lo que muestran los estudios.

Lee también: Actor de “Amores perros” dice que la cinta fue un hito que sobrevive al tiempo

Normy señala que la risoterapia “es salud” porque activa endorfinas, que ella llama “hormonas de la felicidad”. Efectivamente, los estudios muestran que mediante la risa se liberan sustancias como la serotonina, dopamina y endorfinas, y se reduce el cortisol, la hormona del estrés.

En el contexto de enfermedades crónicas, patologías que generan dolor, estrés o aislamiento (como el cáncer, trastornos del estado de ánimo, problemas respiratorios, etc.), los pacientes, cuidadores y profesionales han buscado estrategias que no dependan sólo de fármacos sino que promuevan bienestar global.

Desde su propia experiencia y como persona que está en proceso de recuperación de cáncer, Normy argumentó que mantener una actitud positiva y usar la risa como parte del bienestar emocional la ha ayudado “desde la cabeza, mis órganos, mi estatus emocional”.

“Hay un libro que se llama ‘La medicina patas arriba’, en donde habla que las frases negativas y las emociones negativas alimentan a las enfermedades crónicas. Entonces he aprendido que realmente lo que yo le doy a mi cerebro y a mi cuerpo, eso repercute en diferentes situaciones de salud”, acotó la experta.

Esto muestra que para muchas personas la risoterapia no sólo tiene componentes externos, sino que se siente como algo que abarca cuerpo, mente, estado emocional.

En cuanto a los casos en que recomienda risoterapia, menciona el estrés (y su reducción mediante risa que disminuye cortisol), y también el poder de mejorar el ambiente interpersonal (una sonrisa, una risa pueden cambiar la energía de un lugar).

Asimismo enfatiza la importancia de los abrazos, el ambiente afectivo, la interacción humana, lo cual se recoge en algunos estudios sociales de risoterapia grupal.

La ciencia opina

Este interés ha coincidido con el auge de la psicología positiva, la medicina integrativa y terapias complementarias, así como con revisiones sistemáticas recientes que evalúan la eficacia y seguridad de la risoterapia en distintos grupos poblacionales.

En particular, en España, el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETS) publicaron una revisión sistemática (“Eficacia y seguridad de la risoterapia en condiciones clínicas seleccionadas”) que sintetiza la evidencia disponible para estas intervenciones.

También han crecido los estudios que miden efectos fisiológicos objetivos, más allá de la sensación subjetiva de bienestar. Un ejemplo clave es el estudio “Beneficial effect of laughter therapy on physiological and psychological function in older people” (2018), publicado en PMC / PubMed.

Por lo tanto, la risoterapia aparece hoy como una práctica que nace de necesidades reales de salud mental, emocional y física, y que está siendo evaluada con rigor científico para ver hasta dónde sus beneficios pueden integrarse en la práctica clínica habitual.

Según la AETS la risoterapia puede hacerse con humor (vídeos cómicos, payasos u otro estímulo externo que provoque la risa) y también sin humor (ejercicios de vocalización, aplausos, respiración, baile, simulaciones de risa).  Suele realizarse en sesiones, ya sea individualmente o en grupo.

La idea es provocar una risa intensa en voz alta, acompañada de presión abdominal y buena proyección de la voz, al menos durante algunos minutos de la sesión.

La institución española también señala que no existe aún un único protocolo estándar que todos usen, pero la revisión de Repisalud sugiere unas pautas comunes: sesiones de al menos 20 minutos, idealmente con duración no superior a 2 horas, al menos dos sesiones por semana durante al menos ocho semanas, para ver efectos clínicos.

La experta salvadoreña recomienda hacerlo “de uno a tres minutos todos los días reírse a carcajadas”, pues “conecta todos los órganos con la carcajada… para que tengan más salud, más bienestar”. Aunque los estudios formales sugieren sesiones más largas y con frecuencia establecida, la idea de pequeñas dosis diarias de risa tiene sentido como refuerzo, incluso si los estudios no siempre usan ese esquema exacto.

Impacto en adultos mayores

El artículo “Beneficial effect of laughter therapy on physiological and psychological function in older people” (Y. Yoshikawa et al., 2018) ofrece resultados concretos.

En su estudio participaron 17 personas mayores que asistían regularmente a un centro de día para adultos mayores. Se aplicó terapia de risa mediante stand-up comedy una vez a la semana durante 4 semanas.

Se midieron parámetros fisiológicos: presión arterial sistólica, frecuencia cardíaca, serotonina plasmática, cromogranina A salival (marcador de estrés), además cuestionarios: calidad de vida con SF-8, escala Geriátrica de Depresión (GDS-15), vitalidad, sociabilidad y actividad.

En cuanto a los resultados fisiológicos, el estudio detalló que disminuyó significativamente la presión arterial sistólica y la frecuencia cardíaca; aumentó la serotonina plasmática; disminuyó la concentración de cromogranina A en saliva.

Los resultados psicológicos y de calidad de vida reflejaron una mejoría en la escala de depresión, mayor sociabilidad y actividad, mejora en percepciones de bienestar.

Este estudio sugiere que incluso con una duración relativamente corta (una sesión semanal durante un mes) se pueden observar mejoras tanto fisiológicas como psicológicas en adultos mayores. No obstante, sus limitaciones (tamaño de muestra pequeño, sin muchos grupos de control intensos) obligan a interpretaciones cuidadosas.

En conclusión, la risoterapia no es un simple “reír por reír”, tiene fundamentos científicos crecientes, evidencia de beneficios en personas mayores y en otras poblaciones sin embargo se debe usar como complemento, ya que no sustituye tratamientos médicos convencionales como por ejemplo, en enfermedades graves, tratamientos farmacológicos, quirúrgicos y psicológicos.

¿Qué beneficios obtiene alguien que practica risoterapia?

Retomando lo que dice la investigación, las instituciones y la experiencia de Normy, la experta salvadoreña, estos serían los principales beneficios reales que puede esperar alguien que practique risoterapia:

1. Mejora del estado de ánimo: menos depresión, menos ansiedad, mayor sensación de bienestar.

2. Disminución del estrés: tanto desde los parámetros hormonales (cortisol u otros marcadores), como desde la percepción subjetiva.

3. Mejora fisiológica: baja de presión arterial, frecuencia cardíaca, mejor respiración, relajación muscular.

4. Estimulación del sistema inmunitario (aunque más cuantitativo en algunos estudios que en otros).

5. Mejora del sueño: mayor calidad del sueño, menos dificultades para dormir, y permite dormir profundamente.

6. Mayor sociabilidad, reducción de la soledad: especialmente útil en personas mayores, en asilos, y en quienes tienen poca interacción.

7. Aumento de vitalidad, energía para la vida diaria, mayor participación en actividades.

8. En algunas enfermedades específicas, alivio del dolor o mejora de síntomas relacionados al malestar emocional que acompaña a la enfermedad.

Patrocinado por taboola