La noche del pasado martes, Cinépolis Galerías se vistió de gala al albergar la premiere de la esperada película “Luciérnagas en El Mozote”, un proyecto cinematográfico filmado en El Salvador y cargado de memoria histórica.

Con alfombra roja, el evento reunió a parte del elenco, productores, equipo técnico e invitados especiales. Entre los asistentes estuvieron el actor colombiano Juan Pablo Shuk, el actor estadounidense de raíces latinas Yancey Arias, y el niño actor Mateo Honles, quien interpreta al sobreviviente protagonista. Sin embargo, brillaron por su ausencia la actriz española protagonista Paz Vega y la estrella estadounidense Mena Suvari, quienes no asistieron al evento.

“Estoy muy contento de llegar a la entrega final. Me siento feliz y honrado de estar aquí en El Salvador. Fue un esfuerzo muy grande por parte de Elías Axume (el productor) y de Ernesto Melara, que en paz descanse, ya que fue la obra de su vida”, dijo Juan Pablo Shuk.

Sobre su experiencia de rodar en El Salvador, el actor originario de Bogotá expresó: “La experiencia fue emocionante. Fueron 21 días intensos; se sentía como una verdadera batalla, pero también tuve mis momentos estelares. Pude conocer a muchos salvadoreños, a Suchitoto, el parque Deininger, San Francisco Lempa y otros lugares. Me encantó”.

Por su parte, Mateo Holnes, de 15 años, dijo sentirse privilegiado de haber participado en esta producción y de haber trabajado con grandes figuras de la actuación.

“Al momento de rodar la película yo tenía 12 años. Fue un privilegio trabaja con grandes actores, como Paz Vega y Juan Pablo Shuk. Fue increíble. Ellos me ayudaron mucho para hacer cada escena”, expresó Mateo. “Espero que todo el pueblo salvadoreño disfrute la película”, agregó.

Un filme con raíz salvadoreña

Dirigida y escrita por el recordado cineasta salvadoreño Ernesto Melara, quien falleció en marzo de este año, “Luciérnagas en El Mozote” está inspirada en hechos reales, en particular en la trágica Masacre de El Mozote, ocurrida en diciembre de 1981 en el departamento de Morazán, cuando fuerzas militares masacraron a cientos de civiles, inclusive mujeres y niños, en lo que se considera la peor atrocidad contra población civil en la historia moderna de América Latina.

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El filme retrata la historia de un niño de 10 años, único sobreviviente de la masacre, cuya infancia queda destrozada. Su lucha por justicia y su búsqueda de paz personal constituyen el eje central de la película.

La película fue rodada, al menos en parte, en territorio salvadoreño.

El proyecto de la cinta no fue inmediato. Tras la filmación, la película vivió un extenso proceso de postproducción que se prolongó durante tres años, lo que da cuenta del empeño del equipo para reconstruir con fidelidad una historia marcada por el dolor, la memoria y la dignidad.

El resultado es una obra de acción bélica con fuerte carga emocional y relevancia social, que busca rescatar la memoria histórica del país a través de una narrativa cinematográfica que mezcla sufrimiento, esperanza y la necesidad de justicia.

Una historia que conmueve

En su sinopsis oficial, “Luciérnagas en El Mozote” describe el viaje de un niño sobreviviente de la masacre que destruye su aldea, su familia y su niñez. En medio del horror y la violencia de la guerra civil salvadoreña, el niño emprende un camino de supervivencia, memoria y búsqueda de justicia. Su historia encarna el dolor colectivo de una comunidad que nunca fue escuchada.

Aunque se inspira en hechos reales, la película adopta una narrativa de ficción. No se presenta como documental, sino como un drama bélico que busca sensibilizar al espectador sobre la tragedia vivida en El Mozote, honrar la memoria de las víctimas y dar voz a quienes ya no pueden hablar.

Expectativas de estreno

El estreno oficial de “Luciérnagas en El Mozote está programado para el próximo jueves 11 de diciembre, fecha que coincide simbólicamente con las fechas de la masacre ocurrida en 1981.

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La premiere en San Salvador tuvo un ambiente cargado de emoción y expectativa: muchos esperan que la película rompa con el silencio sobre uno de los episodios más dolorosos de la historia salvadoreña, invitando a la reflexión, al reconocimiento y a no olvidar.

Mientras tanto, el público aguarda con interés para poder ver en la gran pantalla una película que no solo retrata una tragedia nacional, sino que apuesta por la memoria, la dignidad y la justicia a través del arte.