En medio de la crisis de agua que atormenta varias zonas en AMSS, don Bertigo enfrenta las consecuencias de la escasez y todo lo que esta arrastra en su día a día.
En medio de la crisis de agua que atormenta varias zonas en AMSS, don Bertigo enfrenta las consecuencias de la escasez y todo lo que esta arrastra en su día a día.
— No hay agua ni para lavarse el junene -dijo doña Juca.
El día tercero de la crisis del agua (que se inició cuando don Dagoberto Arévalo tomó la presidencia de ANDA) comenzó mi angustia. Mis reservas se agotaron y me quedé sin una gota; así que tuve que caminar (a pesar del dolor de la gota) para buscar agua.
— Allí está la pipa -me dijo Pipo.
— No fumo -le respondí.
— La pipa de agua -aclaró Pipo.
Entendí su mensaje de doble sentido y fui a buscar la pipa. La encontré. «Qué larga está la cola. Parece cola de dragón», me dije. Entonces sentí miedo, fobia e hidrofobia. «Mejor me voy». Y tomé el camino de regreso a paso lento, a paso de gota.
Llegué a mi casa. Y entonces, justo entonces, sentí deseos de deyección; es decir, de expulsar lo que tenía acumulado en el órgano que no tiene curvas (perdón por el eufemismo). «¿Y ahora qué hago?», me pregunté. Pero como suele ocurrir que las grandes necesidades expulsan grandes soluciones (también es un eufemismo), se me ocurrió ir a expulsar la carga del órgano que no tiene curvas a los sanitarios del supermercado. Y tomé el camino recto (así queda explicado lo del órgano).
¡Otra cola! Había cola para entrar al sanitario del súper; súper cola, y no era Zero. Y al final de la cola… ¿qué creen? ¡Una loca!
— ¡Quieren privatizar el agua! -gritaba la loca al final de la cola, que vestía camisa roja con la foto del Chino Flores. Quise largarme, pero me quedé por motivos de fuerza mayor.
A tode esto, se acercaba mi turno para entrar al baño.
— ¡Se acabó el papel! -gritó alguien desde el interior de los sanitarios.
Y ahora sí, además de tener que soportar a la loca de la cola me tocaría salir del sanitario con residuos de lo que sale por el órgano que no tiene curvas. ¡Qué problema tan anómalo! (literal). Pero esto era solo el comienza, pues como los males nunca llegan solos ocurrió que detrás de la loca de la cola apareció… ¡Adivinen! ¡El Chino Flores! Ya estaba negra la situación, pero el Chino se encargó de hacerla trompuda.
— ¡Que no les quepa duda: van a privatizar el agua! Qué coincidencia que el día que nombran al nuevo presidente de ANDA se rompe una tubería madre -decía el Chino.
Si la loca tenía tibia a la gente, el Chino se encargó de calentarla hasta tal punto que provocó que todos le mencionaron la madre.
Por fortuna, lo que a algunos les provoca derrame incontenible (perdón por el eufemismo) a mí me provoca parálisis en ese órgano que no tiene…Y entonces, como por arte de magia, la presencia del Chino me cortó las ganas.
Dejé la cola (total, ya no había papel higiénico) y me fui a casa a esperar una pipa, la tormenta o un derrame de… Por fortuna llegó la tormenta.
Ese día tuve cuatro visitas de parientes y amigos. Hay paradojas que no tienen explicación, pues llegaron de pueblos que tienen agua. Llegó mi primo Gabriel de Comasagua; mi amigo Kike de Chirilagua; mi tío Alfonso de Agua Escondida y mi primo Chente de Agua Caliente. Solo faltó que llegara Mauricio Funes (o su fantasma) desde Managua.
La realidad en tus manos
Fundado en 1936 por Napoleón Viera Altamirano y Mercedes Madriz de Altamirano
Director Editorial
Dr. Óscar Picardo Joao
2025 – Todos los derechos reservados . Media1936