El desnudo en la plástica salvadoreña y analizado por cuatro artistas nacionales

Bárbara Zavaleta, Héctor Hernández, Augusto Crespín y Gilberto Arriaza, cuatro maestros y artistas plásticos se reunieron para el conversatorio “Formas distintas de entender el desnudo a través del tiempo en la plástica salvadoreña”, desde el Centro Cultural Cabezas de Jaguar. Un evento organizado por ERRETEGÉ Art Studio, un colectivo que nació con la visión de “liberar el pensamiento y además hablar de cultura en general”, según Luis Galdámez, uno de sus miembros, también buscan la unión de trabajadores del arte y seguirán impulsando eventos de diversas ramas artísticas. “El objetivo es dialogar, pero también programar y tener esa relación con ese mundo de artistas. En esta tercera edición lo hemos hecho en la temática del desnudo. Anteriormente lo hicimos con la fotografía, hoy lo tenemos con las artes plásticas y posteriormente tenemos que hacerlo con la escultura, con la cerámica y con las artes en general escénicas”, expresa. Al mismo tiempo se inauguró una muestra con 23 obras de una colección privada, que reúne el trabajo de los ponentes, además se incluye el de Carlos Cañas, Antonio Bonilla, José Mejía Vides, Rosa Mena Valenzuela, Hugo Rivas, entre otros artistas. Para Bárbara Zavaleta el desnudo artístico no es una mera representación superficial de la piel, sino una revelación de los silencios ocultos, el deseo, el placer y la autonomía. Durante su intervención destacó que el desnudo es un lenguaje histórico, donde la mujer más allá de ser una musa, la inspiración o el resultado de una obra, también ha sido creadora. Desde …

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Bárbara Zavaleta, Héctor Hernández, Augusto Crespín y Gilberto Arriaza, cuatro maestros y artistas plásticos se reunieron para el conversatorio “Formas distintas de entender el desnudo a través del tiempo en la plástica salvadoreña”, desde el Centro Cultural Cabezas de Jaguar.

Un evento organizado por ERRETEGÉ Art Studio, un colectivo que nació con la visión de “liberar el pensamiento y además hablar de cultura en general”, según Luis Galdámez, uno de sus miembros, también buscan la unión de trabajadores del arte y seguirán impulsando eventos de diversas ramas artísticas.

El objetivo es dialogar, pero también programar y tener esa relación con ese mundo de artistas. En esta tercera edición lo hemos hecho en la temática del desnudo. Anteriormente lo hicimos con la fotografía, hoy lo tenemos con las artes plásticas y posteriormente tenemos que hacerlo con la escultura, con la cerámica y con las artes en general escénicas”, expresa.

Al mismo tiempo se inauguró una muestra con 23 obras de una colección privada, que reúne el trabajo de los ponentes, además se incluye el de Carlos Cañas, Antonio Bonilla, José Mejía Vides, Rosa Mena Valenzuela, Hugo Rivas, entre otros artistas.

  • La colección estará disponible en la sala de exposiciones Camilo Minero hasta el mes de agosto y va incluir talleres y charlas guiadas a la exposición.

Para Bárbara Zavaleta el desnudo artístico no es una mera representación superficial de la piel, sino una revelación de los silencios ocultos, el deseo, el placer y la autonomía. Durante su intervención destacó que el desnudo es un lenguaje histórico, donde la mujer más allá de ser una musa, la inspiración o el resultado de una obra, también ha sido creadora.

Desde su experiencia como artista y docente universitaria, revela que una de las búsquedas constantes de su trabajo es la investigación sobre los temas del placer femenino, del disfrute, y la necesidad de romper el tabú del desnudo artístico, partiendo por sensibilizar, visualizar e incomodar a través de estos temas que considera, son poco tocados.

Augusto Crespín fue otro de los participantes en el conversatorio. Se formó en la Academia de Valero Lecha entre 1969 y 1973, y con solo 15 años realizó su primer desnudo, una obra llamada Dueña de mi Futuro. Desde entonces ha utilizado la figura femenina como un mensaje de expresión donde critica la desigualdad de género, rechaza el machismo y también hace denuncias sociales.

“He tocado el tema del desnudo en diferentes épocas, con diferentes temáticas. La que más ha durado, por años, es sobre la desigualdad de género aquí en El Salvador. Aquí existe una cultura machista”, lamenta.

En su intervención, Gilberto Arriaza habló sobre las principales pinturas de desnudos que fueron censuradas a lo largo de los últimos siglos y destacó la interpretación de la figura humana que artistas salvadoreños han implementado a nivel técnico. Desde su perspectiva la inspiración se encuentra en diversos elementos, pero el cuerpo siempre ha sido una fuente de creatividad y trabajo.

“A lo largo de la historia, ha habido pinturas que han generado inquietud respecto de su contenido mediante la interpretación diversa de cada espectador. No hay duda de que, por ejemplo, aquí en El Salvador también hay mucho arte erótico que está por ahí, que está oculto y que por algún motivo, básicamente por cuestiones religiosas, todas esas obras no son conocidas”, plantea.

Finalmente, el conversatorio tuvo el análisis del maestro Héctor Hernández, un artista de gran trayectoria que ha trabajado por varias décadas la figura humana y plantea que al hablar del desnudo es necesario también desnudar la mente. Además considera que el desnudo no es erótico, sino una acción natural que siempre está ahí. Sin embargo, lamenta que en El Salvador existan pocos dibujantes de desnudos.

Hernández confiesa que la mayoría de su obra son desnudos, y por eso invita al público a ver los trabajos artísticos de la figura “con ojos más personales, más desde adentro”.

Óscar Picardo Joao
Óscar Picardo Joao