San Salvador, 08 Diciembre 2016.
Santa Tecla no dio uno, sino dos pasos a una nueva final del fútbol salvadoreño, tras golear 4-1 la noche del jueves a un Águila que llegaba con la defensa menos vencida del torneo, pero que se achicó con la metralla que tenía lista Sebastián "Loco" Abreu, que se despachó con tres goles y un partido memorable, por todo lo que aportó con su experiencia.
FOTO EDH/ Jessica Orellana
Cuando la mayoría de personas elaboran un once ideal lo hacen en base a quienes consideran los mejores jugadores bastante por «convención social».
Esta elección suele ser condicionada también por el «acervo» que dicen haber cosechado.
De manera que elegir un once es un tema de gustos pero de la misma manera, exhibir que «sabes» del tema. Pues bien, hoy me atrevo a escoger uno de futbolistas en Liga Mayor que me caían bien.
Es igual si creen que los presentes acá merecen o no estar en un once «tipo» como dicen en Iberia.
Empiezo en el arco con José Manuel González. El «Meme» fue arquero profesional por más de 20 años, también fue campeón de Liga Mayor y defendió la camiseta de varios equipos. Le faltó estatura, pero no calidad humana.
En línea de tres voy con Luis Espíndola, estatura y portento, Mario Mayén Meza por su entrega innegociable y William Osorio por su clase y regular juego limpio.
En los costados Mario Pablo Quintanilla por derecha y el finado Alfredo Pacheco por izquierda. Uno desbordaba con gran calidad y constancia, el otro tenía una bazuca en su pie izquierdo, asegurada la defensa y el ataque con este par.
En el centro del campo un doble pivote compuesto por «Papo» Castro Borja y Gilberto Baires.
Una fiera para marcar y que se meta cuando haga falta entre los centrales con gran espíritu. El otro, un volante con gran pie y visión para saber ver espacios o crearlos.
De enganche Francisco «Chico» Contreras y en el ataque Franklin Webster junto a Sebastián Abreu.
Un diez que podía moverse sin ataduras, de excelsa pegada en los tiros libres y enorme entrega a donde se le necesitara por todo el frente.
Luego otro delantero bajito que asistía con la misma calidad que anotaba, correlón, peleón, duro en el uno a uno y mortal en el área.
Finalmente, un espigado nueve clásico que no necesitaba ser demasiado suspicaz para hundirla en las redes, un trotamundos del que hasta tuvo enorme envidia en su momento el gran Lutz Pfannestiel.
Termino con la banca: «Manotas» Castro, Ernesto Noel Aquino, Víctor Turcios, Óscar Navarro, Óscar Jiménez, Víctor Mafla, Yuvini Salamanca, Rudis Corrales y «Nico» Muñoz. Fútbol exquisito.
