Entre globos, juguetes y payasos decenas de niños celebraron la Navidad en una fiesta organizada por el Movimiento de Víctimas del Régimen (MOVIR).
La actividad, que ya se ha convertido en una tradición para la organización, buscó regalar un momento de alivio emocional a menores que cargan con una ausencia que no comprenden del todo.
«El objetivo es mantener viva la magia de la Navidad para estos niños. Ellos siguen creyendo que su papá o su mamá va a estar con ellos cada diciembre, y eso no es posible. Pero al menos este tipo de eventos ayuda a bajar un poco la carga emocional», explicó Samuel Ramírez, director de MOVIR, durante la jornada.
Ramírez subrayó que la actividad va más allá de una celebración. «Buscamos visibilizar que aquí hay víctimas, que existe una pirámide de derechos humanos que se está vulnerando. Estas familias están sufriendo», afirmó.
350 casos documentados
Entre los asistentes a la fiesta hubo niños que llegaron desde la madrugada. Ramírez relató el caso de cinco hermanos que arribaron a las 5:00 a. m., acompañados por su abuelo, tras un largo viaje desde el interior del país.
«El papá y la mamá están capturados, y nadie se ha preocupado por ellos. Ni siquiera hubo una autoridad que preguntara qué pasó con esos niños», lamentó.
Uno de los testimonios más duros fue el de Maribel Cruz, abuela a cargo de tres menores cuyos padres —sus dos hijos y sus nueras— fueron capturados la misma noche, el 20 de mayo de 2022.
«Ellos trabajaban como motoristas. Llegaron a la casa a las 10 de la noche y se los llevaron a todos. Después dijeron que los habían agarrado en el parque, pero eso es mentira», relató. Desde entonces, Maribel cuida a sus nietos, hoy de 14, 10 y 7 años.
MOVIR estima que el impacto del régimen en la niñez es profundo. El movimiento ha logrado documentar cerca de 350 casos con nombre y apellido.
«Estamos levantando la base de datos porque estos niños no tienen culpa. Si el padre cometió un delito, que pague, pero el Estado debería tener un programa para ellos», sostuvo Ramírez.
Foto EDH / Miguel Lemus
El dirigente advirtió que la falta de atención puede traer consecuencias graves. «Si no se atienden ahora, estos niños pueden convertirse en futuros delincuentes. La seguridad no se construye solo con cárceles y represión», señaló.
Según datos de organizaciones sociales, entre octubre de 2022 y septiembre de 2025 se registraron más de 65,000 personas detenidas bajo el régimen de excepción.
