Agentes migratorios aseguran que la presencia militar en la frontera marítima en San Diego ha significado una disminución de migrantes, pero se mantienen en alerta por el paso de drogas
Agentes migratorios aseguran que la presencia militar en la frontera marítima en San Diego ha significado una disminución de migrantes, pero se mantienen en alerta por el paso de drogas

«No creo que haya disminuido la cantidad de droga que están intentando ingresar ilegalmente a los Estados Unidos». Esa es la conclusión a la que llegó este jueves un agente de operaciones de vía marítima y aérea de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, por sus siglas en inglés).
Un recorrido realizado esta semana por El Diario de Hoy, junto a otros medios de comunicación de El Salvador, y guiado por la Embajada de Estados Unidos, permitió conocer la forma en la que las autoridades estadounidenses han redoblado la seguridad en una de sus fronteras marítimas en San Diego, California.
En este lugar opera la División Aérea y Marítima y se encargan de defender la frontera terrestre y marítima ante amenazas terroristas, el cruce de inmigrantes de manera irregular y el narcotráfico.

Sobre este último punto, las autoridades de CBP advierten que si bien es cierto el flujo de migrantes que han intentado ingresar a Estados Unidos vía marítima ha disminuido con la llegada del presidente Donald Trump, este panorama no es el mismo para el ingreso de droga de forma ilegal a este país.
Uno de los agentes de CBP que dio declaraciones a la prensa sostiene que no ha disminuido la cantidad de droga que los traficantes intentan ingresar a EE.UU. y asegura que estos le dan prioridad a las drogas porque tienen mayores ingresos.
«Las personas que hacen esto (tráfico de drogas) le dan prioridad a las drogas porque ellos ganan dinero con esto, contrario a cuando están haciendo que personas ingresen de manera ilegal a Estados Unidos», mencionó.
«En contraposición a cuando ellos están intentando ingresar droga ilegalmente si la pierden ellos le deben dinero a alguien más, contrario a cuando intentan ingresar personas ellos están recibiendo dinero por adelantado, entonces ellos no pierden dinero, pero no ha disminuido la cantidad de drogas», agregó.
Desde la agencia de Operaciones Vía Marítima y Aérea de CBP aseguran que todas las rutas para intentar entrar de forma irregular a Estados Unidos son peligrosas. Sin embargo, advierten que la que conlleva mayores riesgos es la marítima.
Añaden que el riesgo de morir en este intento por llegar a Estados Unidos es muy alto. Enumeran una serie de dificultades que muchos migrantes enfrentan a través de esta ruta. En primer lugar mencionan que muchos de los que controlan las lanchas o barcos no tienen experiencia en el manejo de estas embarcaciones; en segundo lugar está el clima y en tercero consideran que pueden existir fallas técnicas de las unidades.
«Son cosas que nadie puede controlar, qué es la diferencia de entrar por tierra que a veces está controlado al menos el clima que puede ser muy caliente, pero en el océano el clima te puede cambiar en 15 segundos», apuntan.
Las causas de muerte suelen estar asociadas a la hipotermia, o a que las lanchas se hunden.

Información compartida por agentes de CBP de las unidades marítimas y aéreas confirma que desde enero hasta la fecha tienen el reporte de ocho migrantes fallecidos al intentar ingresar de manera irregular a EE.UU.
Esta cifra ha disminuido con la llegada de Trump. Una orden ejecutiva firmada el 20 de enero ha permitido el despliegue de las fuerzas armadas estadounidenses «para sellar las fronteras y mantener la soberanía, integridad territorial y seguridad de Estados Unidos repeliendo formas de invasión, incluyendo la migración ilegal masiva, el tráfico de narcóticos, el tráfico y contrabando de personas y otras actividades delictivas».
Los agentes de CBP aseguran que el incremento de presencia militar en la frontera Suroeste ha significado una disminución de migrantes que intentan ingresar a Estados Unidos en la frontera marítima.
«Seguramente están intentando encontrar otras rutas para entrar, pero aquí en el área marítima ha disminuido porque hay una presencia mucho más grande y visible de agentes cuidando la frontera», sostienen.
Además, mencionan que en la administración Trump hubo un aumento tanto en la cantidad de barcos y uso de la tecnología como en el recurso humano.
El equipo de CBP realizó una demostración de cómo son intervenidas las embarcaciones con migrantes irregulares o que llevan droga. En primer lugar alcanzan la lancha y le hacen una señal de alto. Luego, si esta no es atendida los agentes realizan disparos al motor del barco para que detenga la marcha.
«No puedo entrar en lo político pero se está prestando más atención a la frontera, tenemos más presencia nosotros y otras agencias, hemos tenido mejores logros en detener estos cruces», comentó el agente.
La primera persona que es arrestada es el operador de la lancha o barco y luego, el resto de la embarcación. Las consecuencias al intentar ingresar de forma irregular es ser arrestado y deportado al país de origen.
Por lo general los traficantes de personas utilizan lanchas conocidas como «pangas» en las que llevan entre 10 a 15 personas. Aunque otra modalidad usada son las motos acuáticas. En muchos casos los coyotes arrojan a las personas al mar en su intento por huir de las autoridades. Lo anterior a pesar de que la cifra que los traficantes cobran ronda entre los $10,000 y los $50,000 para países como China.
Sean McIntosh, consejero de Asuntos Públicos de la Embajada de EE.UU. en el país, aseguró que la administración Trump ha destinado más recursos para proteger la frontera Sur y que el número de migrantes detenidos han disminuido con respecto a años anteriores.
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«La única opción de viajar a los Estados Unidos es la vía legal, es muy peligroso hoy en día para viajar con los coyotes y otras maneras ilícitas, por favor, cualquier persona que está pensando viajar a los Estados Unidos en las maneras fuera de la ley por favor no lo haga», añadió.
Los datos oficiales confirman la disminución. «Desde el 21 de enero hasta fines de noviembre, hubo un total de 117,105 encuentros de control a lo largo de la frontera suroeste, lo que representa un 37% menos que el promedio mensual de 185,625 durante la Administración Biden», indicó CBP.
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